Tuvo lugar el pasado jueves 1º de octubre de manera virtual
Entre las conclusiones del Congreso de la FESAAL, los directivos presentes destacarons los grandes logros de la Federación, alcanzando incluso importantes acuerdos con Federaciones audiovisuales de África y de Asia
El pasado jueves 1º de octubre se realizó vía Zoom el congreso anual de la FESAAL (Federación de Sociedades de Autores Audiovisuales Latinoamericanos). Participaron por Argentores Miguel Ángel Diani, Presidente de nuestra entidad; el Dr. Germán Gutiérrez, gerente de Relaciones Internacionales e institucionales; Walter Mourdad, jefe de Recaudaciones de Teatro; y Laura Garateche, jefa de Relaciones Internacionales. Por otra parte, participaron distintas sociedades de gestión de la región como DAC, también de Argentina; ATN, de Chile; AGADU, de Uruguay; REDES y DASC, de Colombia; SOGEM y la Sociedad Mexicana de Directores, de México; DBCA y GEDAR, de Brasil; Creadores PY, de Paraguay; EDAP, de Panamá; y DACAP, de Peru.
Durante el encuentro, Miguel Ángel Diani brindó un informe detallado sobre el impacto de la pandemia en Argentores y destacó que, a pesar de haber bajado en un 45% la recaudación de la entidad, se siguió cumpliendo con las obligaciones estatutarias, pagando pensiones, prepagos médicos y ayudas asistenciales, como así también se entregaron adelantos de derechos.
Por su parte, Walter Mourdad presentó un informe sobre la realización de obras de teatro por streaming y de cómo esta nueva modalidad ayudó en parte a las malogradas economías de dramaturgos y dramaturgas. A su vez, la señora Garateche ofreció un exhaustivo informe sobre la situación internacional y los problemas de recaudación generados por la pandemia.
Asimismo, cada una de las entidades participantes comunicó sobre la situación en sus respectivos países. REDES y DASC de Colombia, informaron que ya están recaudando y liquidando derechos de las cadenas Caracol y RCN de televisión abierta. ATN de Chile comentó que la Corte Suprema de Justicia de Chile confirmó los fallos en primera y segunda instancia a favor de ATN y, por ese motivo, ANATEL –la Asociación Nacional de Televisión de Chile– deberá comenzar a pagar derechos de autor a los guionistas y directores por comunicación pública.
Por su parte, la sociedad EDAP de Panamá, que representa a guionistas y directores audiovisuales, se encuentra en un importante grado de avance de su funcionamiento, gracias a la colaboración de Argentores, DAC y la FESAAL. En Brasil, a pesar de que ya tienen la ley, DBCA y GEDAR todavía no han podido convertirse en Sociedades de Gestión porque han habido muchos cambios políticos en su país y no consiguieron aún la autorización de funcionamiento. En tanto AGADU informó que está creando el área AGADU AUDIOVISUAL para contener a todos los guionistas y directores de Uruguay.
En otro tramo del congreso, Daniel Di Napoli, director de Sistemas de DAC, informó sobre el sistema de individualización y distribución de obras audiovisuales, denominado FESAALSYS. Dicho sistema fue creado para que pueda ser utilizado de forma gratuita por cualquier sociedad de gestión de la región y el mundo. De hecho, Colombia y Brasil ya lo emplean.
Mientras tanto, los doctores Gutiérrez y Luis Mangiavillano informaron sobre los problemas que causan en la región las asociaciones EGEDA e INTERARTIS. Ambas entidades, la primera de productores audiovisuales y la segunda de gestión de actores, procuran avanzar sobre el cobro de los derechos de guionistas y directores audiovisuales. Desde FESAAL se manifestó que sólo entidades de gestión de guionistas y directores pueden cobrar esos derechos.
Afortunadamente, la FESAAL se consolida día a día en la región. Recordemos que nació por la decisión de DAC y Argentores de impulsar la creación de sociedades de guionistas y directores en Latinoamérica. El 90% de la recaudación mundial de derechos de autor es por obras musicales, y el 10% restante se divide entre audiovisuales, dramáticos, visuales y literarios. Esto sucede porque hay muy pocas sociedades de gestión de autores audiovisuales y, por este motivo, se consideró imperiosa la formación de dichas sociedades. Hay mucha obra audiovisual en el mundo que no recauda derechos por falta de leyes o de las respectivas sociedades de gestión.
Hoy las cosas, aunque lentamente, van mejorando. En Latinoamérica fueron creadas sociedades y se fomentan leyes audiovisuales en Chile, Colombia, Brasil y Panamá, y ya hay avances en Paraguay y en Perú. En Uruguay, por otro lado, AGADU cuenta con el apoyo de la FESAAL para que administre los derechos de los guionistas y directores uruguayos.
Entre las conclusiones del Congreso, los directivos presentes aseguraron que la Federación ha realizado grandes avances, logrando incluso importantes acuerdos con Federaciones audiovisuales de África y de Asia, pero falta mucho más por materializar.
“Nuestro objetivo es lograr una red mundial del audiovisual para que todos nuestros autores puedan cobrar sus derechos sin importar en qué lugar del mundo se emita su obra. Esa es nuestra meta final. Y no nos vamos a detener hasta lograrla”, aseguraron.
