En un acto de absoluta justicia y reconocimiento a su trayectoria, el Gran Premio de Honor Argentores 2024, en su 50 aniversario, le correspondió a Cine y las galardonadas fueron, en un premio no compartido, sino a cada una, Luisa Irene Ickowicz y Clara Zappettini, dos creadoras de fuste y gran trayectoria en el ámbito cinematográfico y también de televisión. Sumándose a su homenaje, Florencio mantuvo entrevistas con ambas por separado, decidiendo luego publicarlas por razones de espacio y lucimiento de cada una de las notas, en distintas ediciones. La primera será la de Irene Ickowicz, que irá en este número 77. Y la de Clara Zappettini, en la siguiente edición, la 78, que saldrá a fin de año. El texto dedicado a Ickowicz es el que sigue.
El honor de pertenecer
“Un premio siempre despierta gratitud. Y cuando ese reconocimiento es otorgado por tus compañeras y compañeros, el premio adquiere otra dimensión, ya que están valorando tu trayectoria profesional al servicio de la defensa de los derechos de nuestra comunidad autoral. Entonces, a la gratitud se une un fuerte sentimiento de pertenencia. Y en tiempos donde la exclusión se acrecienta, la pertenencia se agiganta. Gracias a Tito Cossa entré a formar parte de la conducción de Argentores. Y con mi compañera entrañable, Graciela Maglie, trabajamos infatigablemente en el Consejo Profesional de Cine. Cuando asume la presidencia de Argentores, Miguel Ángel Diani renueva ese voto de confianza que me fue otorgado hace tantos años.”, dice Luisa Irene Ickowicz, refiriéndose, en una entrevista con Florencio, al sentimiento que le produjo el haber recibido este año de parte de Argentores el Premio de Honor a la Trayectoria en Cine.
No es una designación inocente la del premio: al hablar de trayectoria, alude a un largo trabajo a través de los años y, como consecuencia, al aporte que ese trabajo ha producido en las disciplinas en que la persona galardonada ha participado. Y la de Irene ha sido, en ese sentido y desde todo punto de vista, una trayectoria de largo aliento y plena de realizaciones dignas de ser recordadas. Profesora de Escrituras Audiovisuales, titulada en la UBA; autora de cine, televisión y teatro, coordinadora artística de largometrajes y directora teatral, Luisa Irene Ickowicz ingresó a la industria cinematográfica en 1974 en la rama en la industria cinematográfica llamada Producción, participando en largometrajes como La tregua, Las sorpresas y Juan que reía. Dos años después ingresó al ámbito publicitario, en el que desarrolló una tarea de varios años. Primero como creativa y luego también como realizadora en video, colaborando con importantes agencias de nuestro medio. Sus últimos trabajos en agencia se orientaron a la publicidad de películas.
En 1985 comienza a escribir películas de largometraje, que le han permitido obtener premios y reconocimientos nacionales e internacionales y crea un nuevo espacio dentro del equipo de filmación: la Coordinación artística, participando en todas las etapas de la realización de las películas en las que interviene. Entre algunos de esos títulos, se pueden nombrar: La patria equivocada, adaptación de la novela de Dalmiro Sáenz; Hacer patria; el documental 30 años del cine nacional; Ciudad del sol; Botín de guerra; La edad del sol; Besos en la frente, basada en la obra de teatro de Jacobo Langsner; Convivencia, sobre la obra teatral de Oscar Viale; o Seré cualquier cosa, pero te quiero, que tiene como base la obra teatral de Sergio de Cecco.
En cuanto a los premios que recibió por sus trabajos en cine la cantidad es abrumadora y difícil de citar en su totalidad. Entre ellos, podríamos citar, sin agotar la lista, los entregados por el XXI Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana; el Jurado Ecuménico del Festival Internacional del Cine de Berlín; el Premio Valladolid por Botín de guerra; la Mención Honorífica del Jurado Primer Festival de Cine Hispano Miami/96; el de Imagen Satelital Función Privada; el de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos) al mejor guion; el de IX Lauro Sin Cortes por Besos en la frente; el de Argentores al Mejor Guion Cinematográfico; la Mención especial del Jurado Festival Internacional de Huelva por Convivencia; el del Laboratorio Sundance por Noches Azules de un Invierno Triste; el de la Asociación Cronistas Cinematográficos (Argentina) por Seré cualquier cosa, pero te quiero; la Mención Especial en el VIII Festival Internacional de Cine y Video Latinoamericano (La Habana); el del Jurado del XXI Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, por Botín de guerra.
En televisión, nuestra entrevistada concretó también distintos trabajos, entre ellos: Historia a la Carta; Diez documentales sobre la historia de Latinoamérica narrada a través de sus comidas para The History Channel; El otro yo, miniserie documental; Bocetos alrededor de Chejov, unitario televisivo en Canal 7; De eso se trata, documental para los 30 años del Museo del Cine Argentina Televisora Color; Rosaura a las diez, con guion y adaptación suyos de la novela de Marco Denevi; Uno de ellos, miniserie televisiva de cuatro capítulos, producida y emitida por ATC; Luces y sombras, ciclo televisivo de unitarios; los guiones de Langostino, serie televisiva de 36 capítulos, para muñecos y dibujos animados para la Televisión Española, Barcelona; Plomera de mi barrio, miniserie televisiva de trece capítulos, emitida por Canal 11; autora y realizadora de La otra mitad, Reunión de Padres y Madres, Entre logos y desafíos, etc., etc. En teatro, entre otras cosas, escribió y dirigió La Bouche, en el Camarín de las Musas; De Frente March; Diosas en el Aire; y dirigió Romeo et Jeannette, Jean Anhouil; Los prójimos, de Carlos Gorostiza; A falta de pan, sainete de Pedro E. Pico; y solo como autora le pertenecen también de Bandada, Las alegres niñas del bosque y El ciclo de oro.
