Las cajas de Aída ya son parte de la historia del cine

El sábado 24 de agosto se presentó el catálogo de los archivos de Aída Bortnik

Aída Bortnik en su casa, en 2010, junto a las cajas que guardan su archivo personal

Sin memoria no hay identidad. Cada autor fija la suya a través de su obra y de lo que deja también como testimonio y recuerdo de lo que fue su trabajo en la creación de su arte. Los buenos archivos -que hoy se guardan en los discos rígidos de la computadora y antes se lo hacía en papel- usualmente ofrecen un buen material para reconstruir ese camino que hacen los autores para construir su legado literario. El que dejó la escritora argentina Aída Bortnik como registro de su trabajo, armado en casi su totalidad con copias en papel y recortes gráficos, es una buena prueba de ello, además de ser un verdadero tesoro cultural. Quienes acudieron el sábado 24 de agosto al hall de la sala Casacuberta del Teatro General San Martín, lo pudieron comprobar. Ese día, se presentó un catálogo de las setenta cajas dejadas por esta reconocida escritora y guionista de su producción intelectual y artística. Ese catálogo fue elaborado por Gabriela Fantl, Silvana Di Francesco, María Teresa Téramo y Patricia Molina.

Tapa del libro que se presentará el sábado

“Aprender a escribir se aprende escribiendo”, decía Aída Bortnik en una entrevista periodística que le hicieron algunos años previos a su muerte, acontecida el 27 de abril de 2013, a los 75 años. Se quejaba de este modo del hecho de que todavía o poco antes -eso ya sucede poco- algunas universidades de cine daban clases de guion sin hacer práctica de escritura. Y vaya si ella hizo honor a esa frase: aprendió lo fundamental de su oficio ejerciéndolo, porque si bien tenía una excelente formación académica (estudió Derecho, Filosofía y Letras, egresó como actriz del Centro de Experimentación del Instituto de Teatro, sabía varios idiomas y era una voraz lectora), había transformado a la práctica de la escritura en la principal fuente de aprendizaje de sus conocimientos sobre la profesión. Y dejó, como prueba irrefutable de la aplicación de esa convicción, una importante obra cinematográfica, teatral, narrativa y periodística, en algunos casos publicada en distintos libros y medios, además del formidable archivo de sus trabajos de guion para cine, de teatro y de otros valiosos materiales recogido en ese catálogo mencionado antes, que ofrece un testimonio inusual de cómo puede encarar un profesional, consciente de su responsabilidad, su tarea creativa.

Ese archivo, contenido en 73 cajas de cartón corrugado, fue dejado en custodia por Marcelo Ferreira, heredero de Aída e hijo de su marido Ricardo (al que ella llamaba Man), en la casa de Núñez de Fernando Castets, uno de los mejores guionistas cinematográficos de este país y amigo entrañable de la escritora, a quien de algún modo ella lo consideraba también como uno de esos hijos que la vida regala sin haberlos concebido biológicamente. Ese tesoro, al que Fernando define como “uno de los últimos archivos analógicos importantes” que dio el patrimonio cultural del país, debía ser, además de guardado, clasificado en orden para que pudiera tenerse una idea acabada de todo lo que contenía. A eso de dedicaron durante dos años cuatro mujeres: Patricia Molina (periodista), Silvana Di Francesco (productora), Teresa Téramo (licenciada en Letras y coordinadora del Master Audiovisual de la UCA) y Gabriela Fantl (directora de casting). Como ésta última es esposa de Fernando Castets y vive con él en la casa donde las cajas reposan, aprovechamos la invitación que ella nos hizo para hablar, junto con Patricia Molina, de ese trabajo de clasificación que hizo el equipo mencionado.

Lo primero que nos comentaron las entrevistadas fue que las cajas estaban allí en custodia- y también algunos muebles- porque Marcelo Ferreira no tenía espacio para guardarlas. Y si había alguien de confianza de Aída y de él mismo para tenerlas, además de una muy buena disposición, era Fernando.

Quisimos saber si en las cajas había una suerte de preclasificación del material y Gaby nos aclara de inmediato: “Ojalá, ojalá lo hubiera habido”. “A primera vista -comenta Patricia, ya en plan de explicación del trabajo que hizo el equipo- las cajas tienen una especie de clasificación que está dada por los títulos escritos sobre las tapas o al costado de ellas y que intentan identificar lo que hay en cada una, indicación que, por otra parte, tampoco es siempre tan fiel y rigurosa con lo que adelanta sobre su contenido. Pueden tener, y de hecho lo tenían, material filtrado. Así que, en principio, lo que buscamos fue algún trabajo riguroso de catalogación que nos pudiera orientar en este proceso. Fuimos a buscar catálogos en distintas librerías, y después nos encontramos yendo a la Unesco, que tiene una forma de catalogar cualquier tipo de objeto para hacer investigaciones históricas. Y mi padre, que estaba al tanto de lo que pretendíamos hacer, nos dijo que había algo adecuado para este trabajo y al encontrarlo nos dimos cuenta que era lo que más nos convenía usar. Era una especie de fichaje donde podíamos desmenuzar cada elemento o material que encontrábamos.”