El Principio del Film es un mercado latinoamericano de guiones inéditos de ficción que por primera vez se sumará a las ya tradicionales secciones de Ventana Sur. Una valiosa oportunidad para ofrecer, encontrar y producir guiones de calidad.
Esta primera edición, organizada en conjunto con Argentores (Sociedad General de Autores de la Argentina) y el SADA (Sindicato Argentino de Autoras y Autores), cuenta con la colaboración de: INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) de Argentina; ABRA (Associação Brasileira de Autores Roteiristas), CENA 15 – Centro de Narrativas Audiovisuais do Porto Iracema das Artes / Instituto Dragão do Mar y Projeto Paradiso (Brasil); Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Chile); Proimágenes Colombia; Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (Cuba); IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía); Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay (ICAU – Uruguay); y el CNAC (Centro Nacional Autónomo de Cinematografía) de Venezuela.
Un encuentro directo entre la industria y guiones que se han desarrollado con el apoyo de la última edición de programas de escritura de estas instituciones públicas latinoamericanas que los seleccionaron, bajo la tutoría de reconocidos/as profesionales.
“Era inmenso, con esa sencillez y naturalidad que tienen las inmensidades. Cualquiera fuese el rostro que tomara su talento-centenares de poemas, seis, siete volúmenes de reportajes reales o imaginarios, una decena de obras teatrales, medio centenar de guiones cinematográficos, un millar de notas dispersas por los diarios del mundo– cualquiera fuese el rostro que asumiera su palabra, todo estaba impregnado por el enorme poeta que era, poeta luminoso, enamorado, bendecido de humor y sabiduría”, escribió Eliahu Toker a propósito de César Tiempo, figura central e influyente en el panorama cultural y artístico de nuestro país.
Su primer nombre fue Israel Zeitlin y nació en Yekaterinoslav, Ucrania, el 3 de marzo de 1906 pero llegó a Buenos Aires junto a su familia poco antes de cumplir un año. En 1924 obtuvo la ciudadanía argentina y para entonces ya era parte del mítico Grupo de Boedo, donde afianzó el inicio de una forma de vida dedicada plenamente a la escritura. Falleció un 24 de octubre, hace cuarenta años.
Autor de obras teatrales, entre las que se destacan Pan criollo (1937), Yrigoyen (1973) escrita en colaboración con Ulyses Petit de Murat y El lustrador de manzanas (1957). Su legado como guionista es inmenso, comprende cerca de cuarenta obras, entre las que cabe mencionar Safo, historia de una pasión (1943) una película dirigida por Carlos Hugo Christensen y escrita en colaboración con Julio Porter, Martín Pescador dirigida por Antonio Ber Ciani y escrita en colaboración con Arturo Cerretanique, Las seis suegrasde Barba Azul también dirigida por Carlos Hugo Christensen y cuyos protagonistas fueron Pepe Arias, Guillermo Battaglia, Susana Freyre y Olga Zubarry. Película memorable, entre otras razones, porque fue el último trabajo de la recordada actriz Herminia Mancini.
A lo largo de su vida César Tiempo ha recibido numerosos premios y distinciones, entre los que se destacan el Premio Nacional de Teatro, el Premio Municipal de Poesía, Premio Municipal al Mejor Libro Cinematográfico y Gran Premio de Honor de Argentores (1980). Entre 1973 y 1975 se desempeñó como director del Teatro Nacional Cervantes. En 1978 mereció el Premio Sixto Pondal Ríos .
Entrevista a Gloria Peirano y Gustavo Fontán: “Compartir una zona de miradas con el otro es fundamental para trabajar en equipo”
Si bien ya compartieron otros proyectos es la primera vez que la escritora Gloria Peirano y el reconocido director de cine Gustavo Fontán trabajan juntos en guion que terminó convirtiéndose en La deuda, una película poética y de carácter existencial donde se aborda, entre otros temas, la relación que existe entre los vínculos sociales y el dinero. Desde el espacio Obra en construcción, junto a Irene Ickowicz y Graciela Maglie, Presidenta del Consejo Profesional de Cine de Argentores, invitamos a los autores para que nos cuenten sobre el proceso creativo y la experiencia que significó filmar una película como La deuda.
“En principio nace de una situación que veo hace muchos años en Banfield”, señala Gustavo Fontán durante la entrevista. “Ocurrió que, una mañana muy temprano, habían abandonado a unos gatitos. En un momento una mujer pasa caminando, los ve y los acaricia durante un rato. Cuando se va, uno de los gatitos la sigue. Ella está por cruzar la calle y se da cuenta de que el gatito está a su lado, entonces se agacha, lo levanta y lo vuelve a llevar con los demás. Y hace algo muy curioso, sale corriendo esperando engañar al gatito y el animal corre detrás de ella. En el momento en que la mujer cruza la calle, un auto lo pisa. Toda esa imagen quedó en mi cabeza, preguntándome por algo que tenía relación con el lugar de la ternura, es decir ese gesto de la ternura y de lo que provocó, algo que, en este caso, era muy tremendo. Esto está en el origen de La deuda. Y luego ya una preocupación que compartimos con Gloria y que tiene que ver con pensar qué es lo que nos sucede con los vínculos humanos cuando están atravesados por el dinero. Entonces escribí una pequeña estructura como un primer planteo de la historia y ahí es donde Gloria comenzó a trabajar y la hizo crecer de verdad”.
