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OBRA EN CONSTRUCCIÓNEntrevista a Santiago Fernández Calvete, autor y director de la aclamada película Sangre vurdalak.

“Mi relación con el género de terror se dio un poco de casualidad”, dice Santiago Fernández Calvete durante la entrevista realizada por Argentores en el marco del ciclo Obra en construcción. “El productor de mi primera película Juan Pablo Gugliotta junto a su socia Nathalia Videla Peña de Magma Cine habían leyeron un guion mío y decidieron apostar que fuera mi ópera prima, mucho antes de que existiera lo que después fue Blood Window, que es un mercado latinoamericano de cine de género, me refiero a La segunda muerte, y me fue muy bien. Pude ir a los Festivales que quería, como el de Sitges. La película se estrenó en BAFICI, primero, y luego tuvo un lanzamiento comercial que me abrió las puertas del género fantástico”.
Santiago Fernández Calvete estudió cine en Buenos Aires en el CIC (Centro de Investigación Cinematográfica) y durante varios años se dedicó a trabajar en diferentes largometrajes cubriendo roles de producción y dirección. En el año 2000 se especializó en guion en la escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, Cuba, y en 2002 colaboró en el guion del filme “Bajar es lo peor”y fue llevando su carrera cada vez más hacia el guion. En 2007 escribió la primera versión de lo que fue su primera película, “La segunda muerte”, que termina filmándose en 2010 y proyectándose por primera vez en el BAFICI en el año 2012. El filme se estrenó comercialmente en la Argentina en marzo de 2014. En 2014 filmó “Testigo íntimo”, un thriller más convencional que significó el regreso a la pantalla grande de la supermediática Graciela Alfano. “Sangre vurdalak”, fue estrenada en 2021

El guion de Sangre vurdalak está basado en una novela de Alekséi Konstantínovich Tolstói, ¿es una adaptación?
Esa novela,“La familia del vurdalak”, yo la leí durante mi adolescencia y desde entonces tuve esa historia siempre presente. Sobre todo la situación dramática del padre que va a cazar el vampiro y, al volver, la familia no sabe si es el mismo de siempre o se convirtió en un monstruo. Pero no es una adaptación en el sentido literal del término porque lo mío es una versión muy libre. En un principio yo estaba haciendo una investigación para otra película de vampiros que estaba escribiendo y me acordé de esta historia de Alekséi Konstantínovich Tolstói, pero decidí no volver a leerla y trabajar con lo que recordaba. Me resultaba raro que no se hubiera hecho una película sobre ese libro y, cuando me puse a buscar, había ya no una, sino varias. Entonces quise sacar esa primera versión lo antes posible, manteniendo el corazón de la historia. No me interesaba quedar atado al material original, todo lo contrario. Escribí una primera versión en un par de meses y se la di a leer a un amigo guionista y en su devolución me dijo que pensaba que me había equivocado de protagonista, porque la que más sufre todo esto que sucede es la chica. Tenía razón. Reescribí el guion durante un par de meses. Magma Cine iba a producirla pero desistieron, entonces decidí aplicar a un concurso del INCAA y ganamos. Todo fue bastante rápido. Antes de renovar los derechos, la película ya estaba estrenada en un festival.
¿Te planteás el género de terror como puente tendido para desarrollar otras temáticas?
En el último tiempo se realizan películas de género muy interesantes que no son estrictamente de terror sino que también mezclan con la tragedia o el drama y eso hace que tengan más peso las historias. Me gusta eso y fui por ese camino en “Sangre vurdalak”, donde el retorno del padre hace desintegrar una familia que antes estaba bien conformada con sus reglas internas. De pronto se desmorona todo. Podría tener un equivalente a lo que podría suceder luego de la muerte de un padre. Otra línea que trabajé muy escondida es la hipótesis de un abuso intrafamiliar. Recuerdo que preparando un pitch del proyecto en Ventana Sur, terminé de entender que se trataba de una película sobre los vínculos más que de vampiros. Hay una especie de pelea generacional que estalla, una negación sistemática de la protagonista que conduce a la tragedia a toda la familia. Y mucho miedo, sobre todo, a enfrentar al padre y ese monstruo. Todas esas capas que le fui encontrando a la historia, terminaron convirtiéndose en lo más importante.

