De profesión: tensar lo suficiente la sonrisa hasta que se transforme en alegría. Y es que Golo, el pasado 1 de Julio cumplió 88 años y simultáneamente festejará los 40 años de “Golo…sinas”. “Y mis 67 de humorista profesional porque a los 21 años firmé mi primer contrato para actuar en Radio Splendid en el programa Farandulandia… hacía imitaciones de relatores y comentaristas de fútbol”, afirma Golo, que comenzó a escribir los libretos de La Revista Dislocada. “Como yo dirigía el programa con Délfor dejé de actuar, enseguida llegó Pepe Biondi, que fueron diez años de éxito increíble con el cómico más grande que tuvo el país. Y después he hecho en total más de cien programas cómicos con Fidel Pintos, Jorge Luz, Gogo y Tono Andreu, Nelly Beltrán, Tristán y Osvaldo Terranova. Estuve con todos: Alberto Olmedo, “Las gatitas y los ratones de Porcel”; con Osvaldo Pacheco; con Garaycochea, en “¡Luz, Cámara, Humor!”; con Quique Dapiaggi, en “De lo nuestro con humor”; con Leonardo Simons fui presidente del jurado de “Finalísima”; y me queda hacer un gran programa de humor con todos los grandes humoristas de ahora, con Fredy Villarruel y el gordo Caseros a la cabeza”.
Rubén González Calvano (Golo) nació en la ciudad de Santa Fe y a los 18 años, ya en Buenos Aires, se convirtió en guionista de `Viendo a Biondi’ (Pepe Biondi), en los años ’60. En su larga trayectoria ha sido libretista en “La revista dislocada”, “Las aventuras del Capitán Piluso” (con Alberto Olmedo), “El increíble Tony” (Osvaldo Pacheco), “Luz, cámara, humor”, “La revista de Dringue” (con Dringue Farías), “Matraca boom”, “Domingo de fiesta”, “La foto”, “De lo nuestro con humor” (Quique Dapiaggi), “Las gatitas y ratones de Porcel”, “Farandulandia”, “Buenos Días, sonrisas y servicios”, y 50 títulos más. Además, tuvo a su cargo la columna de humor del noticiero “Cinco días” y de “Amaneciendo con Mauro” (Mauro Viale).¬
“Golo…sinas” es un programa radial humorístico de sketches cómicos que desde 1984 realiza su creador y guionista de manera ininterrumpida.¬ El programa nació en Radio Splendid, donde conquistó un gran éxito los domingos de 9 a 13 horas. El equipo de ‘Golo…sinas’ estaba formado por los locutores Julio Vivar e Irene Castelar, como también el actor Cacho Bustamante, Anita Almada, Walter López, Juanjo Montero, Rolo Villar, el imitador de voces Carlos Russo y Ángel Pace como colaborador en los libretos. El periodista Guillermo Blanc hacía la columna de espectáculos.¬ Algunos de los segmentos de humor eran: Chascarrillos (chistes), Reunión de consorcio, El abogado ‘chanta’ Dr. Del Bono (especialista en penal, córner, outsiders y afines), El sanatorio, Reunión de Cámara de Diputados y diversas imitaciones de famosos y de transmisiones de fútbol. Había parodias a programas de televisión como ‘Hora Clavo’, ‘Llueve a diario’ y cortes musicales con temas célebres de la época. ¬Estuvieron de visita políticos importantes como Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De La Rúa, Álvaro Alsogaray, y periodistas como Mariano Grondona, Víctor Hugo Morales y Bernardo Neustadt, que participaban de los sketches. En 1994, ‘Golo…sinas’ pasa a Radio Colonia, y luego transitará otras emisoras como Radio Concepto, Radio AM 770, y Radio Güemes AM 1050. Se agrega al elenco el relator Miguel Ángel Pilón, en deportes. ¬Actualmente el programa se emite por dos radios. Los sábados de 12 a 13 horas sale por Radio Zónica, la más escuchada de Internet; y los domingos de 12 a 14.30 por Radio Argentina AM 570. Acompañan a Golo: Bruno Cenci, Alfredo Silva, Ivan Kustin, Claudio Sessarego, Héctor Artesi y Ana Clara Altavista.¬ El autor realiza un resumen humorístico de las noticias y pasa fragmentos de programas de televisión agregando comentarios con chistes. A lo largo de tantos años, ‘Golo…sinas’ ha cosechado infinidad de premios
¿Cuándo sintió que tenía un gran potencial para el humor?
En realidad, yo creo que mi vida artística comienza en la escuela, solía imitar o hacerles chistes a los profesores, sobre todo al de matemáticas, con quien luego nos hicimos grandes amigos, pero en esa época me echaba siempre de las clases. De algún modo ahí descubrí que tenía un potencial para las respuestas rápidas y precisas que provocaba risas entre mis compañeros de clases. Entonces, un día le dije a mi madre que tenía pensado ir a Buenos Aires para convertirme en actor. Y recuerdo que a ella no le gustó mucho la idea porque una vez fuimos a un circo y había un payaso actuando que le provocó el comentario de que no quería que yo me dedicara a eso. Pero yo le dije que lo mío se trataba de otra cosa muy distinta. A los dieciocho años me tocó hacer la Colimba y me fui para Buenos Aires. Un día salimos de franco con el uniforme puesto junto a un amigo y me acompaña a esperar la salida de Jorge Marchesini Locati. Mi amigo, de apellido Majul, se le acerca a Marchesini y presentándomelo le dice que yo yacía unas imitaciones hermosas, que me diera una oportunidad. Y ahí mismo, en la calle, comencé a hacerle algunas imitaciones. Le gustó tanto, que me dijo, perfecto, el domingo que viene debutas en Farandulandia. Increíble, ¿no?
