Revista Florencio
¿UN FUTURO IMPREDECIBLE?
Antes de entrar de lleno en el análisis de este apasionante tema, conviene informar a lectoras y lectores acerca del significado y funcionamiento básico de los NFT. Comencemos por el nombre: NFT son las iniciales de token no fungible (en inglés, non fungible tokens); se trata de un activo digital encriptado, bajo un número de identificación único e inviolable (token). Es decir, que se trata de registros numéricos único e inviolables (tokens) que por ser únicos no se pueden canjear por iguales, es decir, no son fungibles (intercambiables, como sí lo es, por ejemplo, el dinero). La tecnología que lo sustenta, llamada Blockchain, garantiza las condiciones de seguridad que han hecho tan populares a las llamadas monedas digitales o criptomonedas, por citar un ejemplo bastante difundido en los últimos tiempos de las funcionalidades y alcances de dicha tecnología. En tal sentido, no avanzaremos en una explicación más pormenorizada de la misma, que insumiría un informe aparte del presente. Precisaremos, sí, que la encriptación de información vía blockchain vuelve inviolable su registro. En el caso de los NFT, se trata de un tipo especial de token criptográfico que representa algo único y, desde luego, también inviolable. Tal como adelantamos líneas más arriba, los token no fungibles no son, por lo tanto, intercambiables de forma idéntica, como ocurre, por ejemplo, con valores de cambio, como el dinero. Ejemplo de valores fungibles son entonces: las ya mencionadas criptomonedas digitales y, por extensión cualquier tipo de moneda. En cambio, retomando el razonamiento inicial, los valores no fungibles se caracterizan precisamente por su condición de únicos e irrepetibles. Ejemplo de valores no fungibles: las obras de arte. Una obra de arte no tiene un igual, salvo que se trate de una falsificación. Su valor legal y económico consiste precisamente en su condición de única.
Tenemos entonces que los NFT surgieron, bajo el amparo de la tecnología Blockchain, como una forma de garantizar la condición de única de diversos tipos de criptografías (imágenes como obras de arte, fotografías, dibujos, etc.) consignadas de forma encriptada vía Blockchain. La mencionada tecnología, que los ampara y soporta, hace posible que estos criptoactivos funcionen como una certificación de autenticidad y una garantía de quién es el propietario de dicho registro.
Según el sitio digital ThinkBig, Alberto Muñoz Cabanes, profesor del Departamento de Economía Aplicada y Estadística de la UNED y conocedor del mundo cripto, lo resume así: “Un Non-Fungible Token o Token No Fungible es un activo criptográfico representado en una blockchain que posee códigos de identificación y metadatos únicos, lo que nos permite distinguirlos entre sí”.
Esta posibilidad de distinción, unida a la inviabilidad de falsificar la blockchain, permite al poseedor de un NFT garantizar que él es su propietario y que el token es auténtico.
Desde su creación e implementación, su historia, tan reciente como plena de matices y vaivenes, y sus posibilidades de desarrollo futuro, han dado lugar a toda clase de especulaciones sobre sus potencialidades.

Un poco de historia
Según Marta Sanz Romero[1], los NFT surgen hace varios años a través de Ethereum, una red que produce criptomonedas. La clave de su funcionamiento se relaciona directamente con la tecnología Blockchain o cadena de bloques, cuya estructura es muy difícil de hackear o manipular. Cada bloque de la cadena contiene una información determinada, como los datos de una obra de arte o los de una transacción de criptomonedas. A raíz de esa información se crea el hash, un código único que conecta un bloque con el siguiente, haciendo crecer la cadena. Dicho código, (o token) es un número que garantiza el carácter único del contenido u obra a registrar, funcionando a manera de certificado digital de autenticidad, asociado al archivo digital, que se expone en plataformas especialmente diseñadas para tal fin. El carácter de no fungible que completa el nombre se refiere, precisamente, a que no puede ser sustituido.
