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OBRA EN CONSTRUCCIÓNEntrevista a Diego de Miguel: “La ficción nos permite vivir todas las experiencias humanas posibles”

Para la sección Obra en Construcción, entrevistamos en esta oportunidad a Diego de Miguel, recientemente merecedor del premio Estrella de Mar en la categoría “Mejor Autor Nacional” por su obra Vacaman. Actor, dramaturgo y director teatral, Diego de Miguel estudió actuación en la Escuela de Teatro de La Plata y Dramaturgia en la EMAD. Es docente de la ETLP, donde dicta las materias Historia del teatro I, Análisis del Espectáculo, Teorías y tendencias teatrales contemporáneas y Dramaturgia. Estudió actuación con Ricardo Bartís, dramaturgia con Mauricio Kartun, y dirección con Rubén Szuchmacher, entre otros. Espectáculos: Tres, tres, tres (2002), ganadora de Comedia Municipal de La Plata; Lo que trae la lluvia (2005); La bestia que habita la noche (2009); Mirapampa (2011); El país de los muertos (2013); La revoluta (2016); El Perdido (2016), texto ganador del Concurso de Dramaturgia 2015 del CPTI; y Con el cuchillo entre los dientes (2018). Sus espectáculos Mirapampa, La revoluta y Con el cuchillo entre los dientes han representado a la provincia en tres Fiestas Nacionales de Teatro: 2013, 2017 y 2019. Dictó talleres y seminarios para instituciones como el INT y el CPTI. Su última obra, Vacaman (2021) ha obtenido el 2do. premio en el Concurso Potencia y Política, organizado por la Cámara de Diputados de la Nación. Es integrante de El Viejo Almacén ‘El Obrero’, un grupo de espacio teatral fundado el 12 de abril de 1996 en la ciudad de La Plata. Ha producido más de una veintena de espectáculos que han participado de numerosos festivales nacionales e internacionales: FIBA, Festival Internacional de Bahía Blanca, Vicente López en escena, y otros.
“Vacaman es una obra que empecé a escribir en el marco de la pandemia. Yo tenía una imagen de inicio que era sobre el catch, un mundo que me era muy cercano porque de chico había visto a la compañía de Martín Karadagian. Hay cierta teatralidad en el catch, de hecho hay una frase del Ancho Peuchele, un mítico luchador que encabeza la obra, donde dice que el catch es como el teatro. Entonces ahí encontré un paralelismo que me interesaba, el hecho de pensar esta compañía de luchadores como una analogía de las compañías de teatro, me refiero a El Viejo Almacén ‘El Obrero’ que ya tenemos veintiséis años de trabajo juntos y podríamos decir que somos una especie de familia. Esto más la máscara como tema, que no era tan pregnante en el caso de Argentina como en México, aunque si había luchadores enmascarados. Y lo tomé para la obra, de hecho en Vacaman está el mito de que nunca se sacó la máscara. Inicialmente la idea era resolver la obra con dos personajes, que serían Vacaman, el protagonista, un luchador mítico caído en desgracia y un discípulo que se llama El Rayo Misterioso, que le contaba al público la historia de Vacaman mientras interactuaba con el personaje. Esa era la idea de inicio. La obra se trabó durante mucho tiempo, no podía resolverla con dos personajes. Terminé descartando el proyecto hasta que murió Diego Maradona. Ahí entendí que era Vacaman, quiero decir que es un poco Maradona y otro poco todos los ídolos populares. Una proyección de todos nuestros mitos, me refiero a los argentinos, que son distintos, por ejemplo, a los mitos de los norteamericanos. Su muerte impregnó toda la poética de Vacaman. Escribí la obra muy rápido, en un mes prácticamente”.

