ENTREVISTA A MIGUEL ÁNGEL DIANI, PRESIDENTE DE LA ENTIDAD

Argentores y su labor en la región y el mundo

Argentores y su labor en la región y el mundo

Un hecho auspicioso en los últimos años ha sido, en el plano regional e internacional, la creación de distintas sociedades de gestión y de leyes otorgándoles potestad para cumplir con su función. Un papel muy destacado en esta proliferación de nuevas entidades de esa naturaleza lo han desempeñado Argentores y DAC, de modo especial en el campo de la autoría audiovisual. A eso contribuyó, por iniciativa de ambas entidades, la creación de una federación de sociedades de autores audiovisuales en América Latina primero, la FESAAL, y luego de AVACI, una confederación que ha agrupa a los autores en esa especialidad de distintos lugares del planeta y que en noviembre seguramente tendrá su nuevo estatuto. En un intento de reconstruir cómo se desarrolló en los recientes años ese importante fenómeno, Florencio entrevistó al presidente de Argentores, Miguel Ángel Diani, para que nos contara detalles de ese proceso, que lo tuvo como uno de sus principales protagonistas. Junto con ese relato, el titular de esta entidad habló también de su reciente viaje a España y Corea del Sur, en este último país para asistir a una reunión de la CISAC en la que, entre otros asuntos, conoció las razones que impulsaron a la nación asiática a generar el potente impulso que dio a su producción audiovisual. Junto a eso, Diani nos comentó algunos aspectos del actual momento de Argentores. Lo que sigue es ese diálogo.

Vos decías hace poco en un reportaje, que Argentores y otras entidades hermanas estaban trabajando en la creación de un estatuto para AVACI, con el fin de recuperar el espíritu original que llevó a la creación de ese organismo allá por 2020. ¿Por qué no se pudo plasmar ese espíritu?

AVACI, o sea la Confederación Internacional de Autores Audiovisuales, es la Autores de teatro, cine, radio o televisión existen en todo el planeta consecuencia de la creación la FESAAL (Federación de Sociedades de Autores Audiovisuales Latinoamericanos) y su desarrollo y fortalecimiento posteriores. FESAAL, que incluye a directores y guionistas, nació en diciembre de 2018, a instancias de una iniciativa impulsada por DAC (Directores Argentinos Cinematográficos) y Argentores (Sociedad General de Autores de la Argentina). La creación respondía a la inquietud que tenían ambas entidades de impulsar la formación, en el ámbito de América Latina, de distintas sociedades de gestión de derechos de autor audiovisuales. Esa era la única manera de que los autores pudieran rescatar los dineros que les correspondían como derecho por la comunicación pública de sus obras fuera de sus países. A partir de allí empezamos a movernos, primero entre las naciones hermanas de la región, con el propósito de ver qué posibilidad había de que eso sucediera. Comenzamos entonces a incentivar la sanción de leyes que otorgaran a las entidades plena potestad para recaudar derechos de autor audiovisuales, tanto en el caso de las sociedades que ya existían, pero carecían de una ley que las facultara a eso, como para las que, a través de la nueva legislación, se crearan. Y para eso, lo que se decidió fue encarar conversaciones con directoras y directores audiovisuales, y guionistas de Colombia, Brasil, Chile y Uruguay para interesarlos en impulsar dicha propuesta y a la vez concretar entrevistas con legisladores que pudieran facilitar la sanción de las leyes que se necesitaban. Y así se fueron obteniendo los primeros logros: en Chile, por ejemplo, existía una sociedad de gestión, ATN, pero faltaba la ley audiovisual. Y se consiguió sancionar esa ley. En Uruguay, se formó DGU que es una sociedad de gestión de guionistas y directores, y logramos que se aprobara una ley. Hoy a través de un convenio con AGADU comenzaron a negociar con los usuarios. En Colombia se partió de cero, y se crearon dos sociedades de gestión: una de guionistas, REDES, y otra de directores, DASC. Hoy las dos están trabajando a pleno. En Brasil no se ha resuelto todavía el tema, pero es una cuestión de tiempo que se logre. Es un fruto que falta poco para madurar y están las cosas muy cerca de concretarse. Allí también hay dos sociedades audiovisuales formadas: GEDAR de guionistas y DBCA de directores. Hasta antes de este movimiento, salvo en la Argentina y en México, no había sociedades de gestión audiovisuales. 