Orígenes: pasión por coleccionar
Según la misma investigadora, el origen y posterior crecimiento de los NFT se debe, en principio, a la pasión por el coleccionismo de los CryptoPunks y CryptoKitties, que fueron los primeros proyectos que alcanzaron una relevancia significativa en el rubro y despertaron el interés por el llamado cripto-arte[2]
Esta moda, consistente en coleccionar pequeñas imágenes de solo 8 bits, en menos de un año explotó hasta ocupar lugares de privilegio en los medios de comunicación y en las preferencias de algunos inversores. En una célebre «broma» por Twitter, el magnate Elon Musk amenazaba con vender una canción sobre los NFTs que, al parecer, había creado él.
Al margen de las excentricidades del magnate de SpaceX, un video del artista Beeple se llegó a vender en casi 66 millones de dólares. El DJ 3LAU por su parte, subastó 33 ‘tokens’ de sus discos digitales en más de 11 millones de dólares. Basten estos dos ejemplos para una aproximación a las cifras millonarias que comenzaron a moverse alrededor de esta singular forma de negocio digital.
Auge
Según Bárbara Bécares[3], el año 2021 fue el de la explosión de unos novedosos activos de blockchain: los NFT o Tokens No Fungibles. Presenciamos ventas multimillonarias y sorprendentes, como un píxel (literalmente) gris, un meme, unos dibujos en PNG de unas rocas o fotografías de un joven delante de su PC. Pero en NFT también terminó resultando posible comprar propiedades en un mundo paralelo, el llamado Metaverso.
Por su parte Carlos Alcocer de AMGaleria, la primera galería enteramente digital de Latinoamérica, llegó a augurar que hay mucho de moda pasajera, pero también un prometedor futuro en esta tecnología: «lo que estamos viendo ahora es la punta del iceberg, yo creo que en cuanto la gente empiece a agregarle un valor utilitario al NFT, va a ser parte del día a día de la sociedad y va a explotar totalmente».
Por su parte Marta Caro, del portal GQ, historiaba de esta forma el crecimiento de este fenómeno [4]:
Hace justo un año, las siglas NFT eran desconocidas para el común de los mortales. Hace ocho meses, revolucionaron el mundo del arte después de que The First 5000 Days, el collage del artista digitalBeeple, se vendiera por un cifra cercana a los 70 millones de dólares en Christie’s. Hace cinco, Mark Zuckerberg anunció sus planes para conquistar el Metaverso, un mapa digital en busca de territorio en el que los NFT serán piezas fundamentales de su economía. Fue entonces cuando la prensa comenzó en tromba a preguntarse qué demonios era un NFT. Por eso ahora ya sabemos que no son las siglas de una cadena de comida rápida, aunque las tengamos hasta en la sopa, sino certificados que aseguran la propiedadsobre un objeto digital exclusivo. Si además de palabra del año, la RAE hubiera elegido también un acrónimo, no cabe duda de que NFT se habría llevado la distinción.
Video Juegos
Uno de los territorios donde los NFT tuvieron mayor desarrollo e impacto fue sin dudas el de los video juegos. Joao Cómodo, del portal PRESSOVER consigna que [5]:
El auge del mercado de los juegos NFT durante el 2021 escaló a niveles impensables; competidores como Axie Infinity, Plant vs Undead o CryptoMines[6] entre muchos otros, lograron números realmente increíbles. Ganar dinero a través de un sistema basado en Blockchain era una realidad. Algunos de estos títulos se lanzaron en fases Pre alfa o beta (es decir, fases experimentales de los juegos) y la gran mayoría se los podría clasificar como lo que realmente eran/son “proyectos”, sin embargo, lograron reclutar gran cantidad de jugadores y mantenerse a flote. A medida que el tiempo avanzó, los rumores se extendieron, ¿era posible generar ingresos invirtiendo en un videojuego?, esta pregunta empezó a elevarse en sectores ajenos a este mercado, provocando un flujo mucho más amplio de personas queriendo ingresar en él. El nuevo modelo de negocios a mitad del año 2021 ya era claro y estos proyectos comenzaron a generar ingresos cada vez más altos.