“Cuando vimos las cajas y los títulos nos dijimos: acá hay material sumamente importante -agrega Patricia-. No solo por las obras que fueron conocidas nacional e internacionalmente, sino porque hay obras también desconocidas o inéditas y otras cosas. Entonces nos preguntamos cómo encararíamos el trabajo, qué enfoque le daríamos. Y la decisión inicial fue censar el material. O sea que la premisa era abrir caja por caja y contabilizar papel por papel. Porque tampoco el trabajo consistía en analizar la obra, objetivo que excedía nuestra misión. Y dijimos: ella a lo largo de su vida acumuló todo este material, que es toda su obra, su verdadero legado. Y nos preguntamos si ella habrá esperado que algún día alguien abriera estas cajas para ver qué contenían. Y el hecho era que nosotros las estábamos abriendo, caja por caja y las censábamos. Doy un ejemplo: del guion de la película La isla, hay cinco versiones. Nosotros no analizamos los guiones. Lo que hicimos fue contabilizar la cantidad de páginas que tenía cada guion, si tenía correcciones a mano o no, anotaciones, etc. Todo eso lo fuimos describiendo. Solamente describimos, hay tantos guiones, tantas páginas cada una, etc., etc.”

“Ni siquiera cambiamos el orden”, añade Gaby. Y continúa Patricia: “Lo describimos tal cual lo encontramos. Esto es una copia, esto es un original escrito a máquina, el siguiente está armado a dos columnas. Tal cual íbamos encontrando el material lo consignábamos. Si hallábamos un papelito con una anotación de Aída: ‘Avisar a producción tal cosa’, lo consignábamos. Lo anotábamos todo y lo describíamos. Hicimos un trabajo muy exhaustivo de lo que ella dejó. Por eso nos tomó dos años.” Gaby puntualiza un dato: “Encontramos hasta un cuaderno de 1954, una época en que Aída era una adolescente. En ese cuaderno iba haciendo un resumen de todo lo que iba leyendo. Había como un propósito de guardar a futuro, de poder garantizar cierta memoria, porque en el medio de todas esas acumulaciones hubo mudanzas, exilios, distintas vicisitudes. La historia argentina, que no es ni ha sido nada menor en hechos ni menos tranquila, es difícil que no atravesara a una persona con su sensibilidad social y su nivel de compromiso, y que además fue una protagonista de importantes acontecimientos culturales del país. Es evidente que ella debía tener la conciencia de lo importante que era guardar ese material, de dejar memoria de él. Y si hay algo que a nosotras nos hubiera gustado entender es cómo llegó a apreciar ella ese valor.”

“Todo este material nos permite ver a nosotros el arco del proceso que ella hizo en su trabajo, porque guardó desde el primer papelito con la idea, frases sueltas o disparadores, hasta después los recortes periodísticos que comentaban la obra ya estrenada, en cine, teatro o televisión. Todo fue guardando. Es como si hubiera dejado un itinerario preciso e indeleble de señales, como si fueran las migas que arrojaban Hansel y Gretel para reconocer el camino que habían recorrido, pero que ningún pájaro en este caso borró. Y a nosotros ese trazo nos permitió reconstruir todo el trabajo y el proceso, ya que, a la par de archivar papeles, iba haciendo una investigación a fondo sobre el asunto que trataba. Un guionista trabaja ahora en una computadora con un programa de guion y si tiene que guardar material abre una carpeta y lo coloca allí. Ella, mientras se documentaba, iba guardando la información que extraía de las fuentes consultadas.”

“De todos modos, ella llegó a usar la computadora”, aclara Gaby. “Sí, los guiones con los que colaboró en la serie Vientos de agua y sus últimos trabajos fueron escritos en computadora”, precisa Patricia. “Igual lo que nos da la impresión -agrega Gaby, volviendo al tema de la existencia del archivo- es que ella imprimía absolutamente todo, desde los correos que intercambiaba con los productores hasta los mensajes que intercambiaba con otros autores, o la copia de un currículum suyo, como el que envió en España al diario El País ofreciéndose para trabajar allí, y tantas cosas más. Es como si hubiera necesitado tener registrado en papel cada paso de su vida o asunto que creía relevante, como una manera de garantizarse que tendría ese material, esa réplica de lo que había transitado, cuando lo necesitara.” “Por eso decimos que nosotras no estamos en condiciones de analizar ese material, pero sí de contar con detalle lo que había en las cajas, porque así clasificado el contenido puede servir de referencia o para el estudio de estudiantes y futuras generaciones”, añade Patricia redondeando el carácter de la tarea que realizó el equipo.

Fernando Castets, Patricia Molina y Gabriela Fantl

Sobre el catálogo en el que figurará todo el material encontrado en las 73 cajas, Gaby aclara que es un proyecto presentado por mecenazgo. “Como es sin fines de lucro -dice-, podremos repartirlos en distintas escuelas de cine y bibliotecas. Esa es la intención: dejar un testimonio de lo que dejó, porque entre los textos encontrados hay muchos proyectos inéditos. Pero no es un proyecto comercial, es simplemente de difusión de los materiales que dejó para quien quiera enterarse de ello y consultarlo. Y para que la información no sea tan rígida decidimos dividir el catálogo en tres partes que corresponden a similares etapas de la vida de la autora: a) el primer tramo es desde los comienzos de Aída, que arranca en 1964 con una obra infantil de la que encontramos material, hasta su exilio en España; b) el segundo es el periodo del exilio. Allí tuvimos la suerte de contar con el guion original de La isla, que ella trajo a la Argentina a su regreso de España. La actriz Graciela Dufau se lo había mandado a España tal como quedó una vez filmada la película y ella lo trajo luego a Argentina; c) y el último desde la vuelta al país en 1981 y poco tiempo después el comienzo de la democracia hasta los últimos trabajos. De modo que lo que hicimos fue un resumen con el título de cada caja, contando de qué se trata el proyecto allí encontrado y lo más destacado de lo que hallamos. Y después está el material de consulta, que es un descriptor que dice si es obra de teatro, libreto de televisión o guion de cine, si es nota periodística, todo con la cantidad de páginas y la descripción de lo que se ha clasificado.”

