Una encuesta del SADA expone el impacto de la pandemia entre los autores

Una encuesta realizada por el Sindicato Argentino de Autores y Autoras (SADA) refleja la difícil situación laboral que atraviesa este sector como consecuencia de la suspensión de la actividad teatral y audiovisual en nuestro país en el marco de la pandemia del coronavirus.

El relevamiento -que fue coordinado por el Secretario de Organización de SADA, Roly Santos- incluye un universo de 140 casos de autores, lo que representa aproximadamente el 31% de los socios del sindicato.

Los resultados muestran que el 80% de los encuestados aseguran no haber recibido propuestas laborales como autores durante el período de cuarentena. Además, en este grupo menos de un tercio ha recibido algún tipo de oferta laboral con la que atravesar la crisis.

Por otra parte, entre aquellos autores que tenían trabajo antes de la emergencia sanitaria, aproximadamente un 45% ha dejado de escribir por cancelación o postergación de trabajo rentado. En este sentido, el mayor impacto se da en las autoras y autores de Teatro, Coreografía, Música y Cine. Por el contrario, las actividades menos afectadas son TV, Radio y Videojuegos.

Este panorama permite descartar una de las hipótesis previas que establecía que -por tratarse de una actividad solitaria y aislada- la cuarentena podría haber tenido efectos positivos para la actividad.

LAS CONSECUENCIAS POR SECTOR

El relevamiento arrojó que la actividad televisiva fue la más beneficiada, con un leve incremento de la actividad. Probablemente, después de años de caída, esto se deba al crecimiento del encendido de TV, sumado al mayor consumo de contenidos audiovisuales por streaming.

Por el contrario, del estudio surge que las autoras y autores que dependen de obras de teatro o shows en vivo, han visto caer todo tipo de posibilidad de escribir y permanecen con un futuro incierto para su actividad principal.

En términos de ingresos, si bien bajaron en todas las categorías, las autoras y autores de TV, Radio y Videojuegos se mantuvieron estables y en algunos casos hasta mejoraron.

OTROS ASPECTOS

En cuanto a otros efectos generados a partir de la crisis sanitaria, los autores y autoras entre los 30 y 50 años se manifestaron mayoritariamente en desacuerdo con la idea que la pandemia y el aislamiento social provocaron mayor disponibilidad e incentivación para escribir; mientras que la franja de las y los más jóvenes y mayores de 60 años, coinciden en una leve incentivación y disponibilidad para escribir.

En relación con la perspectiva de género, se puede apuntar que las mujeres han recibido un 6% menos de ofertas laborales rentadas en su actividad principal respecto de los hombres durante el período estudiado.

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La cultura frente a los desafíos de la pandemia y el futuro

Nadie la vio venir. O tal vez algunos la vieron y no dijeron nada. Pero la realidad es que la Pandemia llegó y le cambió la vida a todo el mundo. Una nueva normalidad se impuso en los últimos meses. Y nuestra patria chica, que es la cultura, no quedó indemne.

Tal vez la cara más positiva que está dejando esta Pandemia es la forma en que quedaron expuestas las distintas áreas y personas que llevan adelante nuestro quehacer cultural y laboral. Algunos expuestos para bien y otros para mal. El apoyo a la gente que hacemos la cultura en algunos casos y la falta de solidaridad en otros. La condición humana se expone aún más cuando suceden estos hechos extraordinarios, y nos permiten ratificar lo que ya sabíamos: miserabilidad de algunas empresas, que no es otra cosa que la miserablidad de las personas que son responsables de esas empresas.

La gente de teatro encontró en el streaming una nueva forma para poder seguir creando, comunicando su arte, y a la vez ayudar a sus economías maltratadas. Tanto en el ámbito comercial como en el independiente. El teatro oficial también se hizo eco de las necesidades y sus directivos estuvieron a la altura de las circunstancias escuchando a los/las artistas, apoyándolos al subir a sus plataformas distintas obras ya montadas y pagando por consiguiente los correspondientes salarios a los autores/as y a cada uno de los artistas y técnicos que conforman el hecho teatral.

Desgraciadamente el sector audiovisual visibilizó aún más la grave problemática que viene arrastrando desde hace ya muchos años. Desde reconocidos productores que denuncian que los actores cobran mucho, dejando al descubierto una clara intención de desregulación de la actividad laboral televisiva, hasta la falta de acompañamiento de algunos canales de televisión, que no escucharon el pedido de los autoras/es e intérpretes reclamando la repetición de ficciones para poder paliar con los derechos correspondientes un poco de esta indefensión económica.

En poco tiempo comenzará una etapa de reconstrucción. El teatro volverá a ser presencial y seguramente el streaming quedara como una alternativa válida para los creadores teatrales. Pero el audiovisual podrá desarrollarse si se toma conciencia de que no puede haber trabajo digno y continuo para los artistas y técnicos que forman la familia audiovisual, sin una industria audiovisual fortalecida. Y la única forma de que exista en nuestro país una industria audiovisual, es que exista compromiso por parte del Estado. Siguiendo el ejemplo del cine, el tetro y la música, necesitamos una Ley de Televisión, como existe en otros países que apoyan el desarrollo de la cultura, del turismo y crean trabajo. Esto es algo por lo que Argentores viene luchando desde la Multisectorial por el Trabajo, la Ficción y la Industria Audiovisual. Porque entendemos que lo que falta es una política de estado que proteja, apoye, incentive y fomente la industria audiovisual argentina. No vamos detrás de un paliativo del gobierno de turno, vamos por la construcción legislativa que permita el desarrollo de una verdadera industria audiovisual, fuerte y eficiente. Y así, finalmente entender que la cultura no es un gasto sino una inversión.