¿Y cómo les resulta la experiencia de escribir juntos?
Gloria Peirano: Nosotros antes trabajamos juntos en otros guiones pero eran de documental. De modo que esta es nuestra primera ficción. Si hay algo que es original de Gustavo, de su imaginario quiero decir, es justamente esa escena a la que hizo referencia recién, que es muy profunda y está detrás de las novelas o de las películas. Gustavo escribe una estructura de guion y yo de alguna manera voy como ajustando, corrigiendo las escenas, los diálogos, tratando de seguir al personaje. Es muy difícil escribir con otro porque son dos universos. En nuestro caso, nosotros tenemos una gran afinidad sensible. Después hay que concertar, por supuesto. Reconozco que en mí ocurre algo y es que, como siempre estoy trabajando en una novela, de alguna manera hago como una especie de turismo del guion. Eso libera toda cuestión protagónica mía en relación a la escritura porque tengo una identidad colocada en otro lugar, me refiero a mi propia literatura. Yo creo que eso posibilita para que funcione el trabajo en conjunto. Después viene esa afinidad a la que me refería y que es muy importante porque resulta bastante fácil acordar.
Gustavo Fontán: Esto que dice Gloria sobre la compatibilidad sensible e ideológica es muy importante. Yo también pienso que no se podría trabajar con otro si hay una distancia muy grande en ese sentido. Hay cuestiones técnicas donde narrativamente Gloria aportó muchísimo pero también tenemos como una especie de espíritu, algo invisible que lo compartimos y aparece en el guion.
Gloria Peirano: Compartir una zona de miradas con el otro es fundamental para trabajar en equipo.
Gustavo Fontán: A mí me parece que lo más valioso de todo es eso justamente. Por ejemplo, los aportes de Gloria permitieron profundizar en el modo en que se manejan las tensiones en el guion o cómo se complejizan los personajes. Es una cuestión técnica, es cierto, pero no alcanza con la técnica para lograrlo.
Gloria Peirano: Tener definida la estructura es muy importante. En este caso había que construir un personaje como Mónica y Gustavo lo tuvo muy claro desde el principio cuando escribió lo que llamaríamos una trama en la narrativa. En la película, a lo largo de catorce horas, tenemos un personaje que debe juntar quince mil pesos. Esto que te acabo de decir puede ser narrado de mil maneras diferentes. Ahí es cuando aparece la mirada y las decisiones narrativas.
Como novelista, ¿cuál es la diferencia que notás en relación a la escritura de guion?
Gloria Peirano: En principio cuando escribís una novela no tenés límite en la imaginación. En el caso del guion se trabaja con aquello que pueda ser filmado. Y esto que es el abc para un director de cine, a una novelista le resulta rarísimo. Es muy distinto el lenguaje.
¿Desde un inicio estuvo claro que el personaje principal sería una mujer ?
Gustavo Fontán: Sí, siempre fue una mujer.
Gloria Peirano: Sabíamos que había un recorrido que tenía que hacer una mujer y que trabajaríamos mucho sobre aquello que dice Juan José Saer sobre la importancia que tiene tanto lo que se dice como lo que no. Entonces Mónica está construida de una manera donde el efecto de la transacción con cada vínculo no es visible y el espectador lo tiene que construir en la zona de aquello que no se dice. Es muy riesgoso porque se puede volver críptico y cerrado sobre sí mismo.
Gustavo Fontán: Teníamos que encontrar un equilibrio en relación a cuánto nos convenía decir y de qué manera quedara cifrado. El acuerdo fue que lo invisible es tan poderoso y necesario como lo visible. Son muy difíciles los encuentros breves en una historia, en el caso de La deuda, todo transcurre durante catorce horas y con personajes cercanos.Por ejemplo, Mónica se encuentra con su hermana y, aunque ese encuentro dura poco tiempo, en el guion tenía que haber un espesor de ese vínculo como sucede en la vida. Diez minutos que contengan los espesores de todos los pasados. Lo que se dice y pasa, incluso las reacciones, todo estaba ya escrito en el guion. El segundo paso era trabajarlo con los actores. Por eso es tan importante el guion.
¿Una vez que tenés el guion te permitís ciertas libertades en el momento de filmar?
Gustavo Fontán: En el cine la materialidad es otra. Eso que está en las palabras, luego hay que pasarlo en espacio, cuerpos, luz, el ritmo que da el montaje. Todas estas cosas terminan de definir la escritura. En este caso era absolutamente necesario un guion. En otra clase de proyecto lo que se entiende por guion puede ser otra cosa, tal vez más abierta. Bresson dice algo maravilloso en este sentido. “Ir desde el guion hacia donde la cámara me quiera llevar”. El proceso es muy interesante porque no es que ilustrás el guion sino que hay que descubrir algo nuevo para llenarlo de materialidad.
Gloria Peirano: Narrar es muy riguroso. Hay que estar muy atentos porque es una ingeniería que tenés que armar. Es un trabajo muy complejo
Gustavo Fontán: Los hilos invisibles.