De modo que aquellos que reciban el catálogo encontrarán un ordenado registro de todo lo que archivó Aída Bortnik. Allí figurarán la referencia a todos los guiones que escribió para películas, las más famosas y las menos (La tregua, Crecer de golpe, La historia oficial, Tango: la leyenda de Tanguito, Caballos salvajes, Gringo viejo, Cenizas en el paraíso, etc., etc.), los textos de sus obras teatrales (Soldados y soldaditos, Tres por Chejov, Papá querido, escrita para Teatro Abierto, Domesticados, Primaveras), sus guiones para programas de televisión, y también materiales de proyectos que nunca se pudieron concretar: la versión de Noticias de un secuestro de Gabriel García Márquez, la que sería la historia de Azucena Villaflor, el texto de La víctima escrito junto a Osvaldo Soriano, La vida de Anna Letenská, una actriz checoeslovaca de la década del treinta que murió en un campo de concentración nazi. “Cada uno de estos proyectos tiene derechos en particular -aclara Gaby-. Aída les dejó sus derechos sobre esos materiales a Marcelo y a una prima suya, pero algunos son compartidos con otros artistas. Para acercarse a estos materiales hay que solicitar autorizaciones. El tema excede nuestro trabajo y nuestras atribuciones.”

Sobre el guion acerca de la vida de Anna Letenská, Gaby explica que fue un trabajo que le llevó mucho tiempo, como seis años de investigación. “Creo que hay como 10 versiones del guion -afirma-, algunas escritas en español, otras en inglés. Hay cuatro cajas sobre ese proyecto y no sabemos en qué punto de las negociaciones de producción se cayó. Y el que se interese podría ver la cantidad de material que guardó, producto de la investigación, sobre la vida de esta actriz. La idea en principio es que se dé a conocer la cantidad de material que ella dejó y por otro lado tenemos ganas de hacer una muestra sobre este trabajo. Es lo que está dentro de nuestras posibilidades. Después sería interesante que viniera alguna universidad a digitalizar lo que se pueda digitalizar, porque con el tiempo el material se va a ir dañando. Ella enseñó siempre que un guion es un proceso de trabajo que puede llevar años de investigación. Incluso su asistente, de nombre Patricia y con cuya colaboración también contamos llamándola por teléfono, nos contó que ante un proyecto lo primero que Aída pedía era que le compraran un mapa de tal ciudad. ¿Para qué? Porque su convicción era que la historia se tenía que localizar en una ciudad determinada. Cuando se puso a trabajar con Noticias de un secuestro, de García Márquez, trabajaba con el libro de éste, pero compraba además revistas de época y otros materiales para informarse de los peinados, de los vestuarios. En las cajas hay revistas del lugar donde ocurrió el secuestro, revistas de moda y hay un listado de productos de tocador que se utilizaban en ese tiempo, programas de televisión que se emitían, la música que se escuchaba. De todo ese material se nutría para después escribir el guion.”

También guardaba muchas de las entrevistas que le hacían. Y en una de ellas dice: “Mi intención era ser actriz, no escribir. Mis compañeros de teatro pensaban que yo era fea y me mandaban a escribir. Y yo leyendo a Shakespeare o a Chejov pensaba cómo me voy a poner a escribir. Ahora lo hago más tranquila.” La obra Soldados y soldaditos, que fue su primera obra teatral comercial de 1972, la escribió porque sus compañeros de redacción del diario La Opinión (también estuvo en las revistas Panorama, Primera Plana, Siete Días) le pedían que escribiera. Después siguió con La tregua en televisión y luego con la adaptación para cine y ya no paró nunca más de escribir. Y tiene además cuentos de humor, hay 34 cuentos guardados en cajas, que publicó en la revista Humor, en la década de los ochenta. Escribió también para Teatro Abierto. En sus trabajos se puede ver cómo atravesó la agitada historia de la Argentina y a la vez cómo la historia la cruzó a ella. En las cajas también estaban los informes que le había encargado el ex presidente Raúl Alfonsín sobre ATC y un informe para una ley de medios que ese gobierno pensaba sancionar.

“En síntesis -comenta Patricia Molina-, nuestro trabajo fue de verdad apasionante. Y estamos contentas con lo logrado, que queremos que sea un homenaje que reivindique la figura de Aída, su rol de escritora profundamente comprometida con los derechos humanos y con los problemas insoslayables de su tiempo. Por eso, habrá, además de la presentación del catálogo en el Teatro San Martín, una muestra de estos archivos, que se realizará en octubre en el Museo del Cine. Se constituirá con estos materiales y algunos objetos personales de ella que nos cede la familia, como son los premios nacionales e internacionales, que son muchos. Ojalá podamos seguir con otro proyecto más ambicioso que es digitalizar todo el material.”