Dicen que esta Pandemia va a dejar cosas positivas, ojalá que una de ellas sea una nueva ley de televisión.

Miguel Ángel Diani
Presidente de Argentores

Becas de la Secretaría de Patrimonio para autores

Son para trabajar sobre el patrimonio del Instituto Nacional de Estudios de Teatro

En el marco del lanzamiento de las becas Activar Patrimonio, la Secretaría de Patrimonio del Ministerio de Cultura de la Nación invita a dramaturgos y guionistas a presentar propuestas de trabajo sobre el patrimonio del Instituto Nacional de Estudios de Teatro.

Estas becas de ayuda económica están dirigidas a artistas, curadores e investigadores independientes de todo el país, que no se encuentren trabajando de manera continua en el marco de la emergencia sanitaria. Podrán presentarse a esta convocatoria artistas, músicos, actores, performers, poetas, escritores, dramaturgos, ensayistas, curadores e investigadores de todas las disciplinas y áreas de conocimiento, de trayectoria avanzada o en formación.

Se otorgarán becas de $50.000 para llevar a cabo propuestas de trabajo centradas en los acervos y colecciones de los Museos e Institutos Nacionales del Ministerio de Cultura, dentro de los cuales se encuentra el Instituto Nacional de Estudios de Teatro. El formato será de libre elección: la propuesta puede incluir la realización de una investigación, catalogación, guión curatorial o intervención artística, entre otras posibilidades, cuyos resultados puedan difundirse en formatos digitales y en redes sociales, a través de la web.

La convocatoria contempla la admisión de una amplia variedad de presentaciones en cuanto a formatos, soportes y disciplinas. En tal sentido, se promoverá la diversidad de producciones, como por ejemplo:

  • Realizaciones e intervenciones visuales, gráficas, sonoras, audiovisuales, literarias, performáticas, mixtas.
  • Reflexión ensayística o investigación monográfica.
  • Realización de guiones curatoriales o exposiciones virtuales
  • Catalogación de acervos o colecciones

El proyecto tendrá una duración aproximada de dos meses y el plazo de inscripción se extiende desde el jueves 16 de julio hasta el sábado 15 de agosto de 2020.

Los interesados en consultar las bases y condiciones de las becas pueden descargar un archivo con las mismas pulsando AQUÍ.

Las Dos Carátulas: el teatro y la radio, en sintonía

El ciclo Las Dos Caratulas (emisión, cada domingo a las 22.30 en Radio Nacional, en el aire desde el 9 de julio de 1950 y dirigido desde 1990 por la autora, docente, actriz, productora y realizadora Nora Massi) cumplió setenta temporadas de vida y su consigna desde aquellos años iniciales hasta la fecha ha sido siempre respetada: “Servir a la cultura de nuestro pueblo, ser el símbolo viviente de lo argentino, de lo nuestro articulado con lo universal y de lo universal con lo argentino.”

La propuesta fue creada por el Dr. José Ramón Mayo, doctor en Filosofía y Letras y profesor del Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica, quien, desde la que entonces se denominaba Radio del Estado, aspiraba a llevar a los hogares lo más relevante de la dramaturgia universal. Desde la primera obra presentada (de José de Maturana, Canción de primavera), Las Dos Carátulas se constituyó acaso en el único medio capaz de acercar textos de gravitación artística a distintos públicos alejados geográficamente o sin hábitos teatrales. También en un eficaz semillero de actores y en un rescatador de creaciones de los más grandes autores.

Hoy, al frente del ciclo, y en el tradicional estudio del primer piso de Maipú 555 donde cada semana se graban los programas, Nora Massi comienza indicando que “es bueno recordar que Las Dos Caratulas no es un radioteatro. “Es teatro en radio. No confundir con aquellas grandes obras en entregas casi siempre escritas para una pareja estelar. Abrevamos en el teatro leído.”

Tras expresar que en el ciclo “se pone el acento en los autores argentinos”, explica que, con el objetivo de tener una pauta de trabajo ordenada, siempre tiene que haber “cuatro obras resueltas por delante, como mínimo”. Luego, puntualiza: “Nosotros hacemos dos producciones. Una se graba, aquí en este estudio, los lunes y otro día editamos, ya con musicalización, efectos. La edición es todo un arte. Es algo complejo. El resultado que va al aire por fin es distinto al que la gente ha visto en vivo durante la grabación.”

La directora afirma que una ventaja, de cara al elenco, es que ella misma sea intérprete. “Cuando hay un actor en la dirección, existe una comprensión mejor por parte del elenco. Los intérpretes somos bastante quisquillosos y hay que sabernos llevar. El hecho de ser actriz me da una posición muy distinta frente a mis compañeros. El director que no es actor tiene una mirada total del espectáculo. Yo me pongo al lado de mis compañeros.” Luego, refiriéndose a las capacidades actorales de los integrantes artísticos, dice: “¿Actor de radio? No es una definición exacta, eso quedó atrás. Lo que sí creo es que ese actor debe ser muy completo. Para este programa hay que entender bien los textos. Por eso me gustan tanto los buenos actores de teatro, los acostumbrados a lidiar con obras importantes.”