Así que esos fueron los primeros logros de la nueva federación.

Así es, y ese trabajo fue promovido por autores y autoras, fuimos los dirigentes de esas sociedades los que llevamos adelante esta iniciativa y ese proceso de institucionalización. Y cuando decidimos que podíamos hacer lo mismo y apoyar la formación de sociedades en otros lugares que estuvieran fuera de los límites de nuestro continente, empezamos a sondear espacios. Allí apareció APASER (Alianza Panafricana de Guionistas y Directores), que es un grupo de sociedades del continente africano. Luego llegó el contacto con Corea del Sur, que es un espacio de producción audiovisual de gran relieve en la zona de Asia. Allí nos contactamos con DGK, que es un sindicato que representa a directores y guionistas, y a partir de nuestra llegada comenzamos a hacer acciones para lograr la ley que los avale para funcionar como sociedad de gestión y poder recaudar derechos de autor. También nos contactamos con SRAI, una sociedad muy poderosa de guionistas de la India, y comenzamos a trabajar en lograr una ley que los contenga. Siempre, desde un principio, el trato y las discusiones para hacer avanzar los proyectos fue entre pares, con presidentes, vicepresidentes o secretarios de sociedades: con autores y autoras. Porque hablamos el mismo idioma, el de defender nuestros derechos y el del conocimiento profundo de nuestra profesión. Y cuando surgió la posibilidad de armar con AVACI una entidad que agrupara a las sociedades audiovisuales del mundo, lo que primó fue ese espíritu, trabajar con entidades dirigidas por pares, por autores. AVACI es una confederación, como lo es CISAC (Confederación Internacional de Autores y Compositores), pero solo de audiovisualistas, guionistas y directores. AVACI incluye también a europeos. De hecho, se integraron a esta confederación, sociedades de Polonia y Europa del Este, y al mismo tiempo otras sociedades de la parte occidental de ese continente, como es SGAE, de España. Pero, allí aparecieron también otras sociedades con otros formatos, basados en el concepto de que son los ceos (abreviación del inglés chief executive officer), los gerentes generales de estas entidades, quienes llevan la voz cantante del desarrollo de ellas. A veces es más fácil entrevistarse con un ceo que con un presidente de estas sociedades, salvo en SGAE donde siempre somos recibidos por su presidente, Antonio Onetti, dramaturgo y guionista. Con Antonio hemos podido establecer un vínculo estupendo con él y con esa entidad hermana. Pero volviendo al tema central de la nota, hay otros países, como Francia o Italia, que tienen otro formato, se manejan con los ceos, que son los que toman las decisiones. Y empezamos a tener miradas distintas con ellos acerca de cuáles son los principios que deben regir a entidades de gestión como las nuestras. Uno de los principios fundamentales que nosotros siempre impulsamos para nuestras sociedades es el de la mutualidad, que es el modelo con el que nació Argentores hace 114 años. Y eso es en lo que creemos y hemos practicado en nuestra propia entidad y hemos sostenido siempre en las reuniones de la CISAC y en otras tribunas. 

Un modelo basado en la solidaridad y en la lucha por esos principios.