Lía Jelín participará del ciclo “Los Creadores”

Será el lunes 26 de agosto en el Auditorio de Argentores

La directora teatral, actriz, bailarina y coreógrafa Lía Jelín será entrevistada el lunes 26 de agosto en el ciclo “Los creadores”, que organiza Argentores y conduce la periodista Alicia Petti.

El encuentro con la directora de la exitosa obra Toc Toc será a las 19, en el auditorio Gregorio de Laferrère de la sede de la entidad, Pacheco de Melo 1820, con entrada libre y gratuita.

Lía Jelín estudió danza en Israel -en la escuela de Martha Graham-, composición coreográfica con Josef Tal, danza moderna con Renate Schottelius y actuación con Beatriz Matar, Antonio Mónaco y Augusto Fernández. Como actriz fue coprotagonista de Tato Bores en su ciclo humorístico, y con Iris Marga y Marilú Marini en Familia de artistas, en el Teatro Maipo, entre otras actuaciones. Tuvo a su cargo la puesta en escena de Viet-rock, de Megan Terry, y Juan Moreira Supershow, de Pedro Orgambide y Jorge Schussheim. En 1973 dirigió El gran soñador con Héctor Malamud y Leonor Galindo sobre Charles Chaplin, con música de Mario Litwin. También coreografió Las mil y una Nachas, el espectáculo de Nacha Guevara y Claudio Segovia. Dirigió numerosas obras de teatro, entre las que pueden mencionarse El rey se muere, Shakespeare Comprimido, Confesiones de mujeres de 30, Los caballeros, Maní con chocolate, Adolece que no es poco, Monólogos de la vagina, Aryentains, El día que Nietzsche lloró y actualmente Buena presencia entre muchas otros otras, demostrando en todas ellas su versatilidad y gran creatividad.

Argentores no abrirá sus puertas los días 19 y 20 de agosto

Argentores informa que los próximos lunes 19 y martes 20 de agosto la entidad permanecerá cerrada. Esto se debe a que el 19 será feriado nacional en conmemoración del Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín; en tanto el 20 se celebra el Día del Trabajador del UTSA (Unión de Trabajadores de Sociedades de Autores y Afines) y, según lo estipulado por el artículo 7º del Convenio Colectivo de Trabajo, es una fecha no laborable.

La Junta Directiva de Argentores quiere aprovechar la ocasión para saludar a todos los empleados de la entidad en su día.

Los nominados a mejor guion en los premios Cóndor de Plata

El Ángel y La Flor son las dos películas más nominadas para los próximos Cóndor de Plata

La Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina realizará el próximo lunes 26 de agosto la 67º entrega de los Premios Cóndor de Plata.

Argentores felicita a los autores nominados en los rubros Guion Original y Guion Adaptado. En la primera categoría compiten Valeria Bertuccelli, por La reina del miedo; Mariano Llinás, por La Flor; Benjamín Naishtat, por Rojo; Rodolfo Palacios, Luis Ortega y Sergio Olguín, por El Ángel y Carlos Sorín por Joel.

En el rubro Guion Adaptado los nominados son Lola Arias por Teatro de guerra, basado en la obra teatral Campo minado, de la misma autora; Jorge Leandro Colás por Barrefondo, basado en la novela homónima de Félix Bruzzone; y Nicolás Gil Lavedra y Emiliano Torres por Las grietas de Jara, basado el libro homónimo de Claudia Piñeiro.

Este año se realizará un reconocimiento al Plan de recuperación de películas argentinas que llevan adelante DAC (Directores Argentinos Cinematográficos) y Gotika; y homenajes al actor Patricio Contreras, la actriz Graciela Dufau, el Director de Fotografía Félix Monti (ADF) y el investigador y crítico Andrés Insaurralde.

Entre las obras más nominadas aparecen, con 14 nominaciones, El Ángel, de Luis Ortega; y La Flor, de Mariano Llinás, que entre otros rubros compite con sus cuatro actrices, quienes conforman el grupo Piel de Lava, como protagonistas. Rojo, de Benjamín Naishtat, obtuvo un total 13 candidaturas; mientras que Joel, de Carlos Sorín, y La reina del miedo, de Valeria Bertuccelli y Fabiana Tiscornia, tuvieron 7 nominaciones cada una. Las cinco compiten como Mejor Película de Ficción del Año.

Más abajo aparecen El Potro, lo mejor del amor, de Lorena Muñoz con 6, y Familia sumergida, de María Alché con 4. La cama, de Mónica Lairana; El silencio es un cuerpo que cae, de Agustina Comedi; Mi mejor amigo, de Martín Deus, y El Motoarrebator, de Agustín Toscano lograron 3 nominaciones cada una. Agustina Comedi y María Alché aparecen en el rubro dirección junto a Luis Ortega, Mariano Llinás y Benjamín Naishtat. Nuevamente se entregará el Cóndor de Plata a la Mejor Serie y/o Telefilm. En esta tercera edición se decidieron incluir contenidos para plataformas de streaming y/o TV. Siguiendo esta premisa se nominaron El marginal 2, de Alejandro Ciancio e Israel Adrián Caetano (TV Pública-Netflix); La caída, de Mario Segade (TV Pública); La chica que limpia, de Lucas Combina (TV Pública); Morir de amor, de Anahí Berneri (Telefe-Flow) y Un gallo para esculapio 2, de Bruno Stagnaro (TNT-Flow).