Las piezas se deben adaptar para pasarlas al aire durante 90 minutos sin cortes, para lo cual hay un equipo de adaptadores. Las obras que durante muchos años se transmitieron en vivo, son grabadas con modernas tecnologías y asistencia de público en el estudio de Radio Nacional, para luego ser emitidas en diferido. Los actores retiran los libros a mitad de semana, se reúnen para ensayar los sábados en sesiones entre cinco y seis horas y graban, como se dijo, el lunes. También se envían grabaciones en CD a las escuelas secundarias, facultades y entidades de bien público que lo soliciten. En múltiples ocasiones el elenco de Las dos carátulas se trasladó a las provincias para transmitir el programa desde las emisoras locales de LRA, con la participación de artistas y técnicos de cada lugar.

Algunos de los autores notables que pasaron por el ciclo fueron Eurípides, Roberto Arlt, William Shakespeare, Gregorio de Laferrere, Lope de Vega, Florencio Sánchez, Moliere, Pedro E. Pico, Antón Chejov, Alberto Vaccarezza, Oscar Wilde, Armando Discépolo, Luigi Pirandelllo, Samuel Eichelbaum, Enrique Ibsen, Francisco Defilippis Novoa, Augusto Strindberg, Carlos Gorostiza, Osvaldo Dragún, Roberto Cossa y Federico García Lorca. Y entre los directores más prestigiosos que formado parte del ciclo pueden citarse a Osvaldo Bonnet, Antonio Cunill Cabanellas, Armando Discépolo, Marcelo Lavalle, Onofre Lovero, Jorge Petraglia, Emilio Stevánovich, Alberto de Zavalía y Rodolfo Graziano.

En cuanto a la lista de intérpretes, ésta sería de enorme enumeración por lo que habría que remitirse a lo expresado por la propia Nora Massi durante un momento de la charla con Florencio, cuando dijera: “No habría que preguntarse qué primera figura pasó por el ciclo, sino… cuál no.” Es relevante apuntar que el programa fue declarado de interés cultural por el Congreso de la Nación Argentina y el Parlamento Cultural del Mercosur y recibió los premios Martín Fierro y las distinciones Talía, San Gabriel, Santa Clara, Café Tortoni y Amigos de la Avenida de Mayo, el galardón de la BBC de Londres al Mejor Programa de Habla Castellana, la Distinción Ondas de España y la mención que le otorgó en 1999 Argentores a Nora Massi por su gestión desde 1990 al frente del mismo como productora y directora y a Radio Nacional por la difusión de ese espacio de teatro universal. En 1991 recibió la Mención Especial de los Premios Konex por su aporte a la cultura de la Argentina.

Radioteatro, del aire al corazón

«Alguna vez se escribirá la historia de la radiotelefonía argentina y los
autores del radioteatro tendrán seguramente en ella el lugar que les corresponde»
Luis María Grau, autor de Los Pérez García

Desde que los Locos de la Azotea parieron la radiofonía entre cableados nocturnos y acordes wagnerianos, la ficción tuvo su espacio y un público agradecido y seguidor. Es que el radioteatro, como los cuentos de hadas, viaja del corazón a la palabra y de la palabra al corazón y despierta imágenes que se graban para siempre en la memoria de los radioescuchas. “La radio -nos dice el Diccionario de Teatro de Patrice Pavis- redescubre una fuente intimista, casi religiosa, de la palabra. El oyente se encuentra en una situación de escucha próxima al semisueño fantasmagórico.”

Para 1927, hay ya varios elencos emitiendo teatro radiofónico: la Agrupación Radiodramática, la Compañía Nuevo Teatro (con Pedro Quartucci), y Orfilia Rico se da el gusto de poner al aire obras como Criolla Vieja o Con las alas rotas. Federico Mansilla obtiene un gran éxito con su personaje El Abuelito, y le llueven regalos de los oyentes. En 1929, Radio Prieto organiza un concurso de obras para ser transmitidas, con premio en efectivo. Y es también el año en que se reglamenta el cobro de los derechos de autor en la radio y la obligación de mencionar a los escritores, hasta entonces desprotegidos.

Surgen los pioneros de cada género: además del histórico y el campero, aparecen Ronda Policial, basada en casos reales y escrita por Ramón Cortés Conde (un subcomisario en actividad), La familia de Pancha Rolón de Ricardo Bustamante, primera trama familiar y Yakar, la primera de aventuras. Los episodios concebidos por José Andrés González Pulido para Chispazos de Tradición (“un churrasco criollo chorreando sangre gaucha”, al decir de su autor) catapultan el rating de los años 30 a alturas insospechadas.

En la programación radial de 1933 (cuando todavía la paga para autores y elencos era un café con leche y un muchas gracias) se ofrecen cuatro compañías radioteatrales; dos años más tarde se produce una explosión de la ficción que se manifiesta en la creación de nuevas compañías, en la diversificación temática del género (acorde con las exigencias de un público cada vez más amplio y heterogéneo) y en la incorporación de autores para cubrir la demanda de adaptaciones y novelas originales. Por las emisoras Nacional y Porteña, se emite Bajo la Santa Federación, radioteatro escrito por Carlos M. Viale Paz y Héctor P. Blomberg para la Compañía de Francisco Mastandrea. El enorme suceso de Bajo la Santa Federación generó inmediatas imitaciones: La sangre de los jazmines, de Arsenio Mármol; La mazorquera de San Telmo, de Héctor Bates; La estrella de sangre, de Luis Pozzo Ardizzi; El último candombe, de Manuel Domínguez, entre otras.

En agosto de 1937, Eva Duarte es contratada por Radio Belgrano para participar en el radioteatro Oro Blanco, de Manuel Ferradás Campos.