Gloria Peirano: Se necesita mucho rigor para generar los equilibrios de tensiones y que los personajes funcionen. Esto lo veo también a partir de las novelas que escribo. Los hilos invisibles que nombró Gustavo recién lo pienso inicialmente desde la trama novelística donde siempre hay hilos que se van enlazando y forman algo muy profundo. Es interesante cuando alguien observa esos hilos invisibles en la película. Incluso fue Graciela Maglie quien reparó en la escena inicial donde hay una madre con su hija y Mónica las mira. Estaba más desarrollada esa escena. Mónica hablaba con esa madre; pero se decidió suprimir el diálogo. Después esa escena es barrida por la película. Recién hacia el final se recupera algo esencial de esa primera escena. Eso es un hilo invisible. El diálogo entre la madre y Mónica fue deliberadamente restado porque había un énfasis que podría haber perjudicado la tensión de ese hilo.
Gustavo Fontán: Sí, Gloria pensó en vaciar como una especie de recurso de economía para que luego se pudiera recuperar eso mismo hacia el final.
Gloria Peirano: En apariencia no tiene función narrativa el modo en que, al principio de la película. Mónica mira a la madre con su hija. Recién al final se resignifica todo. Pero antes te pasás toda la película preguntándote qué le pasa, por qué necesita ese dinero. Todo está al comienzo, quiero decir que esos movimientos internos son los más interesantes.
Belén Blanco en una escena de «La deuda»
¿Ensayaste mucho con los actores?
Gustavo Fontán: Bastante. Justamente a partir de lo que hablábamos con respecto al espesor del guion. Luego hubo que construirlo con los actores porque aunque esté sugerido si ellos no lo pueden encarnar el espesor desaparece, aunque esté escrito. La elección de los actores es siempre un primer paso. Tener en cuenta de que más allá de que sea una buena actriz o actor, sea capaz de acercarse al personaje. Luego con el equipo fuimos a las locaciones y pensamos cómo íbamos a mirar las escenas. Muchas veces también vamos con los actores y pensamos cómo es la acción y cómo se ve en la perspectiva, los movimientos y las tensiones de cercanía o lejanías. La mayoría de las veces cuando hay escenas contundentes, por ejemplo la que hace Edgardo Castro, pensamos mucho el tema del espacio porque había un momento que se tenía que resolver fuera de campo. Estas cosas fueron pensadas con el equipo.
¿Cómo fue el proceso de trabajo con los actores?
Gustavo Fontán: Leyendo, en principio. Trabajamos con Belén Blanco para pensar su personaje y luego hicimos ensayos de relaciones. Sobre todo mucho hincapié en las proyecciones imaginarias y las reacciones. Muchas cosas que no iban a estar pero que de algún modo tenían que operar al momento de la actuación. Por ejemplo, todo lo que implicaba la escena de sexo. Profundizamos sobre la idea de esperar algo que no sucede entre ellos y logra alejarlos cada vez más. En esa escena tomamos ciertas decisiones con respecto a la cámara, es decir que lo íbamos a ver de afuera de la habitación. Es una escena difícil para los actores porque tienen que representar la falta absoluta de erotismo.
¿Solían proponerte algunas modificaciones los actores?
Gustavo Fontán: Siempre proponen. Yo lo que creo es que uno se da cuenta de si la escena está escrita correctamente cuando lo que proponen está en sintonía con el espíritu de la escena. Por ejemplo, en un momento Belén propuso que, al irse de la casa donde está su pareja, ella le dé un beso. Eso no estaba escrito pero responde a lo que estaba en el guion. Es decir las complejidades del vínculo que no terminas nunca de ubicarlo en un lugar, Belén lo entendió perfectamente y le da como una vuelta más aportándole ese elemento. Los aportes de los actores, en la medida en que están las escenas escritas, ayudan a crecer y le dan una dimensión.
¿Cómo fue el proceso durante la filmación?
Gustavo Fontán Yo hice diez películas con Mario Bocchicchio, el montajista de la película. Y hasta el Limonero Real habíamos filmado películas muy repartidas en el tiempo. Es decir, filmábamos durante dos años porque tenían más que ver con lo documental. Filmábamos y pensábamos, después editábamos. Y así. En el Limonero real y en La deuda había que filmar durante semanas corridas, entonces el pedido en ambas circunstancias fue que Mario editara desde el primer día de rodaje. Mario armaba las escenas y las veíamos con el equipo. Cuando terminamos de rodar ya teníamos un planteo de la película. Por supuesto después hubo que trabajar bastante sobre esto de la precisión a la que se refería Gloria con respecto al guion pero trasladado, por ejemplo, a los planos y su duración, la continuidad y la relación con su correspondiente sonido. Luego vienen todos esos equilibrios del lenguaje cinematográfico que es una etapa hermosa y trabajosa, similar al trabajo con el guion
Es muy interesante el planteo que hace la película con relación a los vínculos sociales y el dinero
Gustavo Fontán: Creo que hay un planteo que también nace a partir de sensaciones de época y de interrogantes.
Gloria Peirano: Esa podría ser una lectura política. Yo no sé si eso está en el proceso creativo. Es más, conviene que no esté y que esas prerrogativas surjan después porque sino se puede volver referencial.
Gustavo Fontán: En todo caso, si está esa lectura política lo que uno debe lograr es que nada sea unívoco, es decir que haya de alguna manera posibilidad de lecturas donde no surja ni una condena moral ni una bajada de línea. Una película debe contener interrogantes y no certezas.