Exacto. Sabemos que, por razones propias de su actividad, el trabajo del artista tiene muchos altibajos y etapas desiguales. Y ante esa realidad, una sociedad de gestión, a diferencia de lo que hace una agencia o una empresa, desarrolla como respuesta una actitud basada en la mutualidad, o sea que contempla el apoyo al autor. O sea que, en los momentos problemáticos de su vida, la entidad contempla una pensión o una prepaga, ayudas asistenciales, políticas solidarias que en los otros modelos no existen. En las sociedades de Italia y Francia, ese tema de la mutualidad no les interesaba, para ellos la cosa pasaba por otro lado. Tampoco mostraban interés en crear nuevas sociedades en el mundo. Entonces, nos dimos cuenta de que había allí, de hecho, una ruptura y de que era imposible ser socios de entidades que pensaba tan distinto a los planteábamos las otras sociedades. Aparte, estos ceos europeos eran los que estaban llevando adelante la redacción de los estatutos, porque nosotros en un principio creíamos que podían sumar mucho, pero luego nos dimos cuenta de que no, que tenían una mirada totalmente distinta a la de los autores de una sociedad latinoamericana, que era imposible llegar a un acuerdo. Ese no era el camino adecuado. Y entonces, generamos un parate a tiempo, porque todavía no se habían elaborado los estatutos y reglamentos. Y ahora estamos encaminados de vuelta tratando de elaborar los nuevos estatutos para la AVACI con todos los fundamentos que nosotros creemos debe tener una sociedad de gestión. Además de todas las sociedades latinoamericanas, los africanos se quedaron con nosotros, los coreanos también, los guionistas y directores de la India, los polacos, los croatas, los eslovenos y los españoles (SGAE), entre otros. Los franceses fueron los únicos que, desde un principio, decidieron abrirse. Y respetamos su decisión. Nosotros seguiremos estando con quienes debemos estar.

¿Y el nuevo estatuto de AVACI se va a institucionalizar y registrar en la Argentina?

Sí, así lo haremos. En ese sentido, estamos trabajando, junto con la Secretaría y el Área Legal de FESAAL, para que a la brevedad cumplamos este objetivo. Luego de eso procederemos a inscribirla bajo las leyes de la República Argentina, que fue donde se generó ya hace 16 años esta idea de trabajar por todos los autores de Latinoamérica al crear la FESAAL y, desde allí, por todos los autores audiovisuales del mundo. A partir de ese registro AVACI tendrá un marco legal con un valor universal. Seguramente, su sede central sea Buenos Aires. Hay países que tienen leyes que facilitan ese tipo de inscripciones, y hay otras que son más complejas, exigen determinados requisitos y costos. Por todas esas circunstancias, se decidió que lo mejor era registrarla aquí en Buenos Aires.

Tu viaje a Corea del Sur, ¿tuvo relación con este tema?

No específicamente. Nos reunimos sí con los compañeros coreanos para hablar del tema, pero no viajé a ese país por ese tema en particular. En rigor, fui para asistir a la asamblea general de la CISAC. Argentores, más allá de formar parte y ser miembro fundador de FESAAL y de AVACI, sigue siendo parte también de la CISAC. Fue muy importante participar en esta asamblea, porque más allá de que en ese encuentro se aprobaron cuestiones bastante técnicas y hubo distintas charlas y mesas de trabajo, uno de los aspectos más relevantes fue conocer la historia de cómo nació la fortaleza del audiovisual en Corea del Sur. En 1998 se estrenó en ese país una de las llamadas “películas tanques” que los Estados Unidos suelen distribuir por todo el planeta. Dicha película recaudó en ese país asiático una verdadera fortuna. Y frente a ese hecho, el Estado surcoreano descubrió que esa película norteamericana había recaudado más dinero en Corea del Sur que toda la venta en el mundo de los automóviles Hyundi, la marca en ese rubro más conocida de ellos. Inmediatamente se dieron cuenta que allí había un negocio que se estaban perdiendo. Ese fue el comienzo de la explosión del cine y las series coreanas, que ahora se ven en casi todas las plataformas y no hay nadie que no haya visto una de esas realizaciones audiovisuales que recaudan fortunas en el mundo. Desde hace más de veinticinco años el Estado Surcoreano apoya y fomenta su cine, porque se dio cuenta que esa producción audiovisual produce un círculo virtuoso, que redunda en beneficio de otros espacios de la actividad productiva de su país y genera múltiples divisas. El turismo, por ejemplo, es uno de esos espacios, que más genera. Acá estamos sacándole dinero a la cultura, desfinanciando el INCAA, y en los países asiáticos como Corea del Sur explotan esa veta al máximo.