Para no dejar incompleto este panorama de su carrera, y aun suponiendo que faltarán otros detalles, hay que recordar también su importante labor docente como titular de la Cátedra de Guion II en la carrea de Diseño de Imagen y Sonido de la Facultad de Arquitectura y diseño de la Universidad de Buenos Aires; el dictado de seminarios de Estructuras Narrativas Audiovisuales y su titularidad de Guion II y su coordinación de los trabajos de tesis para guionistas y realizadores de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), dependiente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Y su fuerte dedicación a los temas de género. Con la recuperación de la democracia en Argentina, desde distintos ámbitos y disciplinas, la cuestión de género surgió como uno de los temas pendientes de debate social. Y, en su condición de autora y realizadora, Irene Ickowicz produjo distintos y valiosos materiales audiovisuales para cátedras universitarias, centros de estudios y fundamentalmente para los medios masivos de comunicación.
En lo que sigue, se completa el diálogo que se inicia en la introducción de esta nota con la respuesta de la entrevistada a la primera pregunta de Florencio.
Y, además del sentimiento que le genera el premio, ¿qué cosas le lleva a recordar de su carrera?
El Premio de Honor, el más importante que entrega nuestra entidad, me lleva a recordar todos los caminos que fui transitado en esta profesión. Y así, aparecen las personas que me convocaron para su proyectos, productores, directoras y directores, actrices y actores, grandes dramaturgos y escritores literarios quienes me confiaron sus obras para que las llevara al cine.
Frente a tantas alegrías y, naturalmente, adversidades, ¿qué fue lo que, artísticamente hablando, la sostuvo todos estos años de labor incansable?
Mi pasión, sin dudas. La pasión por la escritura audiovisual me impulsó tanto a indagar en el cine, como en la televisión, el teatro, en la publicidad, y por esas circunstancias impensadas de la vida, en una actividad, sostenida durante décadas, en el campo académico estatal.
Durante muchos años trabajó desde una perspectiva de género
Sí, durante veinte años. Escribí y dirigí materiales audiovisuales desde una perspectiva de género: videos institucionales y educativos, series, documentales, publicidades, obras de teatro. Hay una campaña gráfica que permaneció durante una década: era un sticker que se pegaba en los baños y que nadie se animaba a sacar. Toda esta experiencia hace que sea posible conocer y reconocer las necesidades de los y las autoras de hoy, necesidades que se van modificando con las transformaciones que van experimentando los medios y por consecuencia las condiciones de trabajo.
Es un compromiso que se va renovando año tras año
Yo diría que es un compromiso vital que se acrecienta con el tiempo. Pertenecer a Argentores, defender día a día los derechos de las y los autores de libros cinematográficos siempre con el apoyo de mis compañeros y compañeras del Consejo de Cine que hoy me toca presidir, de la Junta Directiva y de todas y todos los colaboradores de Argentores. Por eso este premio es una renovación de este compromiso, porque hay mucho más por hacer, sin abandonar mis desafíos personales en la narrativa audiovisual. Marguerite Duras, decía… “Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe”. Y esa fuerza que nace en tus dudas y en tu soledad, la nutren los y las otras que circulan en las tramas de todos los tiempos de tu vida, aunque la mayoría de las veces ignoren su influencia.
¿Qué reflexión le merece el momento actual en el plano cultural?
En estos momentos en que el cine sufre las políticas de un gobierno decidido a no apoyar a la cultura, pero interviene nuestro Instituto Nacional de Cinematografía y modifica la regulación de una actividad autosustentable, mi deseo es que no sea un tiempo perdido. La Ley Federal para el desarrollo y la producción del audiovisual, creada en el Espacio Audiovisual Nacional que Argentores integra con PCI, DAC y APIMA, y al que se sumaron casi todos los sectores y entidades del audiovisual, ya presentada en el Congreso, espera su tratamiento. Una ley donde los y las guionistas tenemos participación con voz y voto en las políticas que tiendan a superar lo que la ley de 1994 no contempla o es necesario actualizar y que, entre otras cuestiones, no nos incluye. Anhelo que permanezcamos unidos en la defensa de nuestros derechos, un legado de 114 años, que día a día cobra más fuerza y se expande con el accionar de Argentores.
¿Actualmente, a qué proyectos está abocada?
Hoy acompaño los procesos creativos de autores y autoras a través de las consultorías y los talleres privados. El estudio permanente, por otra parte, me llevó además a publicar dos libros: el primero En tiempos breves, apuntes para la escritura de cortos, en Paidos; y el otro La escritura del largometraje, editado por Corregidor.
Sebastián Basualdo