Gloria Peirano: No hubiéramos logrado esta película si nos hubiéramos propuesto contar lo terrible de los vínculos afectivos un sistema capitalista, por ejemplo. Es más, el fluir va por otro lado, alrededor de un personaje y el dinero.
Escena del film «La deuda»
Gustavo Fontán: En la búsqueda del dinero, que tampoco es una cifra muy alta, porque lo que importante pasa por otro lado, los vínculos. La manera en que Mónica se relaciona deja entrever que no está de acuerdo con algo que pareciera estar sucediendo. Ella no lo sabe. Es al mismo tiempo muy inconsciente, pareciera que no tuviera la intención o el mérito de mantener el orden sino todo lo contrario, perturbarlo. O como si esperara que algo nuevo naciera. En última instancia está poniendo en tensión algo con lo que no está de acuerdo, y es el mundo que la rodea. La idea nuestra desde el principio fue acompañar a Mónica en su periplo sabiendo que también nos interesaba mucho su contexto. Entonces hubo que pensar de qué manera construir los espacios, por ejemplo. Estoy pensando en la acción donde se ve por la ventanilla en los viajes o los cambios en los espacios de pequeñas cuestiones sociales y cómo filmar el tren en la secuencia final. Todo está pensado para que la película no quedara asfixiada en el personaje de Mónica
Gloria Peirano: En este caso los quince mil pesos que Mónica necesita juntar son el anclaje narrativo. Y es justamente a partir de un anclaje que podés jugar. En algunos cuentos y novelas esto es importante y en otros no porque el planteo es diferente y el anclase se da en otro lugar. A mí me gusta tener una historia para contar y a partir de ahí buscar el modo de contarla de una manera diferente. Lo inesperado tiene que tener función narrativa. En realidad todo tiene que tener una función.Ese control, que en una novela es igual, se tiene que llevar todo el tiempo. Después pueden haber cabos que te queden sueltos, pero tenés que encontrar un por qué para la lógica narrativa de la película dice tal cosa u hace tal otra. Ahí es donde atrapa. Es como fragmentos a un imán. Y el imán es completamente invisible. En el caso de esta película, el imán no es el dinero.
Gustavo Fontán: El imán podría haber sido el título inicial.
Gloria Peirano: Sí. Teníamos pensado un título, Siberia. La idea era que en uno de los lugares estuviera presente un afiche con una imagen de Siberia. Nada más.
Gustavo Fontán: Finalmente no está el afiche pero se pasan imágenes de Siberia en un televisor. Un detalle. La idea del desierto como una condición del personaje, ¿no? Descartamos ese título porque nos pareció muy conceptual. Y era como poner el imán en el título. Esa sensación que uno debería tener estaba anunciada en el título. La deuda resultaba más tramposa porque de algún modo ponía en evidencia lo más inmediato. Esto que Gloria llama imán, yo en la película lo denomino un principio poético, que es algo que está en el espíritu de eso escrito y debe darnos clave de puesta en escena. Para mí el camino de Mónica es hacia el desierto. Entonces debe haber una progresión atmosférica hacia el desierto aunque es un periplo urbano. Lo que tenía que ir pasando con las escenas era que también el desierto fuera hacia los vínculos humanos. Las claves de puesta en escena de luz o tratamiento del espacio, por ejemplo, se van como percudiendo y contaminando por esa idea que los atraviesa sin que esté dicho pero que, de algún modo, tiene que ver con la emoción y los sentimientos que se empiezan a configurar a partir de los elementos del lenguaje.
El acuerdo posibilitará la participación económica de los autores y autoras en los subsidios de producción que otorga el INT y facilitará todo tipo de trámites entre autores, elencos y salas con Argentores –a través de sus nuevas plataformas digitales, para declaración de obras, aporte de aranceles y cobro de derechos-, entre muchos otros alcances.
ARGENTORES y el INSTITUTO NACIONAL DEL TEATRO (INT) firmaron un importantísimo convenio de cooperación que beneficiará a autores y autoras de todo el país y al conjunto de los elencos y salas de las provincias argentinas.
El documento, que lleva la firma del presidente de nuestra entidad, Miguel Ángel Diani y del director del INT, Gustavo Ariel Uano, es ampliamente superador de los anteriores que se formularon entre las dos entidades, otorgándole mayor presencia a la figura del autor/autora, que recibirá una compensación económica en todos los proyectos de producción subsidiados por el ente nacional, sin que ello afecte a los que reciban los elencos y salas.
Asimismo, según el acuerdo se organizarán encuentros, ciclos, conferencias, clases magistrales, que puedan resultar de interés para ambas instituciones y el espectro teatral en su conjunto, preferentemente a través de plataformas virtuales. Argentores participará en los festivales provinciales y regionales, también en el nacional, cumpliendo con la tarea de esclarecimiento del concepto de derechos de autor, sus alcances y sus beneficios para los dramaturgos y dramaturgas del país.
Por último, se indica que el convenio suma otras instancias de apoyo entre las dos instituciones y de los teatristas en general, tal como la facilidad para los autores, grupos, elencos eventuales y cooperativas para realizar trámites ante Argentores mediante recursos digitales, agilizando tanto declaraciones de obras, como autorizaciones de representación, como cobro de derechos de autor.
El dramaturgo y guionista de cine y televisión Antonio Onetti ha sido reelegido presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), tal y como ha acordado por unanimidad la Junta Directiva de la entidad. Con 39 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención, Onetti revalida el cargo que venía ejerciendo desde el pasado 30 de abril.