Las obras sobre el gauchaje y sobre federales/unitarios van dejando paso con el tiempo a las de los arrabales porteños, con sus conventillos y pensiones. Para los años cuarenta se produce un cambio, y aparecen las adaptaciones, las versiones de películas y de grandes novelas universales, las vidas de personalidades torturadas y sufridas, con heroínas de todo tipo (María Antonieta, la Catherine Earnshaw de Cumbres Borrascosas, etc.) El melodrama se instala como favorito al mismo tiempo que se sitúan las historias en locaciones exóticas (del tipo El hijo del Sheik) en las que los camellos o fieras peligrosas reemplazan al fiel caballo campero de otrora.

La comedia de las décadas del 40 y 50 tuvo rasgos definidamente porteños. Los conventillos, con su cocoliche y sus diversas colectividades, dieron paso a las pensiones, más discretas, pero siempre ricas en personajes y estereotipos.

De todo el espectro abarcado por la ficción radial, dos temas hay que sobresalen por su fuerza arquetípica: las grandes historias de la reivindicación social. Por un lado, las que responden al esquema de La Cenicienta (joven humilde gana el amor de muchacho adinerado) y por otro, los héroes perseguidos injustamente (Martín Fierro, Juan Moreira, Hormiga Negra, Mate Cosido y otros bandidos rurales). El maltrato al que son reiteradamente sometidos por villanos detentadores de algún tipo de poder (económico, político, etc.) y el infaltable final feliz que vendrá a revertir su martirio se conjugan para convertirlos en preferidos de la audiencia.

En los ‘40-’50, el dial se dividía entre la línea criollista y del suburbio, que desarrollaba, entre otros, Juan Carlos Chiappe (Radio del Pueblo, Antártida, Porteña y Provincia) y el sentido estético, que Armando Discépolo trataba de imponer al frente del elenco estable de Radio El Mundo, con versiones de teatro y de películas. Había además otra tercera línea que ya estaba asentándose en el gusto popular femenino: la sentimental, la “novela rosa”. Pero pocos años después las producciones comienzan a tener en cuenta no sólo la sed de historias de amor de las mujeres, sino también sus intereses generales, que pugnan por arrimarse al status masculino después de varias generaciones postergadas. No olvidemos que en esta etapa la mujer logra su derecho al voto y se concientiza como trabajadora, defendiendo sus derechos laborales. Desde el título se adivinan los contenidos: De mujer a mujer, de Celia Alcántara, y Hogar de mujeres, Estas cosas de mamá, La chica de al lado y Nosotras las mujeres, de Nené Cascallar.

Excede nuestras posibilidades el hacer una semblanza acabada de todos los escritores de radioteatro nacionales como deseaba con justicia Luis M. Grau.

Sin embargo, vaya en este listado nuestro humilde aporte, sabiéndose limitado y lleno de ausencias: Omar Aladio, Celia Alcántara, Héctor Bates, Héctor P. Blomberg, Alma Bressan (Alma De Cecco), Adalberto Campos, Nené Cascallar, Eifel Celesia, Juan Carlos Chiappe, Orlando Cochia, Miguel Coronatto Paz, Jorge Edelman, Laura Favio, Rafael García Ibáñez, Luis Gayo Paz, José Andrés González Pulido, Silvia Guerrico, Alfredo Lima, Mabel Loisi, Audón Lopez, Aldo Lucci (o Luzzi), Claudio Martínez Payva, María del Carmen Martínez Payva, Oscar Luis Massa, Alberto Migré, Francisco Muñoz Azpiri, Atilano Ortega Sanz, Luis Pozzo Ardizzi, Jorge Rey, Ana Rivas, Amadeo Salazar (Sergio De Cecco), Abel Santa Cruz, Francisco “Pancho” Staffa, Zeneida “Yaya” Suárez Corvo, Roberto Valenti. Y el ya nombrado Luis María Grau, claro.

Se ha acusado a la televisión por la desaparición del género, sin embargo, otros factores se sumaron para dar la estocada final. A fines de los años ’60, bajo Onganía y de la mano de Federico Frischknecht, en Maipú 555 se hacinaron y desmantelaron despóticamente cinco emisoras para facilitar su control ideológico, con muchos despidos y un sensible abaratamiento de los costos. El gobierno de facto, además, pone fin abruptamente al radioteatro por anticultural y antieducativo, luego de cuatro décadas de gloria ininterrumpida.

Volvamos a Luis María Grau, quien en una nota publicada en la revista Argentores del otoño de 1969 se queja amargamente: “se ha convertido a Radio El Mundo en un cambalache desde donde transmiten cuatro o cinco emisoras. Se han anulado programaciones enteras, restando al artista fuentes de trabajo. Se ha echado a la calle a empleados especializados y capaces (…) se ha dado el tiro de gracia al radioteatro, restando así posibilidades a un mundo artístico que había hecho de él su medio de vida. Un incendio hubiera resultado más barato”. Y agrega, desalentado: “¿Qué queda del autor después del esfuerzo de construir un radioteatro? Nada. Páginas y páginas escritas a máquina precipitadamente, quemadas después en el micrófono (…) un recuerdo que dura cierto tiempo, pero siempre, siempre, el olvido definitivo. El oyente, por más que apruebe una historia y ésta le satisfaga, no puede guardarla como una revista o un libro, y sin embargo al público le encantaría volver a escuchar lo que tanto le gustó.” Por suerte para las nuevas generaciones, los impedimentos que mencionaba Grau han sido sorteados gracias a la tecnología, y hoy podemos escuchar los contenidos que nos interesan, en el momento y el lugar que elijamos.