¿Cómo fue el proceso en la escritura del guion?
Yo soy de escribir guiones cortos porque la experiencia me dice que, al menos que tengas una gran productora detrás en términos de presupuesto, en la preproducción, de cien páginas que puede llegar a tener originalmente un guion, te quedan setenta porque no se va a poder filmar. Por eso prefiero escribir teniendo muy presente eso, quiero decir que no falte ni sobre nada. De esa manera, en frío y en las sucesivas versiones, uno puede saber que el material que tiene es todo lo que necesita y no perdés tiempo ni recursos en cosas que luego quedarán fuera del montaje. Yo me propongo ser muy sintético, que no sobren diálogos o se cuente algo que no hace falta. Recuerdo una frase que me dijo un profesor de guion: “El guionista es un mal educado, tiene que llegar tarde a la escena e irse temprano”. Podés quedarte con eso o también generar un efecto dominó, es decir que una escena lleve a la otra o que una sea la respuesta de lo que queda en suspenso en el final de la escena anterior. Esto no se logra todo el tiempo ni durante toda la película. Pienso estas cosas en términos de objetivo, sabiendo que también soy falible. Cada vez que interviene un personaje trato de que no tenga más de tres líneas de diálogo, en la medida que no haga falta, por supuesto. No vas a leer nunca en un guion mío con largas intervenciones de un personaje. Por otro lado, si bien no me ato al texto sé que hay diálogos que los necesito por diferentes motivos y esto lo hablo previamente con las actrices o los actores y el equipo.

En el caso de Sangre vurdalak, sos autor y director, ¿ qué cuestiones te planteás primero en este doble rol?
A mí me gusta que el equipo que conformo trabaje con absoluta libertad, siempre y cuando se haya entendido qué historia quiero contar. Conversar mucho y buscar referencias visuales para que los integrantes del equipo tengan parámetros es una manera de generar entendimiento. Porque uno puede saber lo que dijo pero no lo que el otro escuchó, diría Lacan. El error es escribir creyendo que los demás van a entender todo exactamente igual a como vos lo imaginaste. Esto no significa tener una obsesión en los detalles, es una cuestión de ambiente y sensaciones conceptuales. Si no sos claro puede surgir la improvisación y eso, en cualquiera de los roles, sin tener bien claro qué película estamos haciendo, resulta muy problemático. En el caso de Sangre vurdalak estoy plenamente conforme en el modo que logramos articular el proyecto, incluso generamos una hermosa relación con mi director de fotografía Manuel Rebella con quien parecía que llevábamos trabajando juntos hace veinte años y era la primera vez. También me sucedió con Pablo Mestres, el director de arte. Es interesante cómo se generan los vínculos cuando hay un buen equipo de trabajo, muchas veces surge a partir del humor, ciertos chistes que te ponen en sintonía Esto lo pienso, recordando que tuvimos una preproducción caótica, no sabíamos si filmábamos tres semanas o cuatro,por ejemplo, o si sería en Córdoba durante una semana o no, y lo fuimos descubriendo a medida que avanzaba la preproducción. Volviendo a la cuestión del guion, pienso que, cuando sabés que tenés limitaciones, te centrás más en lo dramático.
Hay una poética que se pone de manifiesto en Sangre vurdalak, ¿se podría pensar como una búsqueda de proyecto estético o cada proyecto te lleva planteos distintos?
A mí me gusta que me incomode la película, en el sentido de que sea siempre un proyecto nuevo y un desafío. Pero sí tengo una manera de escribir que tiene algo de lúdico, casi podés intuir el montaje mientras vas leyendo el guion que, por otra parte, siempre tiene acotaciones sobre los diálogos, sobre la acción, los ruidos los pongo como onomatopeyas, por ejemplo, y, como te dije antes, soy concreto y breve al momento de plantear las acciones y descripciones para que sea agradable de leer, sabiendo que no es literatura y no es necesario media página de descripción de un decorado, salvo que quiera destajar algo en particular, entonces planteo sensaciones en ese caso, sabiendo que director de arte lo hará mejor que lo planteado por mí en un papel.

14 / Abr / 2023