Antonio Onetti ha adelantado que su principal objetivo en la presidencia es “continuar el camino emprendido para lograr una SGAE más plural, más eficiente, gobernada por las buenas prácticas y que responda a las diferentes sensibilidades de todos sus socios. La entidad debe ser un ejemplo de buen gobierno, equilibrio y de búsqueda del bien común. Y para ello, ahora tenemos una Junta Directiva unida en un proyecto común”.
El autor sevillano ha explicado que, después de la aprobación de los nuevos estatutos por parte del Ministerio de Cultura y de la Asamblea General y la actualización del reglamento interno, entre otras medidas adoptadas en estos últimos meses, con la renovación de todos los órganos de gobierno “culmina un proceso de reforma institucional de la SGAE”.
Onetti estima que “vivimos tiempos difíciles, porque la pandemia ha causado en el tejido cultural un impacto sin precedentes. Aun así, nuestra hoja de ruta ha de ser clara: debemos trabajar por una administración acorde a los nuevos tiempos y ser capaces de estar a la altura del talento de nuestros socios. Tenemos la responsabilidad de ofrecer el mejor servicio posible a nuestros 120.000 socios. Esto pasa por una gestión y reparto eficiente de sus derechos” añadió Onetti.
Además de la elección del nuevo presidente, en la Junta Directiva han sido designadas cuatro vicepresidencias: Sabino Méndez, por el Colegio de Pequeño Derecho; Carlos Navarro, por el Colegio Audiovisual; Fermín Cabal, por el Colegio de Gran Derecho; y Carlos Martínez, por el Colegio de Editores. Todos ellos han sido elegidos también por unanimidad.
Asimismo, ha quedado constituido el Consejo de Dirección, órgano al que corresponde la administración permanente y ejecutiva de la entidad. Lo forman, además del presidente, un total de 13 miembros designados por la Junta Directiva a propuesta de los colegios profesionales respectivos. Integrarán el Consejo de Dirección: Fermín Cabal y Eduardo Galán (Gran Derecho); Sabino Méndez, Juan Parrilla, Manuel Marvizón, Pablo Salinas y José de Eusebio (Pequeño Derecho); Carlos Navarro, Joanes Urkixo y Antonio Meliveo (Audiovisuales); y Santiago Menéndez, Rafael Aguilar y Cecilia León (Editores). Igualmente, todos ellos elegidos por unanimidad.
UNA RECONOCIDA TRAYECTORIA
Antonio Onetti (Sevilla, 1962) es licenciado en Arte Dramático por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD). En sus inicios trabajó como actor de cine y teatro. Es dramaturgo, guionista de cine y televisión, director de escena y profesor de dramaturgia y escritura dramática.
Miembro fundador de la Academia de las Artes Escénicas de España y secretario general en su primera legislatura, Antonio Onetti es socio de la SGAE desde 1987 y cuenta con gran experiencia representando a los autores en el seno de esta entidad. En 2012 perteneció a la Junta Directiva de la SGAE, fue elegido presidente de la Fundación Autor y pilotó su transformación a la actual Fundación SGAE. También fue miembro electo de la Junta Directiva de la SGAE en 2018, y nombrado vicepresidente por el Colegio de Audiovisuales.
Como dramaturgo, ha estrenado y publicado una docena de obras en España y algunas de ellas en otros países de Europa, América y África; sus textos han sido traducidos al inglés, francés, portugués, árabe y rumano. Como guionista de cine y televisión es especialista en llevar a la pantalla casos reales y personajes históricos, así como en todos los aspectos del guion de series diarias.
Algunas de sus obras más destacadas son: Madre Caballo, La Puñalá y La calle del infierno, en teatro; Lobo, Lola y Operación E, en cine; Padre Coraje y Los últimos días de Franco, en miniseries; y El Súper, Calle Nueva o Plaza Alta, en telenovelas. Ha colaborado como guionista en Amar en tiempos revueltos, serie diaria de TVE de la que también es uno de sus creadores, con Rodolf Sirera y Josep María Benet i Jornet, desde 2005 a 2012; y de su posterior secuela en Antena 3, Amar es para siempre (de 2013 a 2015).
Uno de sus más recientes trabajos como guionista ha sido, junto a Sergio Barrejón y Rodolf Sirera, la serie La catedral del mar, basada en el libro homónimo de Ildefonso Falcones. Dirigida por Jordi Frades, su versión en miniserie, estrenada en 2019, ha recibido diferentes reconocimientos, entre ellos el premio Gaudí a la mejor película para televisión en la XII edición de los galardones de la Academia del Cine Catalán.
Argentores celebra el acuerdo alcanzado entre la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET) y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que permitirá el regreso de la actividad teatral en territorio bonaerense, esperando que a la brevedad ocurra lo mismo en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La vuelta del teatro no sólo implica la apertura de fuentes laborales para nuestras autoras y autores, sino también para una gran variedad de trabajadores relacionados con esta actividad cultural tan importante en nuestro país.
Al mismo tiempo, instamos a nuestro colectivo autoral, empresarios, trabajadores, artistas y al público todo, al estricto cumplimiento de los protocolos que se establezcan, para asegurar el cuidado de la salud de la población y lograr sostener la apertura de la actividad.