Muchas personalidades de los medios de comunicación en todo el mundo afirman que en este nuevo ecosistema las ficciones para escuchar están atrayendo a los jóvenes y revitalizando la creatividad radial estancada durante décadas. Y que el radioteatro como género -reconocible hoy como audiodramas, radiodramas o simplemente ficción radial y envasado en los florecientes podcasts- está empezando a vivir una segunda Edad de Oro.

Que así sea.

Los números del medio

Según la medición de Kantar IBOPE Media Argentina dada a conocer en noviembre de 2019, la radio tiene un enorme alcance de lunes a domingo, las 24 horas.

  • En Buenos Aires (ciudad y conurbano) alcanza al 72% de población, así como, en Córdoba al 83% y en Mendoza al 72%
  • En la Capital y alrededores, en promedio, se escucha radio en más de dos lugares y en dos plataformas diferentes.
  • El 60% sintoniza en el auto, 60% en el hogar, 32% en el transporte público y 29% en el trabajo.
  • Completa la lista un 28% en un remís o taxi, un 23% en la casa de amigos o familiares y un 21% en un lugar público
  • Respecto a las plataformas elegidas, un 56% de los bonaerenses y porteños sintonizan la radio en el estéreo del auto, el 53% una radio común, un 31% a través de aplicaciones móviles, un 20% a través de internet (PC o notebook), un 19% a través del celular, un 10% a través de TV paga y un 7% utiliza otros dispositivos móviles como MP3, MP4 o IPod
  • Entre las valoraciones y actitudes -se indica en el informe- “se destaca que un 58% de los argentinos escuchan radio porque desean informarse y entretenerse, el 46% utiliza a la radio como compañía, un 27% para distraerse y un 13% para enterarse de los “chismes”.
  • Entre los contenidos preferidos por los oyentes de radio se destacan los programas de deportes, noticias, humor y opinión.”
  • En cuanto a la inversión publicitaria en radio, entre enero y junio del 2019 fueron emitidos 1.006.139 avisos y esos “sposts” ocuparon 19,1 millones de segundos en el aire. Dentro de este período, el sector que más invirtió en este medio fue “Comercio / venta minorista”, seguido por “Alimentación” y en tercer lugar “Higiene y belleza.” La lista se completa con “Bancos y finanzas”, “Comunicaciones”, “Turismo”, “Limpieza y desinfección”, “Industria farmacéutica”, “Industria textil” y “bebidas sin alcohol.”
  • Refiriéndose a las nuevas tecnologías, el informe especificaba: “En la Argentina el podcast es un formato que ha crecido notoriamente en los últimos años. De acuerdo con el estudio TGI 2019, se triplicó su escucha desde 2016 hasta ahora. El 51% de los argentinos descargan y escuchan estos Podcasts porque es fuente de entretenimiento. El 56% de las personas que consumen este formato, también miran Videos ON Demand y el 47% considera que la música es una parte muy importante de sus vidas. Un 43% de estas personas tratan de mantenerse actualizados con el desarrollo de las últimas tecnologías y utilizan las redes sociales frecuentemente para comunicarse. Por último, el 40% de las personas que escuchan radio online y Podcasts, también escuchan contenidos en Spotify y son altamente a-fines a plataformas de streaming de audio como SoundCloud, Apple Music, YouTube Music y Google Play Music, así como también son a¬fines a usar Apps de video streaming.”
  • ¿Cuántas señales de AM emiten en la actualidad? De acuerdo a datos recientes de A.R.P.A., unas 385 en todo el país. Y en cuanto al vasto universo de emisoras de FM, se estima que emiten en la actualidad unas ¡16.100! estaciones.

Aquellos programas camperos

La primera vez que ingresé a un estudio de radio fue en 1967, a Radio Mitre, que transmitía desde los estudios de Arenales 1925. Allí llegué, con 9 años recién cumplidos, al programa Amanecer argentino creado por Julio Mario Lorusso. Integraban su equipo Julio César Comte, Roperto Pozzi, Orlando Bilbao, Liberto Palazón, Wilmar Caballero. Los jóvenes locutores eran Juan Carlos Imparato y Rubén Bayón y cubrían la parte técnica Francisco Balbino, Carlos Mensimbrá, Marty Araujo y Armando Pío.

A los pocos años «nos mudamos» a los estudios de Maipú 555. Allí, un trágico día, se produjo un incendio donde murieron dos queridos compañeros: Arenas y Bacigalupi. Yo sentía que la radio era mi casa, sin imaginar entonces, que allí me aguardaba mi destino.

En el campo, a la mañana temprano, la gente madrugaba para escucharnos. Y -a la hora en que la tarde se iba poblando de sombras y luciérnagas- era la cita de honor con Miguel Franco para disfrutar de Un alto en la huella. La particular voz de Miguel movía multitudes en sus tradicionales fiestas de A lonja y guitarra. Era tal la sugestión que aquellos programas despertaban, que recuerdo un día la cara de decepción de un paisano que se apareció a las ¡cinco de la mañana! con un lechón adobado para que lo asáramos en honor a los payadores…

La misión de la radio era solidaria y fundamental para quienes se hallaban en lugares lejanos o atravesaban por problemas de salud: se conseguían remedios, sillas de ruedas, muletas y se emitían mensajes sobre el estado de los caminos.

