Con profundo pesar despedimos a Manuel Antín, consagrado autor, director de cine, novelista, poeta y fundador y director de la Universidad del Cine, quien falleció hoy a los 98 años. Desde Argentores enviamos nuestras condolencias a sus familiares, amigos y colegas en este tristísimo momento.
Antín fue socio, Gran Premio de Honor Cine de Argentores (2008), integrante de la Comisión de ética de nuestra entidad y desarrolló una destacada carrera cinematográfica, como realizador y guionista.
Nacido el 27 de febrero de 1926, Manuel Antín dirigió el Instituto Nacional de Cinematografía entre 1983 y 1989, fue un cabal representante de aquel cine argentino de los años sesenta y setenta, de honda formulación estética, en la senda de la Nouvelle Vague francesa de Truffaut, Godard y Resnais, entre otros.
Como director en ese lapso realizó varios largometrajes de notable factura artística, como “Los venerables todos”, “Circe”, “Juan Manuel de Rosas”, “Don Segundo Sombra”, “Intimidad de los parques”, “Castigo al traidor”, “La cifra impar”, “Allá lejos y hace tiempo” y “La invitación”.
Publicó tres libros de poemas y escribió dos novelas: “Los venerables todos” y “Alta la luna”, y estrenó las obras teatrales “El ancla de arena” y “No demasiado tarde”.
Obtuvo los Premios Leopoldo Torre Nilsson, Vittorio de Sica (Incontri Internazionale del Cinema de Sorrento), Gran Premio Anual del FNA (PK) (1994), el Premio UNLP a la Trayectoria (1995) y fue condecorado por Francia e Italia.
Consultado recientemente el por qué llevaba tanto tiempo sin filmar, indicó: “Porque el cine es para los jóvenes. Se necesita tener mucha salud, mucha resistencia para adecuarse a la diversidad de los horarios, a la intensidad de las filmaciones. Y además porque se me acabó mi tiempo. Hay cosas que mucha gente no reconoce de sí misma. Yo he tenido siempre la lucidez de saber cuándo podía y cuando no. Y, por cierto, mi tiempo en el cine se terminó. Por eso empecé a hacer cosas que tenían que ver con el cine. Y por eso tengo alumnos de los que me enorgullezco que han seguido mi camino porque yo les abrí esta puerta.” Luego, enfatizó: “El cine argentino es uno de los cines más importantes del mundo. Lo único que le falta es la continuidad política que lo mantenga y que le provea los medios para su realización, para su difusión.”