Cortos y Mejor canción

Este año también fueron nominados seis cortometrajes que salieron de entre aquellas obras que obtuvieron un premio en alguno de los festivales nacionales competitivos realizados en 2018 o participaron de algún festival internacional clase A. Los finalistas a llevarse el Cóndor de Plata en dicha categoría resultaron El niño y la noche, de Claudia Ruíz (Anima y MAFICI); El liberado, de Martín Farina (Bafici); Las fuerzas, de Paola Buentempo (Festival de General Pico); Aquel verano sin hogar, de Santiago Reale (Festival de Mar del Plata); Los bastardos, de Tomás Posse (Mostra de Venecia) y La de Messi, de Mauro Iván Ojeda (UNCIPAR).

A partir de este año, la Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina premiará la Mejor Canción para Película. Entre los candidatos aparecen temas interpretados por Bersuit Vergarabat, Los Tipitos, León Gieco; Vicentico y Grupo Siempreverde.

Para esta entrega se evaluaron un total de 217 películas argentinas estrenadas entre el 1º de enero y el 31 de diciembre de 2018 en el circuito comercial y alternativo, de las cuales 23 aplicaron para la categoría Film Iberoamericano por tratarse de coproducciones dirigidas por extranjeros residentes en otros países.

Alejandro Ibarra estuvo en el ciclo «Autores en línea»

El ciclo radial “Autores en línea”, que se emite todos los miércoles, de 15 a 16 por “La RZ radio online”, recibió esta semana la visita de Alejandro Ibarra, autor, coreográfico y director.

«Autores en línea”, conducido por Alejandra Boada y Raúl Martorel, es un ciclo dedicado a la actividad autoral en nuestro país en las áreas de cine, teatro, radio, televisión y nuevas tecnologías.

Día del Trabajador de la Televisión

El 12 de agosto se celebra el Día del Trabajador de Televisión, Telecomunicación, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos, y desde Argentores queremos enviar nuestro afectuoso saludo a los trabajadores del sector. El festejo, instaurado en 1973, tuvo que ver originalmente con la conmemoración del Día de Santa Clara de Asís, Patrona de la actividad.

Desde hace tres años, Argentores, como sociedad de gestión de derechos de los autores audiovisuales, y el SATSAID, en su carácter de representante gremial de los trabajadores, integran el espacio de la Multisectorial por el trabajo, la ficción y la industria audiovisual, con el objetivo común de mejorar la delicada situación de todos los actores de la industria que compartimos.

Entrega de los galardones Susini

Al cumplirse el 99º aniversario de la creación de la radiofonía por el Dr. Enrique Telémaco Susini y los Locos de la Azotea, el próximo 27 de agosto, a las 19, en la sede de Argentores, el Consejo de Profesional de Radio de la entidad entregará galardones y diplomas a aquellos hacedores de radio que han contribuido a enaltecer el medio con su talento, profesionalismo, compromiso y respeto por los oyentes.

En esta ocasión serán distinguidos con el Galardón Susini –réplica del micrófono que utilizara el Dr. Susini en la primera transmisión de 1920– la autora Mabel Loisi, el actor y autor Javier Lombardo, y el locutor Juan Carlos Pascual.

Además, recibirán Diplomas Susini la emisora LU6 Atlántica de Mar del Plata, la Red de Radios Escolares y Comunitarias de Misiones (RERECOM), el programa “Alero Quichua” de Santiago del Estero; Drop The Mic (comunidad de podcasters); “Palabrotas”, la voz de los adultos mayores (Entre Ríos); los docentes Elizabeth Ambiamonte (Berazategui) y Martín Salvetti (Temperley); el actor y guionista Damián Dreizik; y la actriz y locutora Susana Sisto.

La ceremonia, con entrada libre y gratuita, se realizará en el auditorio de Gregorio de Laferrère de la sede de la entidad, Pacheco de Melo 1820 de C.A.B.A, con la conducción de Guillermo Stronati y la dirección de Santiago Doria.

La radio y su sentido del humor

Entrevista a Pesky: “para mí el humor es clave para poder hacer un poco más digerible la realidad de todos los días”

Si bien los géneros del humor no cambian demasiado –el humor político, por ejemplo– van surgiendo otros conforme pasan las épocas. “Todo pasa, todo pasa menos la vanguardia” decía Miguel de Unamuno. Lo cierto es que las nuevas generaciones introducen otras maneras de hacer humor. Algo similar ocurre con la radio; pueden cambiar las plataformas o los soportes pero la fascinación, o mejor dicho la magia de la radio seguirá existiendo por siempre. En el espacio “Obra en Construcción”, junto a Hugo Bab Quintela, integrante del Consejo Profesional de Radio de Argentores, conversamos con Francisco Pesky, más conocido como “Pesky”, joven humorista nacido el 30 de agosto de 1986, que en muy poco tiempo logró conquistar a la audiencia radial desde sus comienzos en Radio Mitre, no sólo por su extraordinario talento como imitador sino también por su sensible e inteligente concepto del humor.

En la actualidad trabaja en Radio 10 con el Gato Sylvestre y en otro programa junto a Pedro Brieguer, acompaña a Diego Brancatelli en Pop Radio y en El destape radio. Pesky fue galardonado con el Premio Argentores, en el rubro Sketch Radio, por “El resumen de Mariano Closs”.

—¿Cómo surge tu trabajo en el humor?