Crisis
Hasta que las
bases en que este gran negocio se sustentaba comenzaron a dar señales de
precariedad e inestabilidad. Según Bárbara Bécares, en el citado artículo del
blog Gen Beta: [7] “Las ventas de NFT se han desplomado en Open Sea, que es la principal plataforma decompra y
venta de estos activos. La terminal Bloomberg ha publicado un informe realizado
por Nansen que afirma que en el último mes las ventas de OpenSea han caído en
un 67%. Las ventas generales de NFT en 30 días han bajado un 40% respecto al
mes anterior, según Nansen.
WhaleShark que es uno de los grandes «magnates» del sector de NFT porque tiene muchosde estos activos en su poder, ha dicho que «el dinero fluye demasiado rápido y sin sentido».
Incluso, una de las colecciones más reconocidos por su gran valor y popularidad, Bored Ape, ha bajado un 67%. Otras como CryptoPunks y Cyberbrokers han caído estrepitosamente: un 59% y un 42% respectivamente. Del top 30 de proyectos NFT, únicamente Azuki ha sido rentable el último mes.
¿También plagios?
En la misma nota se informa que: “Además de las caídas mencionadas, este sector está viviendo muchos problemas. Por ejemplo el plagio. OpenSea ya ha tenido que tomar medidas aunque muchos artistas siguen quejándose de cómo se les está robando sus obras sin permiso. El mercado digital tuvo que prohibir dos colecciones de su web: PHAYC y PhunkyApe Yacht Club (o PAYC) porque ambas se muestran como versiones casi idénticas a los avatares del Bored Ape Yacht Club.
Dicho en otras palabras: los bienes digitales protegidos por los NFT pueden estar amparados por un sistema de inviolabilidad, en cuanto a su condición de unicidad, pero no garantizan la legitimidad de sus orígenes.
Especulación desmedida e incontrolable
El mismo informe de Bárbara Bécares de Gen Beta puntualiza que otro grave problema, por ahora sin solución, es la especulación sin control, que en ocasiones acaba siendo una estafa. Según un informe publicado por la empresa de datos de blockchain Chainalysis, el mercado de NFT está plagado de personas que compran sus propios Tokens No Fungibles o NFT para conseguir subirles los precios.
A esta práctica se la ha denominado«wash trading»: comprar y vender un valor con el fin deengañar al mercado, algo que en el pasado se hacía en la bolsa de Wall Street y que lleva siendo ilegal desde hace décadas. El hecho de que el mercado de los NFT aún no cuente con una regulación, puede llevar a muchos tipos de estafas. Este «wash trading» también ha presentado un problema para el mercado de las criptomonedas.
Especulación rima…con contaminación
Para Marta Caro, en su informe ya mencionado en el Portal GQ, la cosa está que arde (sic). Más allá de que muchos consideran que los NFT se están cargando la obra de arte como objeto y de que abundan los parásitos que se apropian del trabajo de los demás y lo venden como NFT para obtener beneficios —al fin y al cabo, sólo hay que guardar un jpeg en el ordenador— la huella de carbono de la minería de criptomonedas, y en especial de Ethereum, asusta un poco. En diciembre de 2021, una sola transacción emitía unos 102,38 kilogramos de CO2, (Dióxido de carbono) el equivalente, según Digiconomist, a la huella de carbono de 226.910 transacciones con tarjetas VISA, o a 17.063 horas de visualización de vídeos de YouTube. Y sólo Ethereum registraba, en épocas de alto número de operaciones, cerca de 1,2 millones de transacciones diarias, el equivalente al consumo de energía de un país pequeño.
La alta capacidad contaminante de los NFT fue la razón que impulsó a los fans de grupos de K-Pop como BTS o BLACKPiNK a boicotear a las discográficas coreanas que, con el símbolo del dólar a modo de pupila, habían anunciado sus planes de hacer más caja aún del fervor coleccionista intrínseco a la música en general y al K-Pop en particular, un género en el que abundan los objetos mercadotécnicos de toda clase con los que demostrar que se es más fan que nadie.