Cabe destacar que este acuerdo anunciado por AADET permitirá desarrollar, aunque en condiciones especiales, la temporada teatral en la Costa Atlántica el próximo verano.
“Las actividades teatrales y musicales se desarrollarán en espacios al aire libre y en salas teatrales que puedan cumplir con condiciones de ventilación adecuadas, bajo estrictos protocolos, aforos limitados y distanciamiento social”, aseguró Sebastián Blutrach, integrante de la entidad empresarial.
A través de un comunicado difundido por AADET se informaron los principales términos del acuerdo:
1) Las actividades teatrales y musicales se desarrollarán en espacios al aire libre y en espacios culturales y salas teatrales que puedan cumplir con condiciones de ventilación adecuadas, bajo estrictos protocolos, aforos limitados y distanciamiento social.
2) El desarrollo de la actividad se llevará adelante y actualizará contemplando las condiciones epidemiológicas puntuales de cada uno de los centros turísticos.
3) Se facilitarán espacios privados y públicos adecuados para que las salas o proyectos independientes que no estén en condiciones edilicias de funcionar, puedan desarrollar sus propuestas artísticas.
4) Este diálogo continuará a través de una mesa de trabajo técnica conformada por los productores, sector independiente, artistas, trabajadores y trabajadoras de la cultura, los municipios y el Gobierno provincial.
Con pesar, Argentores despide al periodista y conductor, Raúl Portal, quien fue socio de nuestra entidad. El conductor, que se encontraba alejado de la televisión desde hace mucho tiempo por sus problemas de salud, falleció esta tarde a los 81 años.
Portal fue una de las figuras televisivas de los 80 y se mantuvo con diferentes programas durante los 90. Notidormi y Perdona Nuestros Pecados (PNP) fueron sus grandes invenciones en la pantalla chica. En el primer caso, abrió el enorme potencial de la TV a la medianoche. En el segundo, arrojó una mirada humorística y sarcástica sobre las producciones televisivas, abriendo el camino a otros envíos como Televisión Registrada.
Portal formó parte del recordado ciclo Semanario Insólito entre los años 1982 y 1983, por ATC (Argentina Televisora Color), un programa que combinaba humor con noticias, donde trabajo junto a Adolfo Castelo, Virginia Hanglin y Raúl Becerra. En 1983, abandonó este programa y pasó a Canal 13 donde realizó el ciclo Misteriodismo. En 1984, tuvo a su cargo una sección del programa Sábados de la bondad, por Canal 9.
En 1985 condujo en Canal 11el programa La hora de los juegos, junto con Virginia Hanglin y el periodista Enrique Alejandro Mancini.
Entre 1988 y 1990, condujo de Noti-Dormi, en la pantalla de Canal 7.
También en 1988 pero por canal 11, Portal condujo Los juegos del terror con Virginia Hanglin y «el conde Atilio», un personaje al que para ganar, los participantes debían hacer reír. Este programa también tuvo su versión uruguaya conducido por Raúl Portal y el mismo equipo que en Argentina, emitido por Canal 4 Monte Carlo TV de Montevideo.
En el verano de 1992 regresó a Canal 7 para conducir La Fiesta Hop que intentaba reeditar Noti-Dormi, con un programa que iba a las 2 de la madrugada -después de los festivales folclóricos-. Pasado el verano y por la misma pantalla, condujo el programa Robocopiajunto a Raúl Becerra.
En Perdona Nuestros Pecados, más conocido como PNP (1994-2002), la producción era de su hijo, Gastón Portal, y estuvo acompañado por Federica Pais primero y Mariana Fabbiani después. Este programa debutó en Canal 7 (entonces, ATC) y luego pasó por las pantallas de Telefé y Canal 13.
En la década de 1990 participó varias veces del programa Polémica en el bar, y en 1996 condujo el ciclo El Portal De La Noche, por Canal 9, en este programa hizo su debut en televisión Laura Franco, a la que Portal popularizó con el sobrenombre Panam.
En 2002, hizo en Canal 9 el programa Upa! el Ánimoque a fines de ese año se pasó al Canal 7, en el que se mantuvo por un año más.
Estuvo vinculado a la protección y tenencia responsable de las mascotas con su programa El Portal de las Mascotas que se emitiera por Telefé entre 2001-2002, Canal 9 en 2002 y América 2, en 2006. Obtuvo el Premio Martín Fierro en la categoría «Mejor programa de servicios» en el año 2001.
En 2004, por Canal 7, realizó el programa Son… de todos, dedicado al género musical cubano. En 2013, condujo el programa Doble Visión por América 24.
En radio, la carrera de Portal en comenzó en 1970, en Radio Mitre. Luego continuó con sus ciclos Paralelos, por Radio El Mundo y Radio Argentina, y Los Grandes Bailables de Paralelos, por Radio Argentina en los años ’80. En la década del noventa hizo el programa matinal Levántese Contento, por Radio Continental. En 2006 condujo El Portal del mediodía por Radio «El Sol» y, en 2009, un programa semanal los días sábados, en Radio Provincia de Buenos Aires, llamado El Portal de la Tarde.
El Ministerio de Cultura de la Nación, el Instituto Nacional del Teatro y Radio y Televisión Argentina (RTA), a través de Radio Nacional, acaban de lanzar un nuevo concurso nacional destinado a creadores escénicos.