—En un principio mi intención era ser periodista o algo por el estilo. Pasé por un par de materias de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires. No llegué a terminar la carrera. Después me puse a estudiar música y mientras tanto tuve múltiples trabajos, desde cadete hasta en una gestoría inmobiliaria. Luego comencé a trabajar en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Mientras tanto estudiaba música, incluso formé parte de una banda donde hacíamos covers de los Beatles. Nos contrataban para cumpleaños y fiestas. Era muy divertido. Yo era una especie de mezcla de John Lennon con Paul Mc Cartney. Nunca me imaginé que trabajaría en radio. Sucedió por casualidad, en verdad.

—Pero el humor debía estar en vos mucho antes de tener la posibilidad de trabajar, ¿o me equivoco?

—Es cierto. Bueno… hacía un par de imitaciones a los profesores. Una cosa curiosa es que con Nacho Bulian hicimos juntos jardín de infantes, primaria y secundaria. Y en la secundaria los dos imitábamos a los profesores. Algunos se reían mucho con nosotros; pero todo quedaba ahí. Nunca lo pensé como un oficio o una posibilidad laboral. Un día grabamos un video en Youtube con Nacho Bulian, un amigo y yo. Nos filmamos haciendo un par de imitaciones. Nacho lo subió al Facebook y lo vio un productor de Radio Mitre, un maestro de los maestros, Guido Valeri. La cuestión es que se contactó conmigo y me propuso una entrevista. Fui a la radio y en la entrevista además de Guido Valeri estaba Julio Leiva. Y me dijeron “Vimos tu video que subió Nacho y hay un par de personajes que nos gustaron… ¿Qué sabés hacer?” Yo estaba con la guitarra, me acuerdo. Para mí entrar a Mitre era como estar en la NASA. “No sé”, les digo. “¿Algún cantante?” Imaginate, yo tenía veintiún años en ese momento y para mí era todo un poco irreal lo que me estaba sucediendo. “Buenísimo, nos encantó”, me dijeron cuando terminé la imitación. “Mañana vamos con eso al aire”. “¿Cómo?”, les dije. “Sí, sí, mañana salimos con eso al aire”. Y así empecé.

«Más allá de que se puedan enseñar algunas cosas, uno aprende más que nada trabajando»

—Todo muy vertiginoso…

—Totalmente. Me acuerdo que fue justo el año del mundial de fútbol en el que Diego Maradona era técnico. Había algunos partidos a las tres y media de la tarde. A veces yo hacía a Mariano Closs transmitiendo partidos de la zona del grupo y quedaba muy divertido porque Nacho se sumaba con sus personajes. Mientras yo relataba cualquier cosa como Mariano Closs, se sumaban a hacer distintos comentarios China Zorrilla o Marcelo Bonelli, y otros más. Una cosa desopilante. Y eso gustó mucho. Cuando terminó el año me dijeron que les gustaría que siguiera trabajando con ellos pero no part time. Tenía que dejar mi trabajo en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Y jugármela. Bueno, lo hice. Al otro año firmé con Radio Mitre y así estuve hasta 2013. Luego comencé en Radio 10 hasta el día de hoy. Luego vino una posibilidad en C5N y en el Destape con Norberto Navarro y con el Gato Sylvestre a la mañana en Radio 10, y con Diego Brancatelli. Ahora también hago un programa con Pedro Brieger los sábados a la media noche. Lo interesante es que a medida que vas trabajando, llegan los ofrecimientos y otras posibilidades.

—Afrontar el humor como un trabajo cotidiano no debe ser nada fácil.

—Sí, no lo es. Por eso digo que es un oficio para mí. Más allá de que se puedan enseñar algunas cosas, uno aprende más que nada trabajando. Yo trato de dar lo mejor, siempre. Por supuesto que se vuelve un tanto rutinario el hecho de tener que hacer reír todos los días. Es difícil porque, bueno… hay días en que al levantarme no tengo muchas ganas de hacer reír a nadie pero como es un trabajo, tenés que hacerlo. Así que trato de disfrazarlo un poco si estoy de mal humor y darle para adelante. Siempre para adelante. Un ejemplo, yo soy muy bostero y la última Copa que perdió Boca tuve que hacer chistes cargando a mi equipo. Trataba de evitarlo, pero estaba acorralado. Cómo ésas tengo un montón. Lo bueno en mi caso, para paliar la rutina, es que puedo cambiar de programas. Eso hace que la rutina sea un poco más leve.

— ¿Qué importancia tiene para vos el humor en lo personal?

—Para mí el humor es clave para poder hacer un poco más digerible la realidad de todos los días. De las que yo no estoy exento, por supuesto. Yo me manejo en subte y colectivo, no tengo auto. Así que cada aumento lo vivo como cualquiera. Y de eso trato de nutrirme para reconvertirlo en humor. A mí me ayuda en lo personal y si puede ayudar un poco a los demás, imaginate lo que siento. Muchas veces me resulta increíble la cantidad de mensajes que recibo en las redes sociales. Me sucedieron cosas muy fuertes, por ejemplo, personas que están cumpliendo condena en un Servicio Penitenciario y me escriben para contarme cómo esperan el programa en el que yo estoy porque les genero una sonrisa. Imaginate, estando ahí adentro. ¿Cómo retribuís eso? El agradecimiento en mi caso se convierte en ganas de seguir trabajando mucho y dar lo mejor de mí.

— ¿Quiénes son tus referentes en este oficio?

