Las nuevas tecnologías de la mano de la AI (inteligencia artificial)abren un nuevo panorama en las estructuras de producción y la creatividad. Los medios se hallan en el centro de una crisis ocasionada por una tormenta de transformaciones inmediatas que afectan a los rubros de la industria audiovisual. Un nuevo paradigma se avecina y pone en riesgo estructuras tradicionales.
Los autores guionistas, siempre tenemos la ventaja de plasmar en un papel escenas o secuencias que en nuestras mentes se recrean con ilimitada imaginación y que al llegar al departamento de producción encuentran límites, en ocasiones muchos, que cortan nuestras alas. A veces las alas se cortan de forma moderada y con criterio y otras no tanto. Escribir una escena con un ejército de cien soldados granaderos a caballo y que luego, por razones de producción, terminen siendo dos granaderos a pie, sin uniforme, obviamente no es lo mismo narrativamente. Esta lucha donde el factor presupuesto entra en juego existió siempre, e incluso la falta de recursos ha originado ideas increíbles y guiones que surfearon con éxito esas limitaciones.
Hoy nos encontramos en un momento difícil, la industria audiovisual a nivel mundial empieza a restablecer nuevas formas y maneras de generar historias. Económicamente las producciones se ven afectadas en muchas latitudes del mundo y también comienzan a surgir tecnologías que abren puertas. Una de estas tecnologías es la generación de escenarios, fondos y superficies a través de pantallas inteligentes, capaces de generar entornos que interactúan con actores.
La transformación
Pero antes, repasemos, brevemente, lo que sucede actualmente en los medios masivos audiovisuales; hoy los formatos y contenidos están en crisis por cuestiones presupuestarias que afectan a la producción. La llamada “burbuja del streaming” ha generado que los contenidos no ficcionales, principalmente de radio y tv, sean replicantes de contenido de redes y generadores de debates interminables con programas de panelistas y conductores. Las tecnologías de cámaras robóticas y fondos virtuales son aplicadas de forma sistemática y con sencillez como filtros de Instagram o Tik Tok.
Es aquí, donde las tecnologías simplifican acciones técnicas, pero a la vez comienzan a precarizar la estructura de producción, que afecta las limitaciones creativas. Si bien ciertos límites, como hemos marcado, han abiertos puertas a la creatividad, la marcada génesis de los contenidos posmodernos (donde además todo se repite de lo ya probado) generan una proliferación de programas repetitivos que redundan en sus contenidos sin riesgos ni estimulación narrativa. La viralización segmentada en redes como factor de rating. La forma por sobre el contenido. La cultura de lo líquido, hoy, ya es cultura del vapor.
El sistema de producción está en plena transformación, los costos y ganancias sufren modificaciones, y las nuevas tecnologías se suman a este huracán de cambios.
Ahora bien, en las ficciones, la cosa es un poco distinta, si bien las plataformas de streaming se han posicionado como reinas únicas de la producción de ficción y aquí las estructuras de producción empiezan a tener otros problemas debido a la creciente estimulación de series que en ocasiones parecen no tener fin con temporadas eternas. Es normal ver como, por temporadas, no se renuevan y se levantan series de a decenas, sin dejar un cierre narrativo a la historia.
Uno de los factores de producción que generan grandes costos son los recursos de traslado, creación de escenarios físicos y locaciones. Pues bien, una tecnología en pleno crecimiento es la de “Unreal engine”, para ceración de escenarios virtuales (virtual productions).
Esta tecnología permite en un estudio tener la posibilidad de recrear infinidad de ambientes y locaciones con una increíble calidad de imagen. La mayoría de estos ambientes y escenarios, son creados digitalmente y con ayuda de IA, logrando que en un solo estudio se puedan generar y realizar distintas secuencias y puestas de cámaras.
¿Pero de qué se trata esta tecnología? Es una aplicación podemos decir que tiene sus orígenes en las retroproyecciones utilizadas en el cine clásico, solo que esta vez hay más funciones tecnológicas. Las pantallas son de micro-led de alta definición, generando imágenes realistas al máximo, y se establecen todas las opciones de luces, estética, tamaños y profundidad. Son pantallas planas, curvas, en suelo y en domo, que generan todos los ambientes necesarios que necesitan las escenas de un filme.