Es que, en esos países, los negocios del capitalismo funcionan al mismo tiempo en beneficio de sus países.

Y los norteamericanos son iguales. En Estados Unidos también los distintos estados fomentan al cine. Hay muchísimos países en el planeta en donde el estado invierte dinero para el desarrollo del cine y de otras áreas de la cultura, porque han descubierto que una política de esa naturaleza redunda en la mejoría de su propia economía. Pero, bueno, a veces en nuestro país aparecen estas figuras que proponen ir a contramano del mundo. Esperemos que todo se vuelta a encarrilar, de lo contrario el daño a nuestra nación puede llegar a ser muy grande. Ese fue uno de los temas que más me impactaron en mi visita a Corea del Sur. También se habló sobre inteligencia artificial y lo que quedó reflejado allí es que nadie tiene demasiado claro cómo encarar este fenómeno. Me refiero, en lo específico, al tema de la autoría, pero también a cómo impacta en el trabajo de los artistas, músicos, guionistas de películas, actores, donde el impacto puede ser muy duro. Ya hay muchas voces que vienen alertando sobre lo que está sucediendo y pidiendo que se estudien regulaciones. Realmente, es un tema muy serio. Y lo que se nota es que en distintos lugares se está tratando de dar pasos

pequeños para no equivocarse, pero todavía no se logra plasmar la solución a los graves problemas que se avizoran. La tecnología sigue avanzando sin detenerse y no se le encuentra la solución razonable a los problemas que provoca. Todavía, por ejemplo, no se ha decidido si en una entidad gestión se debe aceptar una declaración de una obra de alguien que se presente diciendo que la escribió con el apoyo de la inteligencia artificial. Es difícil porque falta jurisprudencia. El problema es que, si se produjeran casos así, las grandes empresas, las dueñas de esos softwares requerirían su parte, sin duda. Y, además de ese costado del asunto, hay un problema ético en juego. Si yo escribo un texto con inteligencia artificial, ¿de quién es? ¿Es mío o de quién es? Ese talento que allí se trasunta ¿a quién pertenece? Si mañana se escribiera y se compusiera una canción nueva, tomando el estilo y las voces de Los Beatles, ¿a quién pertenecería la obra? No es del artista, es de la máquina que lo copió. Está entonces la ética. ¿Y qué pasaría con el público? ¿Lo aceptaría o no?

Dependerá seguramente del nivel cultural de las sociedades, de que haya un público o no que reconozca esos plagios adornados, que rechace que le vendan mortadela por jamón crudo.

Seguro. O también lo que decían los representantes de las artes visuales. Si mañana apareciera una Mona Lisa hecha por máquinas de inteligencia artificial con pequeñas diferencias, ¿qué pasaría?

¿Vos crees que acá, en el país, hay gente que esté ya usando la inteligencia artificial para hacer sus obras?

Es posible que existan quienes la estén utilizado ya, pero no lo declaran. Y también debe haber personas que están buceando en el tema. En particular no conozco casos. Y, además, creo que una entidad como la nuestra no debe impulsar el uso de inteligencia artificial.

Pronto habrá una reunión de la FEESAL, ¿no?

Si, en noviembre habrá una reunión en México de FEESAL y de AVACI. Y aprovecharemos para hacer votar los nuevos estatutos de la última de estas dos entidades mencionadas. Estaremos todos allí para votar eso. Entretanto a mí me han nombrado presidente provisional de AVACI por dos años. Y luego habrá elecciones para ver cómo funcionamos.

Estuviste también en España en este viaje, ¿no?

Si. Previo a Corea pasamos por Madrid. En donde nos reunimos con Antonio Onetti, el presidente de SGAE. El motivo fue analizar el proyecto del convenio de colaboración establecido el año pasado entre Argentores y la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE), para la promoción y estímulo de la dramaturgia española y argentina. Coincidimos en la importancia del acuerdo puesto que su aplicación práctica permite promocionar nuestras culturas en otros territorios, más allá de abrir una puerta para que los autores puedan hacer conocer sus obras. También nos reunimos con el Dr. Rodrigo Gómez Cabaleiro de DAMA. El nuevo director general de la entidad de autores y directores española nos explicó los motivos que llevaron a los cambios de director general. 