Quiero recordar a mis viejos amigos: Horacio Alberto Agnese, Coco Lanza. Mario Alberto Acuña, Perla Vázquez, Víctor Abel Giménez, Perla Carlino, Marcelo Simón y al querido Waldemar Lagos, creador del Rincón de los payadores. Al irse muchos de ellos, sentimos que se llevaron parte de una historia, que aún permanece imborrable, en el recuerdo de quienes los sobrevivimos.

Después de 53 años de aquel lejano día, sigo convencida y admirada ante la insuperable magia de la radio. Nada me conmueve más, que el abrazo emocionado de alguno de mis paisanos cuando me llama «Martita» y me confiesa entre lágrimas…: «¡Yo la escuchaba con mis viejos cuando era chico!»

La vida construye destruyendo; hoy la posta ha quedado en las manos de las nuevas generaciones, encargadas de sostener las columnas de nuestra identidad.

Nosotros, los de entonces, ¡los aplaudimos de pie! ¡Felicidades!

Cinco grandes, sinónimos de la actividad

En agosto de 2003, la revista de la entidad que agrupa a las radios privadas publicó una edición especial. En ella, coincidente con los 83 años de la radio, una serie de conductores de primera línea hablaba acerca del medio, de su historia y de su notable y permanente presencia en la vida cotidiana de los argentinos.

Fue así que, el recordado y entrañable Antonio Carrizo, decía en aquel momento: “Los años veinte fueron el tiempo de la infancia. Nadie sabía muy bien de qué trataba la cosa. La adolescencia fue, creo, desde 1930 hasta mediados de esa década. En el ‘35 ocurrieron dos hechos extraordinarios: la muerte de Carlos Gardel y la entrada en escena de Radio El Mundo. Es decir, el comienzo de un estilo signado por la grandeza y la calidad; cada radio con su orquesta típica, su orquesta de cámara, sus elencos estables de radioteatros protagonizados por las más grandes estrellas del cine y del teatro y con sus diversos ciclos presentados por locutores de enorme cultura. Ese es el momento de la adultez. La aparición de las grandes cadenas y de aquellos espectáculos con público, configuraron un momento especial. Más tarde, con la Segunda Guerra Mundial, llegaron los grandes boletines con las noticias de ultimo momento.”

Luego, seguía explicando “Tony”: “En los cuarenta, Perón trajo la novedad de la utilización de la radiotelefonía como medio de difusión política. Y a fines de los cincuenta, la tecnología irrumpió con el transistor. La radio comenzó a estar presente en el auto, en el tractor, en el estadio. Este medio, que podría haber llegado a perder en esa época y de modo definitivo la batalla del ocio con la televisión, ganó, por fin, la batalla del trabajo. Es que el peluquero, el tallerista, el peón de campo, vivieron, viven y vivirán con el aparato de radio en su puesto laboral. En los sesenta se produjo otro cambio fundamental: la TV se ‘quedó’ con la ficción y la radio encontró refugio en dos elementos centrales: la palabra –a través del servicio, el comentario, la información, el análisis- y la música, pero grabada.”

Alejandro Dolina, por su parte, enfatizaba: “¿La radio? Es algo que me ha sucedido. Maravillado, una vez, me encontré de golpe con una realidad sensacional: ¡la noche radial! Descubrí que después de las diez, de las once de la noche se escucha radio de otra manera. Y favorece al delirio, a la confesión, a la felicidad de la palabra justa. La noche tiene un costado terapéutico muy interesante. A la hora que yo salgo al aire, la atención del ‘otro’, del que escucha se fija de otra manera. Ese ritual que para los colegas que hacen radio a las -por ejemplo- diez y media de la mañana, es casi un territorio desconocido. Y es para mí, mi mundo. Muy tarde se puede contar cuentos. Es posible hacer ficción. Y humor. O proponer algo así como un ejercicio de narrativa. Y está, claro, la música, esas canciones preciosas de Gardel, de Suma Paz o de Zitarrosa con las que uno vive mejor.”

Y Lalo Mir, consultado, también hablaba de la personalidad del medio radiofónico. “Todos lo que trabajamos en este medio tenemos acceso a la misma música, a las mismas informaciones, a los mismos personajes. Es más: decimos casi lo mismo, nuestro gran tema es cómo mezclar todo. Y el que le encuentra la vuelta, gana. El que le devuelve al oyente esa masa de información del modo más atractivo y natural…ganó el partido. Y se queda con la audiencia”, explicaba. “Para que el milagro de la radio se produzca se necesitan dos elementos, mínimos, indispensables y económicos: un micrófono de veinte pesos y un tipo que tenga algo interesante que decir. Repito mi lema: mientras haya alguien frente a un micrófono con algo interesante para contar, una ciudad entera podrá estar despierta. Acá o en cualquier lugar, nosotros los que trabajamos en radio, no buscamos oyentes. Buscamos cómplices”, concluía.

Al mismo tiempo, Héctor Larrea agregaba que “con el paso del tiempo aprendí a valorar lo que los profesionales de otros géneros le han aportado al medio. Es el caso de los periodistas de la gráfica. Creo que gran parte del crecimiento de la radio a nivel informativo y formativo de los últimos años tiene que ver con la llegada de los profesionales de diarios y revistas. Todos ellos pasaron por un periodo inicial complicado, de andar casi a tientas, pero después, al acostumbrarse a los códigos radiales, avanzaron”. En cuanto a las carencias del medio, el conductor expresaba: “Falta un poco más de investigación, valor agregado, todavía dependemos de los temas que producen los diarios.” Luego, añadía, con preocupación: “La ficción ha desaparecido del medio, pero pervive en un renglón: el humor. Todo lo que ‘no es real’ no llega más en el radioteatro, como cuando yo era chico, sino a través delirio de los humoristas, que crean sus propios mundos y nos lo devuelven de una manera maravillosa.”

