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Vienen Adrián Stoppelman y Fernando Quintans a dialogar con Beatriz Mosquera y Ricardo Halac
Sí, es un año de un éxito arrollador.
Empezamos con importantes autores hablando del proceso creador del artista. Hicimos un alto en el camino para escuchar a Andrés Fernández, que venía del sur y nos traía el mensaje de las islas: la guerra de Malvinas no ha terminado. Y ahora rematamos el año con el fenómeno que se cuela por todas partes: los hombres y mujeres que se suben a cualquier escenario, sea en un bar, una sala de baile, un teatro independiente o una sala comercial: son los devotos del stand up. ¡Y tienen cada vez más seguidores!
¿Por qué se llama Stand Up si es un monólogo de humor?
¿Qué dirían nuestros grandes monologuistas si escucharan esta expresión yanqui?
En una época remota los jóvenes accedíamos al espectáculo por la puerta de la revista. Entre las grandes vedettes, de pronto emergía de atrás de una cortina un hombre de traje y corbata. Había uno bajo, con voz cascada, ¡se llamaba Pepe Arias! Sus monólogos políticos eran saboreados como caramelos ácidos. ¿Cuántos lo siguieron por esa senda? La televisión amplió el radio de acción de esos maestros de lo que no se debe decir pero se dice con humor: Adolfo Stray y Tato Bores son algunos de los más importantes. Hoy Enrique Pinti es un digno representante de esa línea.
¿Cómo catalogaríamos el espectáculo Spam, de nuestro dramaturgo Rafael Spregelburd, un monólogo con efectos especiales que se representa todos los lunes? Algunos lo podrán definir como un Stand Up. Nos gustaría saber que opina él. Stoppelman y Quintans, que nos visitarán el jueves 20, ¿lo llamarían monólogo de humor?
En una época se decía que para ser un Stand Up, un monólogo tenía que reunir algunas condiciones: lo tenía que hacer el que escribía los textos; en él tenía que hablar de su vida personal y si tocaba un tema tenía que seguirlo hasta el final. Esta definición me remite a los 90, a “Seinfeld” y a su genial libretista, Larry Davis, que después llegó a una de las cumbres del humor norteamericano con “Curb your entusiasm”. Pero para hablar de todo esto y mostrar imágenes vamos a tener el jueves 20 a Andrés Stoppelman, humorista del programa La Mañana de Víctor Hugo Morales, y dueño de Pasan Cosas raras, que va los viernes por El Cubo. También estará con nosotros Fernando Quintans, que produce, dirige y actúa en una Selección de Stand Up todos los sábados en el teatro Liberarte desde hace 8 años.
¡Los esperamos el jueves 20 a las 19.30 en la confitería de Argentores! Como siempre, con bebidas, café y budín.
Ricardo Halac
Adrián Stoppelman
“Redacto 20 chistes por día para el programa de Víctor Hugo Morales”, dice. Tiene una amplia trayectoria en radio y en televisión, donde fue guionista de Peor es nada y Juana y sus hermanas. Ahora está los viernes a las 20.30 en El Cubo, con “Pasan cosas raras”. Trabajó con Midachi e hizo varias temporadas en Mar del Plata. A él le pertenece la definición siguiente de Stand Up: “es un show de monólogos de humor matizado con una puesta multimedia”.
Fernando Quintans
Produce, dirige y actúa en Selección de Stand Up todos los sábados a las 23 y a las 0.30 en el teatro Liberarte desde hace 8 años. Escribió la obra “La Oreja. Otra Vuelta”, basada en “La oreja” de Marcos Martínez. Fue productor y comediante en el Show de Stand up: “Pare de Sufrir”. Produjo y participó de diferentes shows como Stand up club, ¡Nos quedamos acá!, Comicasos, ¿Stand listos? Fue protagonista del cortometraje Verdades Vacías.
13 / Nov / 2014