Nota de Ramiro San Honorio

¿Un futuro sin pirateria?

¿Un futuro sin pirateria?

La piratería digital permanecía en los mismos niveles de la post pandemia, la tendencia era en baja a nivel mundial, pero ahora se ven picos de crecimiento en las regiones de Latinoamérica y en países de Europa. ¿A qué se debe el fenómeno? ¿Cómo se está combatiendo? ¿Las nuevas tecnologías ayudarían a una pronta solución?

Foco en la guerra de las plataformas

Las plataformas han proliferado a una gran velocidad, generando nuevos contenidos y comprando producciones para sus catálogos. Es esta guerra de liderazgo de mercado que ha marcado un conflicto clave. La carrera por posicionarse y capturar suscriptores, generó que los contenidos de alcance masivo no se nucleen en un solo lugar, sino que estén distribuidos entre tres o cuatro plataformas líderes, sumando además contenido premium y de estrenos que también involucran a unas cuentas plataformas más de nicho. Una red de suscripciones que afectan el bolsillo del segmento de los “multiusuarios”.

En regiones y países con economías inestables, esto genera la activación del mercado negro, como sucede con cualquier producto. Los usuarios aquí lideran sus propias batallas, donde empiezan a decidir que plataforma conviene mantener la suscripción, perdiendo así parte de mercado de contenido premium.

¿Pero todos los usuarios están dispuestos a piratear contenido? Claramente no. Igual es una pregunta con un eje importante para analizar, ya que se relaciona más hacia un estudio de mercado y por región. Cada país tiene características únicas y factores que hacen una tendencia. También no podemos dejar el detalle lo ético y moral del asunto en este ámbito, pero primero desarrollemos algunos puntos.

Bases y datos de la piratería

Existe una mirada distorsionada sobre los contenidos en la web, donde gracias a la facilidad de obtener un contenido a un solo “clic” se considera (erróneamente) que esos contenidos tienen esa categoría de estar al alcance de la mano de manera gratis “content free”. Son pocos los que contemplan el sentido de común y conocimiento sobre derechos de autor y leyes. Claro está que se sabe que la piratería es penada por ley, y no se debe acceder a contenidos por vías que no sean legales. En este punto hay que detenerse a analizar que la conexión a internet es paga y que casi todo contenido audiovisual que existe en la web tiene derechos de autor. 

Hay una tendencia a tomar la bandera de la “democratización” y de “libertades de acceso” al contenido de quienes no pueden, excusa que se utiliza para piratear obras audiovisuales sin ningún tipo de escrúpulos. Como si no tener el poder de compra de un producto otorgase el poder y el derecho de robarlo. Este hábito dio como resultado naturalizar la piratería, y el acceso a series y películas muchas veces se hacen directamente por canales ilegales (incluso con usuarios que tiene suscripción en canales legales o que podrían económicamente acceder a los servicios de streaming).

También es visible en redes una actitud de rebeldía de estos usuarios que justifican o defienden canales ilegales, y que se esconden bajo la idea de manifestar una batalla contra el mercado de las corporaciones, acción que no se sustenta bajo ninguna ideología, ni lógica válida, salvo la de ser lisa y llanamente alguien que consume e incentiva la distribución de algo ilegal, en simple palabras un ladrón de derechos intelectuales y autorales. Un delincuente de contenidos.

Pero bien, ahora analicemos los datos que nos arroja la actividad ilegal digital. Un reciente estudio de mercado realizado por la consultora especializada GECA y avalado por la Asociación Civil Antipiratería estableció interesantes datos en el mercado iberoamericano:

-Los contenidos más afectados son: películas con un 33,6 %, las series / miniseries y documentales con un 33,4 %, deportes con un 19,1 % y otros contenidos con un 8,9 %.

-En cuanto a la edad media, en lo que se refiere al consumo de contenidos piratas, el 74 % de los usuarios están entre 18 y 25 años, el 66 % entre 25 y 30 años, y 50,3 %  entre 35 a 45 años.

– En Argentina, los resultados de las búsquedas llevan, en un 45% de casos, a sitios que enlazan contenido ilegal; 15% en marketplaces y 29% en redes sociales.

– En el segmento de las aplicaciones móviles, Argentina alcanza 473.000 descargas ilegales para un total de 1.803.956 descargas legales.

– El 26 % de todas las visitas de contenido ilegal en Argentina las reciben tres dominios, todos ellos vinculados al deporte. De hecho, el que está más alto en el ranking (Fútbol Libre), que cuenta con 4.6 millones de usuarios únicos al mes.

-Más del 75 % sitios web y redes que ofrecen material pirateado contienen malware o virus, que dañan loa dispositivos de los usuarios o roban su información personal.