Esa revista de A.R.P.A. tenía en su tapa a Jorge Fontana. Se explicaba allí la causa de la elección editorial. “Múltiples, las razones se agolpan. Acaso porque con el ‘Fontana Show’ introdujo conceptos que en su momento fueron revolucionarios y hoy son habituales: los móviles en la calle, las conexiones internacionales, el humor punzante, la aceleración al servicio de la comunicación. Y todo de la mano de una personalidad brillante, ganadora, demoledora. Su voz -sello indiscutible, timbre ideal, dicción perfecta- se convirtió en sinónimo de radio. Ha sido un locutor comercial emblemático, solido conductor, magnífico contador de chistes, astuto productor de mañanas radiales inolvidables.”

SADA Solidario

En el contexto de la pandemia y la cuarentena, y sin posibilidades de brindar ayudas monetarias, SADA (Sindicato Argentino de Autores) ha buscado la manera de ofrecer otros tipos de apoyo a sus afiliadas y afiliados.

En este sentido, el Sindicato estableció contacto directo con Artistas Solidarios, un grupo de trabajadores del arte que, frente a esta pandemia, puso en práctica los lazos comunicantes de la solidaridad. Artistas Solidarios desarrolla su actividad en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires en los que recepciona alimentos que luego son distribuidos entre quienes lo necesiten.

Los interesados en solicitar alimentos podrán escribir a SADA para que oficiemos de intermediarios a: sindicatoautores@gmail.com

Toda la información de artistas Solidarios se encuentra centralizada en su cuenta de Instagram: @artsolidarios

Además, quienes quieran realizar donaciones de los siguientes alimentos podrán hacerlo los días jueves de 16 a 18hs en las direcciones que se encuentran más abajo: huevos, aceite, atún, arvejas, porotos, garbanzos, lentejas, arroz, polenta, fideos, harina, leche en polvo, puré de tomates, té, mate cocido, jabón blanco y lavandina.

Para efectuar donaciones de dinero para la compra de alimentos, únicamente a:
CBU (BCO CIUDAD)
0290002510000533278225
CUIL 27168938379
Adriana Yasky

Para más información, Centros Culturales de CABA:

  • TEATRO FRAY MOCHO, Araoz 1047, Villa Crespo.
  • CENTRO CULTURAL ELUNEY, Boyacá 927, Villa General Mitre.
  • C. C. ESO EN MI BARRIO ES PELEA, Chacabuco 724, San Telmo.
  • BOLIVAR, Bolivar 1019, San Telmo.
  • TEATRO MOSCU, J. R de Velasco 535, Va. Crespo.
  • ESCUELA CREARTE, Don Bosco 4124, Almagro.
  • ½ MUNDO, Yrigoyen 2148, Balvanera.
  • COOPERATIVA EL PERRO, Bonpland 800, Chacarita.
  • MALVADO COLIBRI, Cabrera 3923, Palermo.
  • EL BRIO TEATRO, Alv. Thomas 1582 Villa Ortuzar.
  • FELIZA CULTURA ARCO IRIS, Cordoba 3271 Palermo.
  • LUZURIAGA CLUB SOCIAL, Luzuriaga 348 Barracas.
  • BAR PORTUARIO, Pinzón 102, La Boca.
  • TEATRO VERA VERA, Vera 108, Villa Crespo.
  • REVISTA LLEGÁS, Pasaje Spegazzini 574, Boedo.
  • TOLE TOLE, Pasteur 683, Balvanera.
  • CENTRO CULTURAL QI, Thames 240, Villa Crespo.
  • TEATRO BUSTER KEATON, Trelles 2033, Paternal.
  • TEATRO CARNERO, P. Lozano 4707, Villa Devoto.

Cien años sin soledad

Argentores celebra los 100 años de la Radio con la edición de un libro

Todo comenzó en la terraza del Teatro Coliseo, un 27 de agosto de 1920. A las nueve de la noche, cuatro radioaficionados –un joven médico y tres estudiantes de medicina– transmitieron para el país (aunque apenas si fueron escuchados por cien personas), las siguientes palabras: “Señoras y señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival Sacro de Ricardo Wagner, ‘Parsifal’, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten”. Y como el mundo es de los locos soñadores, más que inaugurar un medio de comunicación hicieron que la palabra amistad quedara para siempre en el aire: un lugar de encuentro.

“Hace un siglo “Los locos de la azotea» cambiaron la historia de las presencias y la ausencias humanas, ¡inventaron la radio!” expresa el Consejo Profesional de Radio de Argentores. “Así nació la vagabunda, esa radio que desde hace cien años anda por los lugares más poblados y remotos del mundo y también del corazón de la gente. La radio que ha anunciado invasiones extraterrestres y guerras mundiales, que ha hecho cantar, reír, llorar, divertir, informar, pensar e imaginar a todos los pueblos del planeta. Argentores celebra el primer siglo de aquella aventura de Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, en la terraza del Teatro Coliseo, con este libro que recoge testimonios de diversos protagonistas de la radio argentina, y que, al decir de Carlos Malbrán ha conseguido que vivamos: ‘Cien años sin soledad’ Todos los tipos de radio que conforman la radio argentina: radios comunitarias, universitarias, comerciales, públicas, online, podcast”.