Para muchos seguidores del K-Pop, los NFT no compensan el daño que se inflige al medio ambiente. Al fin y al cabo, no se está adquiriendo un objeto físico, ni siquiera una imagen, de la que tampoco se posee el copyright, lo que al menos otorgaría derecho al dueño a controlar la reproducción y a lucrarse con ella. Todo el mundo puede encontrar la imagen en Internet y descargársela, pero hay quien se siente mejor obteniendo un certificado de propiedad desprovisto de la imagen que se venera.
Alternativa: los NFT Verdes
En noviembre de 2021, el sello coreano Hybe anunció su alianza con la plataformade blockchain Dunamu para vender NFT a los fans de sus grupos, entre ellos BTS y Seventeen. Muchos de los seguidores de estas bandas sacaron los dientes y las uñas e inundaron las redes sociales con los hashtags #BoycottHybeNFT y #ARMYs AgainstNFT. Dunamu afirma que su huella de carbono es casi inexistente, ya que usa su propia plataforma de blockchain, llamada Luniverse, que es un millón de veces más eficiente en el uso de energía. Habrá que ver si los NFT verdes convencen a los fans para sacar la cartera. A algo similar tendría que recurrir la moda si pretende hacer caja con los NFT y, al mismo tiempo, respetar sus promesas de sustentabilidad.
El sector de los videojuegos también está oponiendo mucha resistencia. El mes pasado, GSC Game World, la desarrolladora ucraniana que está detrás del first-person shooter S.T.A.L.K.E.R., anunció que en la segunda entrega de la franquicia incorporaría NFT para comprar skins y obtener mejoras en la jugabilidad. La idea es que los jugadores dispongan de activos digitales únicos que podrán venderse entre ellos y usarse en distintas plataformas cuando uno de los grandes retos del Metaverso, la interoperabilidad, lo permita.
El anuncio desató la furia de los fans, que advirtieron que boicotearían el título, indignados ante la idea de tener que hacer micro transacciones por cualquier nimiedad que, consideran, no va a mejorar el juego ni va a otorgar ninguna ventaja a los jugadores, sino más bien aumentar los enormes beneficios que obtiene el desarrollador al vender sus títulos por unos 60 euros. GSC Game World no tardó en recular, y así lo comunicó en Twitter. La aplicaciónde chat Discord también intentó crear su propio monedero de criptomonedas, pero tuvo que retirar sus palabras ante el enfado generalizado de sus usuarios. Los jugadores de FinalFantasy XIV rechazaron de plano los planes de Square Nix de introducir NFTs en el juego y también han amenazado con abandonar el popular MMORPG porque consideran que los activos digitales no tangibles son una estafa y un intento de crear escasez donde no la hay. Para Phil Spencer, jefe de XBox, este instrumento es una manera de “explotar” a los jugadores y Steam, la distribuidora online de juegos digitales, ha prohibido la venta de videojuegos que hagan uso del blockchain.

Estado actual
Según un informe publicado por Infobae[8], en los últimos meses algunos de los token fueron vendidos hasta por USD 15 dólares, mientras que otros no valen nada. Volviendo a citar el informe de Bloomberg mencionado líneas arriba, el mismo puntualiza que un tercio de losNFT no vale nada y otro tercio está comercializado a un bajo coste, por lo que se podría decir que más de la mitad de estos está fracasando.
Muchos de ellos estánbasados en Ethereum y están siendo comercializados en la plataforma OpenSea. A pesar de que la mayoría se arrastra por los suelos, hay excepciones como Bored Ape y CryptoPunk que han logrado de afianzarse de sus clientes y mercado.
Business Insider señala que sólo el 1 % de los NFT se comercializó por más de USD 1.500 dólares, mientras que el 75 % se vendió por menos de USD 15 dólares. El informe señala asimismo en otro párrafo que los NFT que tienen valor han sido comprados o tienen la inversión puntual de personalidades de talla mundial como Madonna, David Beckham o son vendidos para movimientos sociales como el del gobierno de Ucrania. Fuera de eso, la mayoría no tiene valor.