El Concurso Nacional de Teatro en Radio “Escenas en sINTonía” se concreta en el marco de las celebraciones por los 100 años de la radiodifusión argentina y la inscripción permanecerá abierta desde el 14 de octubre hasta el 5 de noviembre próximos.
Serán seleccionados 48 proyectos que recibirán un premio de $100.000 cada uno. Radio y Televisión Argentina pondrá a disposición la posibilidad de grabarlos mediante sistemas de comunicación virtual, utilizando salas o espacios teatrales, estudios de radios locales o de Radio Nacional (si posee emisora en esa localidad). De igual manera, dispondrá la emisión de cada uno de los proyectos ganadores en ciclos y/o programas.
El jurado estará conformado por un equipo de notables que seleccionarán las propuestas que se reciban de cada una de las regiones del país. No se establecerán restricciones sobre la temática, pero se dará preferencia a aquellos proyectos que aborden temas con perspectiva de género, contenido cultural regional, temáticas de agenda pública contemporánea.
“Escenas en sINTonía” se enmarca en el contexto de la emergencia sanitaria debido a la pandemia producida por COVID-19, con el propósito de generar herramientas de trabajo para creadores escénicos del país a partir de la puesta en valor del formato de teatro en radio como medio de producción teatral. Busca, además, estimular la producción de contenidos entre la radio y el teatro, proteger la labor de autores y autoras nacionales, grupos y elencos del teatro independientes y generar contenidos que puedan desarrollarse en el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio aportando un material de valor para la celebración del centenario de la radiofonía argentina.
Argentores celebra la reciente sanción por el Congreso Nacional de la Ley de Economía del Conocimiento, un instrumento que, sin duda, contribuirá a la recuperación de nuestro castigado sector audiovisual.
La inclusión de la actividad audiovisual digital como beneficiaria, en el articulado de la mencionada ley, fue conseguida gracias a la participación activa y determinante de la Multisectorial por el trabajo, la ficción y la industria audiovisual de la cual Argentores es entidad fundadora y miembro del Consejo Ejecutivo. En efecto, la Multisectorial expuso en diversas oportunidades y ante renovados auditorios gubernamentales, legislativos y empresarios, la necesidad de que esta ley contemplara y beneficiara a aquellos emprendimientos de producción audiovisual que encuadraran en los principios de innovación tecnológica, olvidados y postergados en la anterior redacción. Esa gestión encontró el eco necesario y hoy podemos decir, orgullosamente, que resultó exitosa: muchas empresas dedicadas a la producción audiovisual digital verán sensiblemente reducida su carga impositiva y recibirán asimismo descuentos en sus aportes patronales, incentivos fiscales que aumentarán si estas empresas adoptan una perspectiva de género.
Esto, indudablemente, generará más y mejor trabajo para nuestras autoras y autores.
Resulta, por lo tanto, oportuno celebrar esta victoria en el terreno legal, porque pone el foco donde corresponde: debemos seguir este mismo camino para conseguir un Régimen Legal completo para nuestra industria, única garantía para que podamos, entre todxs, reconstruirla.
Se anunciaron las/os autoras/es seleccionadas/os del concurso nacional de dramaturgia “CON/TEXTO en 24”, organizado por el grupo de trabajo e investigación de la praxis escénica “CON/TEXTO tipea”, con el apoyo de la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores) y un jurado integrado por Adriana Tursi (CABA) y Sacha Barrera Oro (Mendoza).
El material seleccionado incluye a autoras y autores de los 24 territorios argentinos y será publicado en una edición impresa. Se trata de una experiencia que busca visibilizar la escritura teatral de nuestro país con una amplia perspectiva federal, generando un importante tejido cultural e identitario.
El siguiente es el listado de las/os seleccionadas/os:
Alfredo Germignani – Chaco
Suellen Worstell – Corrientes
Alberto Moreno – Catamarca
Natalia Buyatti – Córdoba
Daniel Fermani – Mendoza
María Guitart – Chubut
Daniel González – Entre Ríos
Carolina Gularte – Misiones
Andrés Vaccari – Río Negro
Hernesto Mussano – San Luis
Adrián Airala – Santa Fe
Martín Tufró – CABA
Laura Ubillos – Neuquén
Jorge Huertas – Buenos Aires
Daniel Luppo – Formosa
Eva Parra – Salta
Máximo Gómez y Evelin Brandán – Tucumán
Facundo Cersósimo – San Juan
Iván Santos Vega – Jujuy
Corina Amilcar y Quimey Saint Denis – Tierra del Fuego
Pablo AdriánStrafaccio – SantaCruz
Paula Baigorri – La Rioja
Nadia Grandón – La Pampa
Nelly Tamer – Santiago del Estero
“CON/TEXTO tipea” es un grupo de trabajo e investigación de la praxis escénica, autogestivo e independiente, de hacedoras y hacedores de teatro que trabajan en generar puntos de encuentro entre los diferentes vértices del arte dramático a través de congresos, coloquios, seminarios, festivales y ediciones, entre otras actividades, tanto en el territorio nacional como en ámbitos internacionales, generando instancias de cruce con organizaciones e instituciones gubernamentales y no gubernamentales hacia una labor en conjunto para el desarrollo, capacitación y reconocimiento de los derechos de los y las artistas.