Un delito lucrativo

Algo que muy pocos saben es la dimensión de negocios detrás del mercado ilegal. Los servicios de piratería generan enormes ingresos (si, enormes) por varios medios como los siguientes:

    -Publicidad: Estos sitios pueden recibir dinero de los anunciantes en función del número de visualizaciones de la página o del número de clics que se hacen en ella.

    -Donaciones: Algunos servicios de piratería pueden pedir a los usuarios que donen dinero a cambio de acceder a contenidos superiores o para apoyar el sitio web.

    -Servicios de suscripción: En ocasiones, los usuarios pueden acceder a versiones de alta calidad del contenido pirateado o a contenidos superiores a cambio de pagar una cuota de suscripción.

-Venta de los datos de los usuarios: Algunos servicios de piratería pueden vender a terceras empresas los datos de los usuarios, como el historial de navegación o información personal.

   -Publicidad de afiliados: Los servicios de piratería pueden generar ingresos remitiendo a sus usuarios a páginas web o productos de tiendas en línea.

Al comprar o utilizar contenidos en estos sitios se priva a las industrias de la creación, a las plataformas, a empresas de televisión de pago y a las autoridades tributarias de ingresos que les corresponden legítimamente. Todos los años, sus pérdidas ascienden a miles de millones, lo que significa que se dedica menos dinero a crear nuevos contenidos y empleos en el sector. Además, se impulsan delitos asociados y contra la propiedad intelectual, uso indebido de marca, retransmisión de señal, reventa ilegal de servicio/equipos y delitos informáticos.

Qué financia en verdad la piratería

“Si bajo una película o hago clic para verla online no pasa nada, no hago el mal a nadie”, esta frase es totalmente errónea y es la clave para cambiar la mirada en relación con esta actividad ilegal. Primero si se daña, se afecta y daña a los autores de la obra y se rompe la cadena legal de ingresos. Si disfrutas de esta industria audiovisual, y pirateas, estas en una acción contradictoria de origen.

Segundo, según los informes de Interpol y del FBI, muchos responsables de los sitios piratas son y han formado parte de grupos de delincuencia organizada que utilizan las ganancias para otras actividades ilegales como: el juego ilegal en línea, la explotación sexual online, el tráfico de drogas, la trata de personas, el tráfico de armas o el blanqueo de capitales.

Así pues, al utilizar ese servicio barato o dispositivo a precio de ganga se podría estar contribuyendo a una variedad de delitos que no es capaz de imaginar. Las organizaciones delictivas utilizan métodos de pago anónimos y redes de distribución complejas para ocultar sus identidades y actividades, lo que dificulta a los organismos encargados de la aplicación de la ley su detección y enjuiciamiento.

La mayoría de las plataformas utilizan distintos “malware” (término general para cualquier tipo de software con intenciones maliciosas) que roban datos de los usuarios y que también puede a su vez propagarse por una red corporativa o doméstica, afectando potencialmente a operaciones empresariales críticas, o puede servir como trampolín para el robo o la falsificación de identidad. Los consumidores se enfrentan también a un riesgo jurídico al suscribirse a servidores proxy que podrían haberse usado para participar en ataques de denegación de servicio distribuida o de otro tipo en el pasado.

La pregunta es ¿de verdad estás de acuerdo en apoyar todo estos delitos?  No apoyes la piratería. Los organismos policiales de todo el mundo siguen trabajando con el sector privado para sensibilizar acerca del perjuicio que causa la piratería y la importancia de respetar los derechos de propiedad intelectual. Y cada día con más herramientas tecnológicas.

Plataformas al ataque

Si bien Disney +, Netflix, Amazon Prime, resisten, se mantienen y crecen, mantienen una activa guerra contra la piratería. Desde la llegada de las plataformas de streaming se había conseguido reducir la piratería en casi un 15 % en nuestra región. Los fuertes controles de las plataformas están limpiando los canales de contenido que usan ventanas sin permiso.

Youtube -Google es la plataforma que lo hace mediante tecnología que detecta música, imágenes o voces, y si el contenido tiene derecho se inhabilita la subida o directamente se desactiva el contenido del canal. Las reglas en las plataformas de libre acceso y gratuitas son claras, todo material que debe tener permiso, autorización y derecho para subirse a un canal, si no se considera material ilegal. Incluso hay canales que están catalogados libres de derechos por sus autores para uso libre, incluyendo siempre la autoría moral del uso. Además, que desde hace más de una década se ha habilitado un canal de denuncias ante el uso de contenido sin permiso ni derecho de difusión.

 “Hecha la ley hecha la trampa”. Las plataformas con más contenido pirata en Europa se sitúan en las regiones del este, Rusia, China y en América latina en Colombia, México, Brasil y Argentina. Estos servidores y sitios van mutando de direcciones y denominaciones, es decir cuando son detectadas y en algunos casos desactivados, aparece inmediatamente la misma plataforma renovada en otro sitio (cambio de IP, y región).