Lo más sorprendente de esta tecnología es que el sistema también permite que las cámaras generen profundidad de campo de forma automática y lo mismo con la interacción de los fondos y angulaciones. Las cámaras realizan todo de forma remota o automática con sensores. Es decir, las cámaras están conectadas con el sistema de las pantallas y realizan la magia de crear los distintos ambientes. Los actores pueden vivir y reaccionar en tiempo real las sensaciones de la escena.
¿Es real o virtual?
Unreal Engine es una tecnología que apuesta a la innovación y calidad de imagen que se acerque a la realidad. Si uno mira los logros de esta tecnología, que comenzó siendo utilizada en el ámbito del cine 3D y los videojuegos, tienen una calidad jamás vista antes La primera pregunta que surge, ¿pero esto es real? Uno puede ver las imágenes una y mil veces y no hay forma de descubrir si es real o generado por una computadora. Los procesadores de imágenes apoyados con AI, realizan escaneos de paisajes reales y sirven de base de datos para la creación desde cero de escenarios nunca imaginados.
Hoy es completamente imposible detectar si un fotograma es real o artificial, entramos en una era, donde lo virtual se mimetiza con la realidad. Los sets virtuales y las áreas de realización y producción de virtual son hoy la carta más jugada a la hora de producir ahorrando costos.
Aplicación presente y futura
La aplicación actual de esta tecnología es para las pantallas, pero programas similares ya están diseñados para crear personajes, ya no solo escenarios, fondos o paisajes, sino actores y actrices. Estos programas comenzaron a aplicarse, ya no solo en la industria de videojuegos, que busca gráficas más realistas en juegos de rol, sino en series y películas.
Las aplicaciones de AI en generación de imágenes y video, han sido clave para la proliferación de estas técnicas y programas, que podemos aseverar, crean actores (personajes) con detalles, realmente realistas. Difícilmente podamos reconocer una creación artificial de un real, y aquí un nuevo debate en puerta. ¿Actores 100% artificiales?
Hoy ya existen varios filmes taquilleros que utilizaron la creación de imágenes (aspectos físicos) de “actores” (personajes) a través de diseño 3D (realizando escaneo corporal). En ocasiones han logrado “resucitar” a actores, como en el caso de los filmes Gladiador o Rogue done. Ahora bien, con las nuevas tecnologías que generan imágenes con AI, el salto cualitativo es impresionante. Es decir, ya no podemos detectar lo artificial de lo real, sumándole a esto que, gracias a las AIs, también se puede copiar tonos y timbres de voz, replicando a la perfección las voces de actores.
“Pero no tienen alma”, la frase suena bien, pero cuando el humano carece de la capacidad de saber si es humano o no, créanme que un robot podría pasar como un sujeto bien almado y emocional. Incluso muchos ni se dieron cuenta que un actor de Gladiador fue resucitado en una escena de las más emotivas de la película, hasta años después de su estreno y tras la revelación de su director (y esto ya es un recurso del pasado en términos tecnológicos). Lo que estamos viviendo es un cambio profundo de paradigma donde las máquinas replican y aprenden muy bien de lo humano.
Conclusión
Lo concreto es que hoy, al igual que en otros ámbitos, las tecnologías aplicadas a la producción audiovisual están avanzando a gran velocidad y conquistando áreas creativas y artísticas como nunca antes. Las inteligencias artificiales o digitales son en verdad las que están generando y ayudando a estos saltos gigantescos que cambia toda estructura.
Una “herramienta de AI” lo hizo, suele escucharse, pero ya podemos aseverar que esta herramienta es más que eso, posiblemente estemos frente a una nueva especie, una especie digital, artificial creada por el hombre y que según expertos advierten que pronto serán más inteligentes y eficaces que los humanos. Y que al parecer ya marcan territorio en las aplicaciones y software de las industrias audiovisuales y creativas.
Ramiro San Honorio