Son más de cien personalidades las que han participado en el libro, y desde las más diversas perspectivas, aunque todas ligadas por un amor en común: la radio. O como dijo Juan Carlos del Missier: “Defino a la Radio con el concepto de libertad. Saber que alguien compartirá en el preciso instante mis palabras, mis silencios, mis sonidos y de repente todo será una fiesta entre los duendes y la imaginación”.

La periodista Alicia Petti, creadora de la legendaria columna Radiografías, fue la encargada de recopilar los diversos testimonios del libro.

Julio Lagos es uno de los protagonistas de la radio argentina que forma parte del libro conmemorativo que prepara Argentores

Lo que sigue, a modo de adelanto, es el índice de lo que será el libro “Cien años sin soledad”, que pronto publicará Argentores para conmemorar los 100 años de la Radio:

1) PRÓLOGO. Diani, Miguel Ángel
2) 01_Discépolo, Enrique Santos
3) 02_Hugo Guerrero Marthineitz
4) 03_Carrizo, Antonio
5) Agú, Víctor
6) Albornoz, Luis
7) Aliverti, Eduardo
8) Álvarez, Negro
9) Apo, Alejandro
10) Bab Quintela, Hugo
11) Barton, Patricio
12) Bravo, Fernando
13) Briozzo, Nora
14) Campana, Gustavo
15) Carey, Bernardo
16) Casella, Beto
17) Castro, Nelson
18) Cervantes, Luis
19) Chapa Vargas, Alejandro
20) Cittadini, Marcos
21) Coire, Leonardo
22) Gabriel Corona
23) Comte, Emilio
24) Corona, Gabriel
25) Cossa, Roberto
26) Curbelo, Jorge
27) Del Missier, Juan Carlos
28) Di Benedetto, María Mercedes
29) Di Natale, Juan
30) Dolina, Alejandro
31) Embón, Horacio
32) Esarte, Eduardo
33) Fernández, Oscar, Pablo Magliano y Marcos Pinella
34) Feudale, Marcela
35) Flores, Bobby
36) Flores Iborra, Florencia
37) Fontana, Jorge “Cacho”
38) Fournery, Ivonne
39) Garibotti, Luis
40) González Oro, Oscar (Negro)
41) Grinbank, Daniel
42) Guazzardi, Ricardo
43) Hanglin, Rolando
44) Ibáñez, Florencia
45) Ibáñez, Pancho
46) Infante, Carlos
47) Miguel Jordán
48) Kustnezoff, Andy
49) Lafón, Nora
50) Lagos, Julio
51) Lanata, Jorge
52) Landriscina, Luis
53) Loisi, Mabel
54) Alberto Lotuf
55) Mactas, Mario
56) Maestro, Jorge
57) Malbrán, Carlos
58) Marchetti, Jorge
59) Mariscal, Inés
60) Martin, Matías
61) Martínez, Tomás Enrique
62) Martínez Puente, Ricardo
63) Massi, Nora
64) Merino, Wilmar
65) Mir, Lalo
66) Moldavsky, Roberto
67) Monteleone, Marita
68) Montes, Estela
69) Morales, Víctor Hugo
70) Novaresio, Luis
71) O’Donnell, María
72) Pagnucco, Mariano
73) Paredero, Hugo
74) Patzer, Pedro Hans
75) Patzer, Pedro
76) Pedrón, Sebastián
77) Pérez Bastida, Ricardo
78) Pergolini, Mario
79) Perinelli, Roberto
80) Perlé, Nora
81) Pesky (Francisco Mues Camaño)
82) Pesoa, Quique
83) Petti, Alicia
84) Porta, Jorge
85) Portugal, Mario
86) Radice, Gabriela
87) Ribaudo, Lucas
88) Rodríguez, Leo
89) Romero, Juan Enrique
90) Ruiz Guiñazú, Magdalena
91) Sacco, Enrique
92) Sassi, Esteban
93) Scalise, Horacio
94) Serrano, José Luis (Doña Jovita)
95) Sietecase, Reynaldo
96) Sirvén, Pablo
97) Smechow, Daniel
98) Soldán, Silvio
99) Stronati, Guillermo
100) Suint, Marta
101) Sylvestre, Gustavo
102) Tinelli, Marcelo
103) Ulanovsky, Carlos
104) Vaccaro, Jorge
105) Vainman, Sergio
106) Valmaggia, Luisa
107) Villarruel, Claudio
108) Wainraich, Sebastián
109) La ceremonia de escuchar

Gabriel Rádice se sumó al libro con el que Argentores conmemora los 100 años de la Radio en nuestro país

Si no hay técnicos, no hay ficción

Argentores adhiere a la movilización convocada para el día jueves 30 de julio, a las 12, frente a Artear – Canal 13, por el Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID) contra el supuesto vaciamiento de la productora Polka y a favor de la promoción de la producción de ficción nacional.

La convocatoria se realiza en el contexto del conflicto gremial vigente, en el que la productora no ha realizado aún ningún ofrecimiento salarial concreto para el pago de los sueldos de julio y el aguinaldo del primer semestre.

Durante una audiencia virtual llevada a cabo el lunes pasado en el Ministerio de Trabajo, los representantes empresarios tampoco formularon propuestas para la reconversión productiva, por lo que el gremio anunció que continuará con su plan de lucha contra el intento de cierre de la principal productora de ficción del país.