Pero las nuevas tecnologías también ayudan a detectar mejor y más rápido estas “trampas” y con la llegada de las AI (inteligencia artificial), se activaron variables tecnológicas más rápidas y con mayor seguridad para evitar piratería como la herramienta Cyber Brand Intelligence. Las grandes productoras de la industria de contenido audiovisual para adultos, actualmente en competencia con la app como Onlyfans, lideran una fuerte batalla contra la piratería. Las empresas están utilizando canales legales, pero también ciber-ataques con empresas privadas hacia las páginas que contiene material ilegal. Gracias a estas gestiones se han bloqueado miles de webs y desactivados sitios gigantes como “Kickass Torrents”, “Torrentz” y “ExtraTorrent”, “Piratebay”, “RarBG” y más de tres mil sitios replicantes con este sistema colaborativo de archivos, plataformas de naturaleza “Torrents” (archivos en línea colaborativos). En el caso de “RarBG”, sus creadores decidieron “apagarlo”, y se excusaron en los costos de energía, pero en Europa sus creadores ya habían sido intimados por la justicia.

Delito carcelable

En este mes de marzo de 2024 en Brasil, la Alianza contra la Piratería en la Televisión Paga, de la que SKY brasilera es miembro, produjo en el marco de la Operación 404, la primera condena penal del país con un hombre encarcelado durante más de cinco años por violación de los derechos de autor.

Mientras tanto y en el mismo momento que esto sucedía en Brasil, un tribunal de España, en Barcelona, le otorgó permiso a “La Liga” para identificar a los usuarios “piratas” y aplicar multas por usar IPTV para ver las transmisiones de fútbol. Este reciente fallo presupone un cambio de era en la lucha contra la piratería y también comienzan a apoyar la legislación con severas penas de cárcel.

En Venezuela SIMPLETV se unió a la organización “Alianza contra la Piratería Audiovisual” y a la asociación “The Alliance for Creativity and Entertainment (ACE)” para seguir creando conciencia, tanto a los usuarios como a la industria telco, y la idea es tener unión con todas las señales y productoras de Sudamérica para activar acciones en conjunto contra la piratería, apoyando las legislaciones que no solo generen multas, sino las condenas firmes para quienes operen y sean responsables de plataformas ilegales.

Mientras en Argentina iniciando este 2024, Sergio Piris, gerente Asuntos Penales, Delitos Tecnológicos y Antipiratería de Telecom Argentina, abrió el “Primer Seminario Regional Antipiratería” en el que se analizaron los riesgos tanto para las empresas como para los usuarios, y en el que los referentes de la industria se ratificaron su compromiso para profundizar y centralizar esfuerzos contra el delito. Piris precisó que “hay dos problemas graves que tienen que ver con el contenido en vivo, como el deportivo y el musical”. “Tenemos que entender que esto genera muchas pérdidas”, alertó antes de señalar que la situación afecta a “toda la industria audiovisual”.

Hay que recordar que en Argentina operan los sitios piratas como: “Cuevana”, “pelispedia”, que son portales ilegales que cambian y mutan sus sitios para seguir evadiendo la justicia y a los reclamos de las sociedades de gestión. Hoy sus creadores se hacen “los desentendidos” y ponen excusas de no haber querido hacer algo ilegal, como si no fuesen responsables del monstruo creado. Son cada vez más los Estados de varios países que están legislando para endurecer las penas y el control para desactivar sitios con contenido ilegal de la mano de nuevas tecnologías. La lucha continua, pero en el presente se pueden ver grandes avances.

No robarás

La premisa es clara, los usuarios deben admitir que el cambio radical para que se deje de piratear está, mayoritariamente, en la responsabilidad y ética en el consumo de contenido, potestad absoluta del usuario. La solución es comprender el justo pago y aceptar las reglas de un servicio y apoyo al mercado audiovisual. No debe existir lugar para ver contenido ilegal, ni avalar el mercado negro para financiar actividades vinculadas a organizaciones criminales.  Hay que frenar el famoso “clic” hacia los portales piratas y dejar de buscar justificativos a esta actividad ilícita. Se debe dejar de promover esta actividad y entender de una vez por todas que detrás de una obra hay autores/creadores y se debe respetar todos los derechos. No hay que apoyar a la delincuencia organizada. Ayudemos a luchar contra la piratería obteniendo contenido de manera legal y cuidando nuestra industria y el trabajo de los creadores. Respeto por el trabajo y cumplimiento de la ley.

Ramiro San Honorio
Presidente Consejo interdisciplinario Nuevas Tecnologías