—Yo tomo como referentes a las personas que me hicieron reír. En mi casa se escuchaba mucho Radio 10. Yo iba a la escuela a la tarde así que a la mañana estaba mi viejo escuchando la radio y me hacía reír mucho Rolo Villar. Hoy en día me sucede lo mismo con Pedro Rosemblat, que es un amigo. Capusotto me parece un maestro, al igual que Pedro Saborido y esa dupla que hacía con Omar Quiroga. Hace poco se cumplieron treinta años de Videomatch y me acuerdo de cuando miraba a Figuretti o Pablo y Pachu. Esos todavía hoy me hacen reír mucho, supongo porque soy de la generación que creció con ese Videomatch y no con Bailando. También tengo mucha admiración hacia Olmedo que fue un actor extraordinario y marcó toda una época.

— ¿Cómo es tu método de trabajo?

—Por sobre todas las cosas, pienso que si uno trabaja en medios, seas humorista, conductor o lo que sea, hay que estar muy informado. Yo trato de leer todos los diarios. Más ahora que me toca hacer humor político. Obviamente que la construcción de un personaje en ese aspecto es clave a la hora de escribir el guion. Por ejemplo, últimamente imito a Eduardo Feinmann y lo que hago es contar cuentitos infantiles para instruir a los chicos que toman los colegios. Entonces tomo Hansel y Gretel y hago “Axel y Merkel”. Ahora, una cosa es hacer una imitación tal cual y otra cosa es correrlo en forma de parodia. Como te decía recién, si yo hago un Feinmann progresista que está a favor de la despenalización de la marihuana o te lo hago feminista es lo anti y por eso funciona. Todo depende también de cómo jugás con los límites. Podés buscar características o algunas frases de ese personaje y comenzar a jugar. Ocurre que mientras uno está haciendo el personaje comienza a generarse un ida y vuelta con el conductor o los columnistas y entonces uno va variando y se adapta, me refiero al personaje, a diferentes situaciones. Así se va forjando su personalidad.

— ¿Qué es la radio para vos?

—Para mí es el mejor medio de comunicación. En principio porque es gratuito, solo tenés que comprarte el aparato, y ahí encontrás a personas que le hablan a otras que tal vez están solas, quién sabe. Me parece además fantástico cómo se puede imaginar, no necesitás escenografías ni grandes producciones. Podés hacer lo que quieras. Para mí es una locura trabajar en radio, nunca me lo imaginé, mucho menos en esta dimensión. Siento que aprendí un montón gracias a muchas personas que me ayudaron, desde cómo escribir un guion a pensar y producir un programa. Si bien, como te dije antes, en este oficio todo el tiempo estás aprendiendo. La radio no va a dejar de existir nunca. En el formato que sea, siempre va a estar. Ojalá pueda trabajar toda mi vida en radio.

— ¿Hay cosas que el humor no se permite a sí mismo?

—Sí, por supuesto. Ocurre ahora en tanto clima de época, más que por autocensura. Y me parece que está buenísimo y lo re banco. Por ejemplo, yo me crié entre chistes machistas. ¿Cuándo la mujer va a ir a la luna? Cuando haya que limpiarla. Esa clase de chistes los conocía todo el mundo. Si vos contás eso ahora en la radio, no se va a reír nadie. Te van a mirar y enseguida te van a preguntar, ¿y el chiste, qué estás queriendo decir? Entonces, estamos viviendo un momento de cambios que involucran a todas las generaciones. Hace un rato te mencioné a Olmedo, yo no creo que hoy pudiera hacer muchos de esos chistes que hacía por aquel entonces. Por eso te digo, no es autocensura. Simplemente es aprender que hay chistes que ya no van más. Y lo celebro.

—Hablábamos de tus aprendizajes, ¿cómo sentís que fuiste evolucionando?

—Cuando comencé a trabajar tuve la suerte de aprender con dos maestros, Julio Leiva y Esteban Darano, que me enseñaron muchas cosas. Al principio escribía todo, desde un guión corto hasta uno más largo. En la dinámica de un programa que dura entre tres y cuatro horas, obviamente que tenés que improvisar. Por eso lo más importante es estar bien informado porque si vos llegás a la radio y no sabés la actualidad se te complica a la hora de construir el personaje. Y no sólo de política, ¿qué va a decir mi Mariano Closs si no sabe cómo salieron los partidos? Hay secciones improvisadas y otras que necesitan del guion, como por ejemplo una sección que se llama “De derecha”. ¿Te acordás de Maradona con Victor Hugo que hacían “De zurda? Bueno, este era “De derecha” con Eduardo Feinmann y Baby Etchecopar. Hace un tiempo me dieron un premio en Argentores por “El resumen de Mariano Closs”, que era una sección que hacíamos con Nacho Bulian, donde juntábamos varios chistes de cómo le dicen a determinado equipo de fútbol, también lo escribíamos. O las canciones que hacíamos con Pedro Rosemblat que estaban buenísimas, también. Un día Pedro me llamó y me dijo “Tengo ganas de hacer una canción, ¿ te acordás de Another One Bites the Dust de Queen?” Y le digo, ¡claro! Y le canto la melodía. Ahí Pedro me dice “Ya tengo casi la letra pero me falta el estribillo”. Le pregunto cómo debía terminar el estribillo y me dice que necesita algo que rime con bas” Y entonces le digo, simple: “Llamalo a Martín Tetáz”. Nos divertíamos mucho, realmente.