Por otro lado, hay quienes comenzaron a vender sus NFT a menor precio, según refirió Fortune sobre el caso de alguien que vendió un Bored Ape Yacht Club por USD 224.000 dólares, es decir, unos 68.000 dólares menos de lo que le costó. Aun así, no existe un factor único que determine por qué perdieron su valor.
Futuro
En este contexto, el futuro de los NFT se presenta por lo menos incierto, como consecuencia directa del contraste entre las tendencias de algunos portales a exagerar sus posibilidades y los resultados de algunas operatorias que evidencian, por lo menos, aspectos de inestabilidad. El Portal I Proup[9] consigna que, sobre los NFT, pesan varios interrogantes, muchos que afectan al mundo todo, como la guerra entre Rusia y Ucrania o la inflación global, y otros más específicos de su área, como por ejemplo que muchos aún no le encuentran un valor añadido por un lado, y el número cada vez más creciente de delitos relacionados con las NFT, por otro.
Un dato que ejemplifica la situación es que el valor medio de negociación de los tokens no fungibles ha caído precipitadamente en los últimos tiempos, pasando de un récord de 6.300 euros a principios de año a menos de 1.800 euros, según Futurism.
Y, sin embargo, en franco contraste con lo expuesto, algunos portales se permiten una mirada esperanzadora sobre el tema. Isaac Suárez, desde el Portal Cripto Tendencia[10] se pregunta lo siguiente: ¿qué se puede esperar de esta clase de activos digitales, en este años 2022?
Hay un hecho indudable, los NFT seguirán creciendo en popularidad y muchos continuarán vendiéndose a precios astronómicos. Y si bien seguirán representando una manera para que los creadores de contenidos digitales se ganen la vida, no todos los artistas podrán abrirse paso en este mercado.
Sin embargo, señala por otra parte que, a medida que el mercado de los NFT continúe madurando y las obras de arte digitales continúen aumentando de valor, surgirá un proceso de refinamiento natural. Las obras de arte digital de alta calidad se clasificarán orgánicamente con las de menor calidad. Lo que significa que habrá más criterios para juzgar qué NFT son de mayor valor que otros. Los inversores prestarán menos atención a los «activos de moda», ya que los coleccionistas ejercerán una mayor prudencia y criterio a la hora de adquirir estos activos.
Es decir, que la inversión y operación en el mercado de los NFT no será promesa, per sé, de negocios prósperos, especialmente para aquellos generadores de criptoarte que no expongan productos con algún valor que seduzca a los potenciales inversores.
En resumen, el futuro de los NFT parece abierto, especialmente en determinadas áreas, más allá del criptoarte. Por ejemplo, al cierre de la presente nota, se habla de ellos como la herramienta ideal para desarrollar emprendimientos en el entorno Metaverso. Por no mencionar una línea de productos tokenizados relacionada con la figura de Diego Maradona, que se acaba de anunciar en estos días.
Pero de lo expuesto en estas líneas queda claro que también en los últimos tiempos, y tal lo apuntado en un comienzo, sus posibilidades de generar ganancias significativas han sufrido el impacto de factores condicionantes, que sugieren evaluar seriamente sus posibilidades antes de emprender negocios o inversiones basadas en tokens no fungibles.
Luis Sáez *
*El autor de esta nota agradece a sus compañeros
del Consejo de Nuevas Tecnologías por la ayuda y orientación prestadas para la
concreción de este informe.
[1] Revista “Computer hoy”, 20 03 2021
[2] La Universidad de La Rioja define la criptografía como un aspecto creativo basado en la creación de contenido digital. En él, tienen potencial para ser monetizados todo tipo de contenidos, como por ejemplo:
Diseños digitales, Imágenes, Loops, etc.
[3] Plataforma GEN BETA, 30 03 2022
[4] Fuente citada, 01 2022
[5] Fuente citada, 02 2022
[6] Videojuegos en línea basados en la red de Cadena de bloques en NFT
[7] Fuente citada, 30/03/2022
[8] Suplemento TECNO; 01 04 2022
[9] Fuente citada, 06 03 2022
[10] Fuente citada, 03 02 2022
9 / Ene / 2023