Señor Presidente:
Los grandes creadores han permanecido a través del tiempo. Algunos de ellos no obtuvieron reconocimiento mientras vivieron. Otros han logrado éxito y, a veces, también prestigio, pero son contadísimos los autores que conocieron en vida el combo de los tres sabores al mismo tiempo: éxito, prestigio y gloria. La mayor parte de los que ejercemos está vocación, profesión, desesperación o todo junto, duramos un rato, algunos minutos, una temporadita, un ciclo, por ahí varios años, a lo sumo tres o cuatro generaciones o ni siquiera llegamos a ver realizado lo que escribimos.
Cualquier trabajo es incierto para ganarse la vida escribiendo, sobre todo en países como el nuestro, donde casi siempre vivimos padeciendo crisis económicas, políticas y muy nerviosas. Hablo desde lo personal como autor, socio de Argentores y miembro suplente de la Junta Directiva. No juego de titular, estoy en el banco. Los y las titulares están jugando un gran partido contra ciertos artículos del Ómnibus que avanza contra el LIBRE funcionamiento de una entidad PRIVADA como la nuestra SIN RECIBIR NI LA MÁS MÍNIMA AYUDA FINANCIERA DEL ESTADO DESDE HACE MÁS DE 100 AÑOS. Mis compañero/as titulares no se cansan de meter golazos informativos con la verdad comprobable de todo lo que decimos, lo que hacemos y cómo nos controlan la IGJ y el INAES. Reitero, por si es necesario, que estamos sosteniendo una prepaga muy eficiente, servicios médicos y sociales ejemplares y, lo más importante, que estos auto-elogios no son frases de campaña electoral, son reales y comprobables. En Argentores, un autor o autora, puede llegar a cobrar una pensión. Si no la tiene, está fundido y sin trabajo, no se irá con las manos vacías. Y es obvio repetir la tenacidad con la que Argentores protege, reclama y percibe EL DERECHO DE AUTOR hasta en el último rinconcito de nuestro país y en los países con Sociedades de Autores que mantienen relaciones de reciprocidad con Argentores.
Señor Presidente, yo me limito a solicitarle, respetuosamente, que se expliquen con lenguaje popular, simple y directo, los motivos de una disposición que no tiene relación alguna con sus propios fundamentos ideológicos: LIBERTAD Y PROPIEDAD PRIVADA.
Atte.
Ricardo Talesnik (alias LA FIACA)