CONVERSACIÓN CON EL MÚSICO MARTÍN BIANCHEDI

Las artes escénicas encuentran su sonido

Las artes escénicas encuentran su sonido

A principios de 2018, se informaba que se había formado en el seno de la entidad la “Comisión de músicos”, integrante del Consejo Profesional de Teatro y que nucleaba a los autores musicales para obras teatrales.

De la actualidad de la comisión, hablamos ahora con Martín Bianchedi, responsable junto a Carmen Baliero del área, quien detalla sus aspectos centrales y adelanta un proyecto de indudable gravitación creativa y estética, destinado a recuperar lo mejor de lo generado en el sector.

Es clave avanzar en la redefinición que se ha producido en cuanto a la propia denominación del sector.

Bianchedi -creador, recordemos, de relevancia y vasta experiencia- cuenta que la denominación “Comisión de músicos” ha devenido ahora en “Músicos de artes escénicas”. Explica que el nuevo concepto es más “abarcativo”, que engloba a sectores como la danza, los unipersonales, el stand up, el gran universo de las comedias musicales o de repertorio, el teatro con música incidental o los espectáculos infantiles.

Ante la consulta acerca de si un músico que genera obras para un espectáculo se siente de algún modo distinto a un colega que compone para shows o discos, indica: “Es un poco distinto el proceso. Nosotros interactuamos muy directamente con directores, con iluminadores, con coreógrafos, con actores, con la producción. El músico que trabaja para shows, para una grabación de un disco, no tiene esa necesidad y su camino es más independiente de la vinculación con terceros.”

“Esto es el filtro -agrega- por el cual nuestra tarea no es para todos. De alguna manera, nosotros –los músicos que estamos trabajando para las artes escénicas- estamos siendo un elemento contenedor y resaltador de la obra de otros. No trabajamos para ‘nuestro’ disco, para nuestro’ concierto. Hay que acomodarse a lo que te diga un director, a la sensibilidad de un actor.  He tenido muchas experiencias; tuve que trabajar con un actor que no canta, que no tiene idea, al que hay que guiarlo, ayudarlo. Nosotros no buscamos el propio lucimiento. Tenemos que crear el tema donde brille el actor, donde se luzca cantando…no siendo eso lo ‘suyo’. Eso no es fácil.”

En cuanto a los objetivos de la comisión, responde que “es una respuesta a la falta de información que tienen los músicos que trabajan en este ámbito. Ya lo venimos diciendo: cada vez hay más músicos que registran sus obras en Argentores. Claro, eso es muy bueno, es una cantidad de creadores ya importante que merece ser atendida.”

“Queremos, además, que más músicos se hagan socios de nuestra entidad.  Por otra parte, en la actualidad estamos encaminados, tras estos años de trabajo, hacia un nuevo proyecto; la formación de una gran “musicoteca”, una especie de símil de una biblioteca, pero con audios de nuestra actividad”, puntualiza.

En busca del archivo musical

Continúa Bianchedi: “Si bien las obras, de alguna manera, son eternas, y se siguen dando y se siguen haciendo versiones en cuanto a su dramaturgia, con el músico de escena no ocurre lo mismo. Queda lo nuestro en ‘aquel’ estreno, en ‘aquella’ versión que se hizo. A ver, se me ocurre un ejemplo al azar. Bernarda Alba puede haber tenido una música, y luego una nueva y más tarde otra… y otra. Estamos buscando archivos, queremos recuperar esa memoria. Y se nos ocurrió empezar por queridos creadores que ya no están. Vamos a rescatar sonido físico -si existiera, una cinta, un disco, una grabación casera, un video- y partituras. Es interesante que las nuevas generaciones o que los investigadores tengan acceso a ese material.”

Cuenta que el disparador de la idea fue cuando alguien le comentó que quería reestrenar El bululú, de Vilches. Y Bianchedi recordó que la música era de Víctor Proncet, un creador que hizo tantas cosas y tan bien.  “Y pensé que esa música no estaba más. Y decidí enseguida: ‘Vamos a buscarla’. Hablé con gente de la entidad para ver si era posible conseguir esto. Y desde allí fue creciendo la idea de la musicoteca. En esa lista inicial, que se irá completando, entraron otros notables: Jorge Valcarcel, Oscar Cardozo Ocampo y Mike Ribas también.”

“Queremos, repito, encontrar partituras y testimonios grabados. Así como hay una biblioteca para consultar textos, bueno, queremos empezar a tener una posibilidad de este tipo sostenida en la música. Es más: mi idea sería luego hacer un playlist de Argentores en Spotify donde la gente pueda rastrear pronto música de espectáculos, pero no solo de los que hemos mencionado, sino otros creadores que no están entre nosotros, de nuevos autores y que ese playlist se vaya renovando.”

Bianchedi junto a Eduardo Echaniz y Marcelo Blanco, colaboradores del proyecto

Para los músicos, un dato para tener en cuenta

¿Cómo se computa la producción en el segmento “Música”? Leemos en la página web de Argentores: “Según lo establecido en el Reglamento Interno vigente a la fecha para la clasificación de actos previstas por el Art. 4º del Estatuto Social, la producción teatral se computará de la siguiente manera: “Artículo 13°.Las obras líricas o que tuvieren comentarios musicales, serán consideradas obras independientes y equiparables en lo que se refiere al libretista y al músico, por lo que se le acreditará, a cada uno, la parte que le corresponda. Artículo 14°. Los adaptadores o arregladores de música de la obra teatral, quedan equiparados en los cómputos a los traductores y adaptadores de letra, siempre que tenga en su haber la misma labor original previa que a los efectos del cómputo se les exige a éstos.”

 L.C.