— ¿Cómo te proyectás dentro de algunos años?

—Estoy pensando en algún momento hacer algo en teatro, me gustaría. Pero tengo que pensarlo bien todavía. Porque considero que lo importante es saber qué tiene para decir uno. Y lo que me pasa hoy en día cuando voy a trabajar a la radio es que sí tengo bien claro lo que quiero. No sé por ahora cómo sería una obra mía en teatro. Pero ya se me va a ocurrir algo.

Convocatoria a la Asamblea Anual Ordinaria

La Junta Directiva de Argentores convoca a sus socios y socias a participar de la Asamblea Anual Ordinaria que se realizará el próximo miércoles 28 de agosto, a las 13, en el Auditorio de su sede sita en Pacheco de Melo 1820 de CABA. En la misma se pondrá a consideración y aprobación la Memoria y Balance Anual de la entidad.

Luego tendrá lugar la Asamblea Extraordinaria para consideración y aprobación de algunas modificaciones en el Estatuto Social y Reglamento Interno.

Nueva edición del Encuentro de la Ciencia y el Arte

El ECA 2019 se realizará el domingo 8 de septiembre en el Teatro Picadero

El próximo domingo 8 de septiembre, entre las 12 y las 17.30, se realizará en el Teatro El Picadero –Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA– la segunda edición del Encuentro de la Ciencia y el Arte, ECA 2019, que girará en torno a la temática “Memoria, Activismo y Derechos Humanos”.

El ECA nació en 2018 con la intención de unir al gran colectivo cultural que conforman la Ciencia y el Arte, expresiones esencialmente ligadas a la creación. Su objetivo fue realizar un evento que permitiera juntar, fortalecer y visibilizar a este colectivo. La primera edición estuvo dedicada a homenajear «Teatro Abierto 1981», en tanto movimiento fundacional y símbolo de la resistencia cultural a través del tiempo.

Este año, los organizadores convocaron al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) con el objetivo de generar un espacio de diálogo en relación a los aportes que el arte y la ciencia vienen realizando en el campo de los derechos humanos.

El encuentro estará estructurado con dos mesas de oradores. La primera de ellas, que se extenderá de 12 a 13.30 y estará moderada por el dramaturgo y dirigente de Argentores Roberto Perinelli, será “Memoria y experiencia: el legado intergeneracional”, con la participación de la socióloga Elizabeth Jelín, la dirigente política Ofelia Fernández, el productor audiovisual Sebastián Mignogna y el licenciado en Ciencias Biológicas Fabricio Ballarini.
La segunda, que se desarrollará de 14 a 15.30 bajo la moderación del abogado y dirigente del CELS Gastón Chillier, se llamará “Arte y activismo en Derechos Humanos”, con la participación del dramaturgo Roberto “Tito” Cossa; la actriz y cantante Susana Rinaldi, y las actrices Alejandra Darín y Lorena Vega.

Susana Rinaldi, durante su actuación en la primera edición del ECA

El cierre del encuentro comenzará a las 16.30, con la presentación de Christiane, un biomusical científico, de y con Belén Pasqualini. Las entradas para este espectáculo se retirarán a partir de las 14, por boletería, en el Teatro Picadero -Pasaje Santos Discépolo 1857-.

Adhieren a este segundo Encuentro de la Ciencia y el Arte: AAA (Asociación Argentina de Actores), AADET (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales), ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo), ARGENTORES (Sociedad General de Autores de la Argentina), ARTEI – Asociación Argentina del Teatro Independiente, CCC (Centro Cultural de la Cooperación), CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Construcción Graduados (Agrup. Graduados Fac. de Ciencias Naturales y Museo -UNLP), Ciencia Recreativa (Experiencias científicas inmersivas), Exploracuáticos (Colectivo de Científicos y Artistas dedicados a la Educación Ambiental), FAyTC (Frente de Artistas y Trabajadores de las Culturas), Grupos de Teatro Callejero, IDES (Instituto de Desarrollo Económico y Social), Poper (Grupo de Científicos Comediantes), Red Nacional de Teatro Comunitario, SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes), SOMI (Fundación Carlos Somigliana- Teatro del Pueblo), TXI (Teatro Por la Identidad) y UNSAM (Universidad Nacional de San Martín).

La jornada es con entrada gratuita hasta colmar la sala.

Otro pasaje del ECA 2018, con el cantante Peteco Carabajal, quien cantó frente a El Picadero

El adiós a Fabio Zerpa

Fabio Zerpa, autor y actor reconocido por ser el emblema de los estudios sobre ovnis en la Argentina, falleció a los 90 años. Había ingresado hace unos días en una clínica de la ciudad de Buenos Aires para unos chequeos médicos, pero su salud se deterioró.

Nacido en Uruguay en el 1928 y radicado en Argentina en 1951, Zerpa tuvo innumerables presentaciones en la televisión y la radio local. Zerpa fue socio de Argentores por 30 años y en la actualidad revestía carácter de Socio Activo. En la entidad, además, se desempeñó como Vocal del Consejo Profesional de Radio y ocupó el cargo de Vicetesorero. Por otra parte, obtuvo el Premio Argentores Radio 1973 por Más allá de la cuarta dimensión, programa que había creado en 1966.

Sus restos serán velados en Dorrego 626 -Sala B- de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a partir de las 18 horas de hoy hasta las 9.30 de mañana, jueves 8.