El programa que hacían Marchesini Locati y Carlos Bala
Sí, también estaba Guillermo Rico, de “Los grandes del buen humor”, y Nelly Beltrán. Y comencé a actuar. Al año siguiente, comencé profesionalmente. Yo estudiaba ciencias económicas y abandoné. Uno de mis personajes, casi te diría, fue antecesor de El Contra, que hacía Juan Carlos Calabró. Junto a Aldo Cammarota, hacíamos una gran variedad de personajes, también estaba Radio Paponia, en lugar de Radio Colonia. Imitaba a Bernardino Veiga, relator de fútbol y boxeo, también a Enzo Ardigó que, recuerdo, tenía un lenguaje muy elevado. Luego viene la etapa de “La revista dislocada” en radio Splendid.
¿Ahí es cuando comienza a escribir?
Sí, hacíamos los libretos completos de todos los programas. Un día Délfor Dicásolo nos cita a Pepe Biondi y a nosotros en su casa y así fue cómo se generó la posibilidad de trabajar para el maestro Pepe Biondi. Así que hacíamos La revista dislocada al tiempo que trabajábamos para Pepe Biondi en Canal 13. Por eso dejé de actuar,
¿Qué elementos eran sustanciales para usted en la época que escribía aquellos libretos?
Una vez que recibía el libro, lo más importante para mí era pensar sobre los remates. Teníamos absoluta libertad para escribir. Recuerdo el programa “No me mientas Bertolotti”, que hacía Estela Vidal junto a Raúl Rossi. El trabajo con Pepe Biondi fue extraordinario porque necesitaba con urgencia libretos así que nos pusimos a trabajar rápidamente. Pepe Biondi era una persona muy generosa y responsable de su trabajo, muy detallista. Yo aprendí todo de él, incluso te diría que ahí nació la importancia de los remates en un chiste. Pero el trabajo era a la inversa, comenzar por el remate para luego definir el tema. Pepe Biondi tenía un personaje que se llamaba Pepe Curdeles en el programa “Viendo a Biondi”, que salía por Canal 13, los viernes a las 21. Era un éxito total que duraba media hora, apenas. Sin embargo, se ensayaba mucho. Porque, como te dije, Pepe Biondi era muy detallista con su trabajo.
¿Recuerda algún guionista referente para usted de aquella época?
Sí, Abel Santa Cruz, una figura en el mundo entero.
¿Trabajar con Pepe Biondi significó un cambio importante en su carrera?
Una cuestión que puede parecer pequeña pero que para mí es muy importante, ya que quedó en el imaginario colectivo a partir de la televisión, fue el término “patapufete”, escrito por mí. Y Pepe Biondi, le gustó tanto que decidió seguir utilizando. Antes te dije que Biondi era muy exigente. Te doy un ejemplo, en aquella época era tan difícil tener teléfono que yo iba a una confitería para llamarlo por un texto que nos estaba faltando para el otro día. Y me dice que le diga las posibilidades. Entonces yo le empiezo a dar una serie de ejemplos y no le gustaba ninguno. Media hora me tuvo así, hasta que de repente se acordó del primer ejemplo que le había dado y decidió que fuera ése el que quedara en el libreto.
Una vez que termina el ciclo con Pepe Biondi, ¿cómo sigue su trabajo?
Luego de aquel ciclo tan exitoso al punto de ser ternado en Aptra, me quedé sin trabajo. Al tiempo me llamaron de Venezuela para escribir. Y un día me llamaron de Canal 9 y así comienza otra etapa en mi vida, muy importante. Escribía todos los días. Tenía reuniones con Alejandro Romay una vez por semana. Legué a tener seis programas semanales. También hicimos un programa infantil con Tato Cifuentes, “El club de Popeye”. Después surgió hacer el famoso “Chasman y Chirolita”. De aquella época lo más importante donde incluso actuaba fue “La cantina de Calígula”. Habré estado veinte años ininterrumpidos. Luego entré a trabajar en Canal 11 para un programa que se llamó “La foto”, que duró casi un año. En aquel programa estaba Fidel Pintos y Juan Carlos Altavista, entre otros. ¿Viste cuando ves un álbum familiar? Con fotos de cada día de la semana se abordaban las temáticas a partir de distintas profesiones y oficios. Recuerdo que fue ahí cuando inventé la reunión de consorcio… En radio, también lo hice, y yo era el administrador.
¿Cuál es para usted la diferencia entre escribir para televisión o radio?
En aquella época, al menos para mí, era más sencillo escribir para televisión que para radio. En principio por una cuestión de tiempo, en radio era mayor y además es todo letra. En cambio, la televisión permite más alternancias con música, paisajes y pausa, entre muchas otras cuestiones. Aprovecho esta pregunta para decirte que me parece muy bien el trabajo que está realizando actualmente Argentores, en la visualización, protección y reconocimiento de los autores. El autor muchas veces fue un autor anónimo.