Y, para redondear la entrevista, ya en el plano nacional, te quería preguntar cómo visualizas en la actualidad la situación de Argentores, en medio de todas las dificultades que hoy presenta el país.

La entidad sigue siendo sólida. Nuestra prioridad sigue siendo el socio y la socia. Y buscar los recursos necesarios para seguir estando cerca de ellos. En enero atravesamos un momento difícil porque hubo un intento de desregulación de las sociedades de gestión, que fue neutralizado provisoriamente por las distintas gestiones realizadas por nuestras entidades frente a los legisladores. La consecuencia fue que ahora, en el tratamiento en el Parlamento del nuevo cuerpo de la ley Bases, donde antes figuraba específicamente ese intento de desregulación, el mismo está excluido, retirado el articulado referido al tema. Pero, si bien no está en el cuerpo de la ley, como esa norma incluye la cuestión de los poderes especiales del presidente, éste podría mañana si se le ocurre insistir en esa desregulación. Hay que estar alertas. Y, además, existe la disidencia con los hoteleros respecto del cobro del derecho dentro de las habitaciones de los hoteles. Para ellos la habitación es un lugar privado y no corresponde cobrar ningún derecho de autor por las obras audiovisuales que se vean en los televisores de las habitaciones. Si vos vas a pasar una noche a un hotel eso no significa que ese ámbito se transforma en un lugar privado. No podes hacer una fiesta, no podes pintar la habitación, ni llevarte la mesa de luz cuando te vas. Nada de eso se puede. Por lo tanto, es un lugar público, no privado. Para nosotros y para la ley, la habitación es un lugar público y por esa razón corresponde cobrar el derecho de comunicación pública de las obras. Por otro lado, las tarifas que cobramos dentro de las habitaciones ya fueron reguladas por decreto en la presidencia de Mauricio Macri. O sea que fue una forma de legitimarlas. Además, las tarifas son totalmente accesibles y razonables. Igual los hoteleros están haciendo lobby para modificar la ley. Y nosotros seguimos trabajando para evitarlo.

¿Este intento está en la ley de Bases que se trata en estas semanas?

No, no está allí, pero sabemos que ellos están trabajando para modificar la ley. Nosotros pedimos una audiencia con Daniel Scioli, el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes del Ministerio del Interior, para explicarle nuestras razones. Pero todavía no la han concedido. Hace poco salió publicada una nota en el diario La Nación, que hablaba de la existencia de un proyecto de ese ministerio que podría beneficiar el turismo a futuro. Uno es la quita o rebaja de impuestos a los grandes transatlánticos para puedan llegar sin dificultades a Buenos Aires y así impulsar el turismo. El otro es el de las habitaciones de los hoteles. O sea que, entre gallos y medianoche, metieron el tema en ese proyecto. Y nosotros seguimos explicando que la cosa pasa por otro lado, que el ingreso de divisas que pueden entrar al país por turismo está más ligado al audiovisual y al apoyo al cine, como pasó en Corea del Sur, es un IVA positivo para el país que luego redunda en beneficio de otras actividades, en consumo de comidas, incluso en hotelería. Pero los hoteleros siguen insistiendo que las habitaciones son un ámbito privado. 

¿El no ingreso de esos aranceles de los hoteles le provocaría un problema importante a Argentores en lo económico?

Desde ya hace varios años, los ingresos que provienen de la parte de hotelería están destinados a Previsión Social, a ayuda a los socios. Nos provocaría un hueco, que ya veríamos que hacer para subsanarlo. Pero esto es como la frazada corta, tapas de un lado y descuidas del otro. Vamos a ver qué hacemos si ocurre algo así, para seguir manteniendo los recursos. Pero sería un disgusto. 

De todas maneras, ARGENTORES no va a descuidar a su gente. 

                                                                                                                              A.C.

Search