¿Desde qué perspectiva pensás la construcción de lo heroico?
En nuestro caso, nosotros somos un grupo de teatro que venimos trabajando sistemáticamente sobre tópicos populares, mundos que tienen que ver con estaciones ferroviarias o el mundo del fútbol, también las utopías revolucionarias, es decir una serie de temas que están cruzadas e intervenidas por una mirada de lo popular y no son héroes en el sentido clásico sino a la manera que decía Bertolt Brecht con aquello de pobre del país que necesita héroes. Un país se construye a partir de la gente común con todas sus circunstancias. Esas zonas de lo popular son las que a nosotros nos interesan y sobre las que trabajamos habitualmente. Vacaman refleja eso y en su vida también nos está contando la historia Argentina. Yo entiendo la dramaturgia como una escritura provisoria tendiente a convertirse en otra cosa. Creo que el valor de la dramaturgia no está necesariamente en la palabra sino en la potencia escénica que contenga. En ese sentido el mundo del catch ya nos proveía cosas muy interesantes teatralmente hablando, las máscaras, los vestuarios, los colores. Hay una obra de catch con la cual esta obra dialoga, , que es desde Desde la lona de Mauricio Kartun, en esa obra se plantea,desde un luchador perdido cerca de Bahía Blanca, los años 90 y el derrumbe de las utopías de una manera muy poética. Trabajé una continuidad a partir de un personaje que está en Desde la lona y vuelve a aparecer en Vacaman.

Una forma de poner de manifiesto que el arte está hecho de diálogos secretos, referencias y homenajes
Por supuesto. Además Mauricio Kartun fue mi maestro y teniendo esa referencia no podía dejar de hacer ese vínculo. A través de la vida de Vacaman como personaje se va contando la historia Argentina en momentos muy significativos que establecen una especie de relación entre la vida del héroe y la del país. De hecho es algo que uno puede ver en el propio Maradona. Si uno analiza su vida y los sucesos en el mismo período de la historia Argentina notará que hay una sincronía, es decir como si Maradona hubiera estado de algún modo conectado con el país. Es bastante asombroso esto, pensemos por ejemplo que en 2001 Maradona estaba destrozado, los mismo que Argentina. La recuperación democrática de nuestro país, a comienzo de los 80, es el momento de gloria también de Maradona. Hay muchas resonancias en este sentido. Maradona muere en el marco de una pandemia. Por eso te decía lo de la sincronía, como si Maradona fuera el eco de algo mucho más grande y por eso como figura mitológica nos sintetiza todo el tiempo. En Vacaman estaría el mismo procedimiento. Es decir que hay un planteo sobre lo que hace a un héroe mitológico y esto es el modo en que se expresa a través de su vida ese pulso, ese sentir más global. Eso es lo que yo me propuse trabajar con Vacaman

VACAMAN
Elenco
Mauricio Serrano – Vacaman
Pablo Nakandakare – El Rayo Misterioso
Edgardo Desimone – Moreira / Pombero
Estefanía Marconi – Virgen / Pinky / Mujer
Juan Pablo Juárez – Quique / Muchacho
Fabián Vasco Andicoechea – El Armenio / Coquena / Doctor
Claudio Negro Cogo – Cacho / Gauchito Gil / Relator
Bruno Mux – Hombre / Luchador / Muchacho
Sol Santacá – La Luz Mala
Diseño sonoro y ‘Tema de Vacaman’ Manuel Falcón
Diseño de Vestuario Eliana Cuervo
Iluminación Claudio Cogo
Escenografía Sol Santacá
Dramaturgia y Dirección Diego de Miguel
Producción Viejo Almacén ‘El Obrero’
En Vacaman en términos de interpretación hay una interesante relación entre estructura y sentido
A mí siempre me atrapó mucho algo presente en las obras de Shakespeare, que es una especie de dramaturgia en capas como si pudiera reconocer no ya un público homogéneo sino fraccionado por intereses… ¿Querés romance? Habrá romance. ¿Lucha y acción? ¿Poesía? También las tendrás. Esa idea de trabajar la dramaturgia en capas siempre me interesó. Y en el caso de Vacaman yo creo que la obra presenta al menos cuatro áreas de sentido. Por un lado, está la historia literal, la idea del catch y su personaje. Por otro, hay una construcción de lo popular y más específicamente, diría, del peronismo. Uno puede leer la obra con esa clave. En tercer lugar estaría la estructura metateatral, es decir que en realidad la obra no refiere directamente a luchadores de catch sino a los actores. Hay muchas referencias en ese plano cuando Vacaman nos habla del teatro. La cuarta línea de interpretación tiene que ver con Maradona. De hecho lo que le va pasando a Vacaman es una cronología más o menos exacta de lo que le va pasando a Maradona. Si bien la obra va develando muy gradualmente esto último, la referencia es explícita. Me interesa esa organización de sentido en capas porque el público no necesariamente se engancha con todos esos campos. Es decir que hay una intención de tener varios públicos y no el ideal. A partir de que expandís las zonas poéticas, abrís también distintas interpelaciones desde el espectáculo. Por eso hay diferentes registros muy distintos cumpliendo la misma función. En Vacaman hay una escena de catch y en mi concepción de la dramaturgia creía que era la escena que el público iba a esperar. Cuando montamos el espectáculo, resultó así, efectivamente.
¿Cómo es tu proceso de escritura?
Tiene que ver con algo que, en su momento, me recomendó Mauricio Kartun, y es el de partir con imágenes. Así el proceso de escritura se convierte en un modo de conocimiento y no de un saber a priori. Aquello que Kartun llama El acopio, y que es básicamente leer mucho, recolectar todo lo que resuene con el mundo de la obra, me refiero a colores, sonidos, texturas, noticias, novelas… En el caso de esta obra ya no sé cuántas biografías leí y cuantas luchas de catch vi. Toda esa información que vas recopilando de algún modo facilita la escritura porque cuanto vos más conocés el mundo del que estás escribiendo, la escritura deja de ser abstracta, en el sentido de que escribís sobre temas que percibís vívidamente. En general yo no quiero decir nada, ¿en qué sentido? Si uno ya sabe lo que quiere decir, la escritura se torna algo mecánico o incluso bajo el dominio del moralista que uno es y ahí muy probablemente te trabes porque ya no hay zona erótica ni lúdica de la escritura. En cambio, cuando vos no sabés muy bien sobre qué estás escribiendo lo hacés un poco más irresponsablemente. Por supuesto que, en un determinado momento, tenés que pasar a otra instancia y pensar qué temas aborda el texto. En general, eso me sucede cuando ya llegué a tres cuartos de escritura. Hay que confiar en el aspecto menos racional de uno, dejar fluir sabiendo que hay lugares del imaginario personal. Sucede muchas veces que uno descubre cosas que piensa que no son exactamente las que creía que pensaba. Lo cual es muy interesante como proceso de autodescubrimiento. La escritura, en ese sentido, te pone en crisis con vos mismo.

El metalenguaje en la obra permite reflexionar, entre otras cuestiones, sobre el vínculo entre ficción y realidad
La ficción no siempre es posterior a la experiencia. Quiero decir que no siempre la reproduce. A veces la ficción construye un modo de la experiencia. Fijate, hace unos días fue el día de los enamorados y perfectamente podemos pensar el amor como una construcción de la ficción. Así como el concepto de lo heroico. Las ficciones han construido mitologías alrededor de los problemas humanos. Y eso muchas veces nos sirve para nuestra vida cotidiana porque la realidad replica muchas a veces a la ficción. Construye saberes. Es un funcionamiento dialéctico. La ficción nos permite vivir de alguna manera todas las experiencias humanas posibles sin tener que pagar los costos, como si te dijera vivirlo todo con impunidad. Ese es el atractivo que nunca caducará de la experiencia ficcional. Esto nos suple el problema humano de tener una sola vida. Fijate que la ficción suple los tiempos muertos, vamos siempre a los momentos de mayor intensidad y nos aporta un saber real, aunque indirecto, sobre lo humano. El procedimiento del teatro o el cine es vivir en el cuerpo de otra y otro. Y de algún modo para que esto suceda también hay que suspender cierto plano crítico. El hecho de que el teatro se constituya a partir del cuerpo presente y un suceso efímero, esto lo coloca en el lugar de un presente continuo. Siempre el ahora. Por lo tanto, el teatro pareciera colocarse en la zona de captar, entre otras cosas, los debates públicos, las tensiones sociales, lo que fricciona en el imaginario colectivo. En esa dimensión el teatro es siempre político. Sin olvidar que requiere el foro, a diferencia de otras artes.
17 / Mar / 2023